25 noviembre 2023

MALLORCA

 





    
    


La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad

Albert Einstein



Aprovechando el puente de Todos los Santos de 2019, decidimos pasar tres días en Mallorca, una isla que no habíamos explorado con calma. El viaje tuvo lugar entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre, y nos permitió descubrir Palma, Alcudia, Pollensa, Sóller y Valldemossa en una escapada bien organizada.



Alojamiento y transporte


Nos alojamos en el Hotel Helios, por un precio total de 215 euros con desayuno incluido. La ubicación fue estratégica: muy cerca de Palma y con buena conexión por autopista, ideal para movernos con libertad.

El vuelo de ida y vuelta lo gestionamos con Air Europa. Gracias a los puntos acumulados por compras con tarjeta, solo pagué 32 euros por el billete. Una buena forma de ajustar el presupuesto.

Para movernos por la isla, alquilamos un Opel Mokka por 92 euros, recogido directamente en el aeropuerto. Tener coche fue fundamental para poder recorrer los distintos puntos de la isla a nuestro ritmo.


 Día 1 – Palma de Mallorca


Llegamos cerca del mediodía y nos dirigimos al hotel para instalarnos. Por la tarde, comenzamos con la exploración del centro de Palma, dejando el coche en un aparcamiento subterráneo junto a la catedral, con buen precio y ubicación.

Paseamos por el casco histórico, disfrutando del ambiente y de la arquitectura señorial de la ciudad. Ese día recorrimos las principales calles del centro y tomamos el primer contacto con la capital balear.



Día 2 – Alcudia y Pollensa


El segundo día lo dedicamos al norte de la isla:

  • Pollentia: Visitamos los restos de esta antigua ciudad romana cercana a Alcudia. Aunque quedan pocos elementos visibles, se pueden distinguir los cimientos del foroviviendas y el teatro romano.

  • Alcudia: El casco antiguo está muy bien conservado. Paseamos junto a sus murallas medievales y calles empedradas. Almorzamos en una pizzería local antes de continuar.

  • Pollensa: La tarde la dedicamos a este pueblo tranquilo, con su característico trazado urbano y buen ambiente. Terminamos la jornada con un café en una terraza, antes de volver al hotel.


    Soller


 Día 3 – Valldemossa y Sóller


El tercer día lo comenzamos en Valldemossa, donde visitamos la Cartuja, un antiguo monasterio que fue residencia real y que acogió a personajes ilustres como Chopin o Rubén Darío. El entorno natural y el silencio del lugar hacen que la visita merezca la pena.

Después, nos desplazamos a Sóller, donde comimos en un restaurante del centro. Por la tarde, dimos un paseo por el puerto y vimos el tranvía turístico, que sigue en funcionamiento con vagones de principios del siglo XX. Un elemento singular de esta localidad.



 Día 4 – Palma: historia y arquitectura


El último día lo reservamos de nuevo para Palma:

  • Visitamos el Palacio Real de la Almudaina, edificado en el siglo XIV.

  • La Catedral estaba cerrada, por lo que no pudimos ver el interior.

  • Paseamos por el casco antiguo, con sus palacios, casas nobles y la sede del Parlamento balear.

  • Cerramos la visita con el Castillo de Bellver, una fortaleza circular en buen estado de conservación que ofrece buenas vistas de la ciudad.


Fue un viaje cómodo y bien planificado. La elección de un alojamiento tranquilo, el alquiler del coche y la selección de lugares permitieron una escapada equilibrada entre cultura, historia y naturaleza. En tres días pudimos conocer varios de los rincones más interesantes de Mallorca sin prisas y con margen para disfrutar.














 
 

18 noviembre 2023

ALBARRACIN, TERUEL, MORELLA Y PEÑISCOLA. EN DOS FINES SEMANAS





                                          Crear, es vivir dos veces.

 

Albert Camus


 

Teruel y Albarracín – Fin de semana en la provincia de Aragón (11-12 julio 2020)


A poco más de dos horas y media desde El Campello, Teruel y Albarracín ofrecen un plan de fin de semana perfecto para quienes buscan historia, arquitectura y tranquilidad. La provincia de Teruel, limítrofe con la Comunidad Valenciana, permite organizar una escapada breve y completa.

Alojamiento y recorrido

Nos alojamos en el Hotel CLA Boutique, a las afueras de Teruel, pero lo bastante cerca como para ir caminando al centro. La ciudad, con unos 35.000 habitantes, es cómoda de recorrer.

En esta ocasión no visitamos el Mausoleo de los Amantes, ya visto en viajes anteriores. Sí entramos en la Catedral de Teruel y paseamos por el centro histórico, que puede recorrerse en una mañana. En una visita anterior, tomamos café en el Parador Nacional, un lugar agradable si se quiere hacer una pausa.

Nota: En julio se celebran las Fiestas del Ángel, pero en 2020 fueron canceladas por la pandemia.

video de Teruel



 Albarracín

El segundo día lo dedicamos a Albarracín, considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Tiene apenas 1.000 habitantes y está situado a 1.182 metros de altitud, rodeado por un paisaje montañoso.

  • Recorremos su casco histórico, muy bien conservado.

  • Subimos hasta sus murallas y paseamos por la plaza del Ayuntamiento, parcialmente porticada.

  • Entramos en una iglesia situada en las afueras y tomamos varias fotos del conjunto urbano.

La visita a Albarracín puede completarse tranquilamente en una mañana. Muy recomendable si se visita Teruel, incluso como destino único.


Morella y Peñíscola – Escapada a la provincia de Castellón


Otra opción de fin de semana desde la Comunidad Valenciana es combinar la visita a Peñíscola y Morella, dos poblaciones con un importante legado medieval. El recorrido permite descubrir dos enclaves históricos muy diferentes pero complementarios.


Peñíscola

Hemos estado en Peñíscola en varias ocasiones. Lo más representativo es el Castillo del Papa Luna, donde residió el antipapa Benedicto XIII. Para acceder hay que recorrer un entramado de calles empedradas, hoy llenas de tiendas de recuerdos.

  • La visita al castillo se hace en poco más de media hora.

  • Desde lo alto, hay vistas excelentes del puerto y de la playa.

  • Para comer, hay muchos locales a buen precio cerca del mar.

  • Dejamos el coche aparcado en la zona de playa, ya que en el casco antiguo es complicado.

 Morella

Desde Peñíscola, Morella se encuentra a algo más de 70 km, una hora de trayecto por carretera. Nosotros fuimos directamente desde Valencia, pero la combinación conjunta es más eficiente si se parte desde la costa.

Morella está situada en la comarca del Maestrazgo, en la montaña:

  • Cuenta con un castillo en lo alto del casco antiguo, visible desde toda la zona.

  • La calle principal está porticada, lo que facilita el paseo incluso con mal tiempo.

  • Destacan la Basílica de Santa María la Mayor y varias puertas de acceso al recinto amurallado, una de ellas parecida a las Torres de Serranos de Valencia.

Aunque hay buenas opciones para dormir y comer, se puede visitar en un solo día si se parte temprano y se vuelve el mismo día.

Tanto el viaje a Teruel y Albarracín como el de Peñíscola y Morella son escapadas ideales de fin de semana desde El Campello. Todos estos lugares conservan su patrimonio histórico y ofrecen al viajero un entorno cuidado, tranquilo y de fácil recorrido. Una forma accesible de conocer más rincones del interior peninsular.

 
 
 

14 noviembre 2023

VALENCIA

 



Ciudad de las Ciencias




Valencia: veinte años en una ciudad que lo tiene todo



Valencia, capital de la Comunidad Valenciana, es la tercera ciudad más grande de España. La conozco muy bien, ya que viví allí entre 1980 y el año 2000, una etapa larga y muy significativa de mi vida. Durante esos años, tuve la oportunidad de explorarla a fondo, observar su evolución y disfrutar de lo que ofrece, tanto en lo histórico como en lo moderno.


Historia, arte y arquitectura


Aunque de la época romana apenas quedan restos, la influencia musulmana y, sobre todo, los legados de la Edad Media y la Edad Moderna están muy presentes:

  • Catedral de Valencia: edificio gótico que conserva el Santo Cáliz, objeto de peregrinación y gran valor simbólico.

  • Lonja de la Seda: declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los mejores ejemplos de gótico civil europeo.

  • Palacio del Marqués de Dos Aguas: su fachada barroca es uno de los elementos más singulares de toda la ciudad.

Estos tres puntos forman parte de cualquier visita esencial al centro histórico de Valencia.


Catedral de Valencia


Ciudad moderna: arquitectura y futuro


Valencia no se ha quedado anclada en su pasado. Buena muestra de ello es la Ciudad de las Artes y las Ciencias, diseñada por Santiago Calatrava. Este complejo arquitectónico, con sus formas curvas y sus superficies blancas sobre canales de agua, se ha convertido en el símbolo de la ciudad contemporánea.


Es un lugar que une ciencia, cultura y ocio, con espacios como:

  • El Museo de las Ciencias

  • El Hemisfèric

  • El Oceanogràfic, uno de los acuarios más grandes de Europa


 Las Fallas: fiesta, arte y tradición


Cada año, en marzo, la ciudad celebra Las Fallas, una de las fiestas más conocidas de España y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Es una fiesta que combina:

  • Arte efímero (monumentos falleros)

  • Espectáculos pirotécnicos diarios (mascletàs)

  • Música, desfiles y ambiente festivo durante casi tres semanas


La noche del 19 de marzo tiene lugar la “Cremà”, en la que se queman los monumentos en una celebración única que atrae a miles de visitantes.



La Albufera: naturaleza a las puertas de la ciudad


A solo 15 km del centro urbano, se encuentra la Albufera, una laguna de agua dulce rodeada de campos de arroz. Este parque natural es un espacio ideal para desconectar, dar paseos en barca y contemplar atardeceres espectaculares.


También es el lugar de origen de uno de los platos más conocidos de la gastronomía española: la paella valenciana.

Una ciudad para vivir


Valencia combina muchas ventajas:

  • Un clima mediterráneo suave durante casi todo el año

  • Buena calidad de vida en barrios diversos

  • Una oferta cultural y gastronómica variada

  • Playas urbanas accesibles (Malvarrosa, Las Arenas)

Para quienes la han vivido desde dentro, como en mi caso, es una ciudad que deja huella. Y para quienes la visitan, es un destino que siempre invita a volver.

Plaza del Ayuntamiento







01 noviembre 2023

POMPEYA EN 8 HORAS

  

Pompeya 

 

No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.

Gabriel García Márquez

Nápoles y Pompeya – Historia, caos y belleza frente al Vesubio 

Plaza del Plebiscito 

 

Durante una estancia de cinco días en Nápoles, pudimos conocer de cerca una de las ciudades más intensas de Italia. La capital de la región de Campania es un lugar de contrastes: mezcla de belleza y decadencia, de caos urbano y de patrimonio histórico excepcional. Es, en muchos sentidos, una ciudad con personalidad propia.

Primeras impresiones de Nápoles

Desde el primer momento, Nápoles se muestra viva, desordenada y ruidosa. El entorno de la estación central, donde nos alojamos, refleja un cierto deterioro urbano, con presencia notable de inmigración y zonas poco cuidadas. No obstante, al adentrarse en áreas como la del Duomo, el ambiente cambia: iglesias históricas, calles estrechas con siglos de vida y espacios que invitan a descubrir con calma.

  • Visitamos la Catedral de Nápoles, donde se guarda la reliquia de San Genaro.

  • Recorrimos el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad.

  • Probamos la pizza napolitana, imprescindible en cualquier visita a la ciudad.

  • Entramos en la Iglesia de Jesús el Nuevo, de estilo renacentista, uno de los templos más singulares de la ciudad.

Pompeya: una ciudad congelada en el tiempo

Sin duda, el momento más destacado del viaje fue la visita a Pompeya, el yacimiento arqueológico más impresionante de la región. Pasamos ocho horas recorriéndolo, desde las 10:00 hasta las 18:00. La conservación del lugar, sepultado por el Vesubio en el año 79 d.C., permite imaginar cómo era la vida cotidiana en el mundo romano.

  • Caminamos por calles pavimentadas con piedras originales.

  • Visitamos templos, casas, termas y el antiguo foro.

  • Paramos a comer en un restaurante cercano al centro del yacimiento.

 

Museo Arqueológico Nacional

Tras visitar Pompeya, nos dirigimos al Museo Nacional de Arqueología de Nápoles, donde se conservan piezas originales del yacimiento y de Herculano. Este museo es uno de los más relevantes de Europa en cuanto a arte romano y ofrece:

  • Esculturas, mosaicos y objetos cotidianos rescatados de las ciudades destruidas por el volcán.

  • Piezas que no se encuentran en ningún otro museo del mundo.

Es una visita altamente recomendable si se quiere completar la experiencia de Pompeya.

 

Recorridos por Nápoles

El resto del viaje lo repartimos entre distintos puntos de interés de la ciudad:

  • Galería Umberto I y Plaza del Plebiscito, donde hicimos una pausa para tomar café.

  • Calle Toledo, ideal para pasear y observar la vida local.

  • Palacio Real de Nápoles, visita breve pero interesante.

  • Castillo del Uovo, al que llegamos caminando por la costa, y desde donde disfrutamos de un atardecer espectacular.

Castillo del Uovo

Un día también intentamos visitar el Palacio de Caserta, pero lo encontramos cerrado, así que optamos por una visita al Claustro de Santa Clara, espacio reconstruido tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. 

El golfo de Nápoles y el Vesubio

Uno de los paisajes más agradables del viaje fue el golfo de Nápoles, con el Vesubio siempre presente como telón de fondo. La presencia del mar aporta serenidad frente al bullicio de la ciudad. Es una imagen característica que acompaña muchas caminatas, especialmente al atardecer.

Gastronomía y otros detalles

La comida en Nápoles es uno de sus puntos fuertes. Probamos platos típicos como la pizza margarita, pasta al horno, y dulces tradicionales. Los precios son razonables si se evita la zona más turística.

En cuanto a la Campania Card, tuvimos algunos problemas con los códigos QR, lo que limitó el uso del transporte público en algunos momentos. Un detalle a tener en cuenta.

Nápoles no es una ciudad para todos los gustos, pero ofrece una experiencia real y auténtica. Aunque su centro histórico es sucio y caótico, también está lleno de historia y de energía. Pompeya es, sin duda, el gran atractivo, y el Museo Arqueológico completa esa visión del pasado romano.

Tres días bastan para conocer lo esencial, pero el viaje puede alargarse si se desea explorar más rincones de Campania. A pesar de los pequeños inconvenientes, fue una visita intensa e inolvidable.






 

26 octubre 2023

LOMBARDIA SEÑORIAL












"Viajar es descubrir que todos están equivocados acerca de otros países"


 

 

Lombardía antes de la pandemia – Un viaje inolvidable


La última región italiana que visitamos antes de que el mundo cambiara radicalmente por la pandemia de COVID-19 fue Lombardía, en agosto de 2019. En ese momento, jamás habríamos imaginado que, pocos meses después, esos mismos paisajes tranquilos y ordenados se convertirían en el epicentro europeo de una crisis sanitaria sin precedentes.

Durante nueve días recorrimos varias ciudades del norte de Italia, combinando el patrimonio histórico con la vida cotidiana de pequeñas y grandes urbes. Fue un viaje variado y enriquecedor que ahora, con el paso del tiempo, adquiere aún más valor.

Bérgamo 

Llegamos el 6 de agosto en vuelo desde Alicante a Bérgamo. Aterrizamos al mediodía y recogimos el coche de alquiler que ya teníamos reservado. Para nuestra primera noche elegimos el B&B Bérgamo, bien ubicado y cómodo.

Por la tarde, tras una comida ligera y un descanso, comenzamos la visita a la ciudad. Desde la zona moderna caminamos hasta el funicular, que nos llevó a la parte alta, la Città Alta, el núcleo medieval. Poco antes de llegar al Ayuntamiento, nos sorprendió una tormenta que nos obligó a refugiarnos en un restaurante. La lluvia, sobre las piedras antiguas, sumó un encanto inesperado al lugar.

El día siguiente, ya sin lluvia, lo dedicamos a recorrer tranquilamente las calles empedradas, la catedral y los templos renacentistas. Terminamos con una comida antes de continuar rumbo a nuestro siguiente destino.


Brescia 

El 7 de agosto por la tarde llegamos a Brescia. Nos alojamos en el Centro Paolo VI, un antiguo edificio eclesiástico con encanto y tranquilidad, ideal para descansar.

Por la tarde, dimos un paseo por el centro histórico. Una nueva tormenta nos obligó a buscar refugio bajo los soportales de las plazas, pero al día siguiente el cielo amaneció despejado. Visitamos el teatro romano y los restos del foro, vestigios del esplendor de la ciudad en tiempos antiguos.

Antes de continuar camino hacia Padua, hicimos una breve parada en el Lago de Garda, concretamente en Sirmione, donde visitamos su castillo junto al lago. Un paréntesis perfecto entre dos ciudades.


Padua 




La tarde del 8 de agosto llegamos a Padua, ya fuera de Lombardía, pero parte del itinerario. Dedicamos la siguiente jornada a descubrir la ciudad:

  • Visitamos el Palacio de la Razón y la Universidad, uno de los centros educativos más antiguos de Europa.

  • Caminamos por el casco histórico, lleno de cafés, plazas y ambiente tranquilo.


En el blog hay una entrada dedicada exclusivamente a Padua, ya que fue una de las visitas más completas del viaje.


Mantua 

Nuestra siguiente parada fue Mantua, menos visitada que otras ciudades italianas pero llena de patrimonio. Nos alojamos en un B&B a las afueras, bien comunicado y tranquilo.

En el centro, comenzamos por la Catedral, situada en la plaza principal. Desde allí recorrimos iglesias y palacios, pero el punto culminante fue el Palacio del Té, una joya del Renacimiento italiano:

  • Destacamos la Sala de los Caballos, decorada con frescos espectaculares.

  • La visita fue relajada, sin aglomeraciones, y nos permitió apreciar con calma la riqueza artística de la ciudad.

    Cremona 

Cremona fue otra grata sorpresa. Su catedral, combinando estilos románico, gótico y renacentista, impresiona desde cualquier ángulo. Junto a ella, el Torrazzo, uno de los campanarios más altos de Europa.

Paseamos por el centro, con calles adoquinadas, bares con terrazas y un ambiente tranquilo. Aunque menos turística que otras ciudades, Cremona tiene un encanto auténtico, perfecto para quienes buscan conocer Italia sin prisas.





23 octubre 2023

LONDRES









“Mind your own business”


(Relato de mis viajes a Londres entre 2008 y 2011)


Este relato es una crónica personal de mis viajes a Londres, realizados en 2008, 2010 y 2011. A lo largo de tres visitas, exploré los rincones más emblemáticos de la capital británica, destacando mis museos favoritos y algunas de las atracciones más icónicas. Al mismo tiempo, reflexiono sobre aspectos que no disfruté tanto, como los controles fronterizos y la actitud poco acogedora de algunos londinenses. A pesar de los buenos recuerdos, once años después del último viaje, el Brexit ha despertado en mí dudas sobre un posible regreso.

Londres es una ciudad que deja huella en todo aquel que la visita. En mi caso, tuve la suerte de ir tres veces, y cada viaje me permitió descubrir nuevos rincones y revisitar algunos de mis lugares favoritos. Sin embargo, han pasado más de once años desde mi último viaje, y el Brexit ha puesto en duda si alguna vez volveré.


Lo que menos me gustó


Una de las cosas que menos disfruté fueron los controles fronterizos al llegar. Volamos tanto a Gatwick como a Stansted, y la experiencia fue bastante desagradable. Los aduaneros eran fríos y antipáticos, una bienvenida poco cálida a una ciudad tan vibrante. En aquellos años, Reino Unido aún formaba parte de la Unión Europea, lo que hacía el paso más ágil. Hoy, con el Brexit, imagino que el proceso será todavía más tedioso. Además, los londinenses, como ocurre a veces con los parisinos, no destacan por su simpatía.



Lo que más me gustó


Si algo compensó esas impresiones iniciales, fueron sus museos. Cada una de las tres veces, Londres me ofreció joyas culturales difíciles de igualar. La National Gallery, el British Museum y el Victoria & Albert Museum fueron mis favoritos. También visité el Tate Modern y el Museo de la Ciudad de Londres, pero la National Gallery y el British se ganaron mi atención especial. Cada visita era un viaje en el tiempo, un acceso directo a la historia y al arte universal.


¿Qué ver en Londres?


La oferta es inagotable y dependerá de los intereses de cada uno. Nosotros organizábamos cada día con una ruta clara, tomando el metro o el autobús para acercarnos a nuestro destino y explorando esa zona hasta bien entrada la tarde. La tarjeta Oyster fue muy útil, especialmente para moverse de forma rápida y económica por una ciudad tan extensa. Aunque los taxis eran caros, el transporte público funcionó bien.



Lo que vimos


Además de los museos, dedicamos tiempo al Parlamento, la Abadía de Westminster y el London Eye, desde donde se obtienen vistas espectaculares de la ciudad. Paseamos por Buckingham PalaceCovent GardenTower Bridge, el Tate Modern y la Catedral de San Pablo. También recorrimos barrios como Notting HillCharing CrossTrafalgar Square o Piccadilly Circus.

En 2011, volvimos a visitar la Torre de Londres, y como en todos los viajes anteriores, siempre quedaba algún rincón nuevo por descubrir. En total, dedicamos 11 días a Londres entre los tres viajes.



Dónde nos alojamos


En 2008, fuimos los cuatro con Vicente y nos alojamos en el NH Harrington, en Kensington y Chelsea. En 2010, viajamos solos y elegimos el Ibis London Earls Court, en Brompton, bien comunicado y funcional. Finalmente, en 2011, fuimos con mi hija Carmen, que estaba en la Universidad de Cambridge, y nos alojamos en una residencia universitaria en Kensington. Todos fueron alojamientos correctos, bien ubicados y sin grandes lujos, pero prácticos para nuestras necesidades.


Comer en Londres


Aunque la ciudad no destaca por su gastronomía tradicional, sí ofrece variedad. Comimos en pubs, cafeterías y cadenas conocidas como Pret a Manger o Wasabi. En alguna ocasión, también probamos el fish & chips, la comida india y la pasta en restaurantes italianos. La calidad general fue buena, aunque los precios, especialmente en zonas turísticas, suelen ser elevados.





Viajes realizados a Londres:

  1. - Octubre 2008 (4 días)
  2. - Agosto 2010 (3 días)
  3. - Julio 2011 (4 días)
Total: 11 días en Londres



18 octubre 2023

CUATRO DIAS PARA VER AVILA, SALAMANCA Y SEGOVIA

Catedral de Salamanca 



La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.

Gabriel García Márquez





Julio de 2018


Castilla y León es una comunidad autónoma extensa, compuesta por nueve provincias. Recorrerla entera en un solo viaje es casi imposible, así que en esta primera incursión por la región, nos centramos en tes de sus capitales: Ávila, Salamanca y Segovia. Como siempre que viajamos por España, lo hicimos en nuestro propio coche.una oferta de Paradores de Turismo: pagabas dos noches y dormías tres. Aprovechamos esta promoción en el mes de julio de 2018, poco después de nuestro regreso de Perú. El viaje fue de cuatro días en total.

Primer día: llegada a Ávila


Salimos temprano y, antes de llegar a nuestro destino principal, paramos a comer en el Parador de Cuenca. También aprovechamos para dar un pequeño paseo por el centro histórico de la ciudad. A media tarde, retomamos la ruta hacia Ávila, donde nos alojamos durante todo el viaje. Desde allí nos desplazamos a las otras ciudades.

Ávila

Dedicamos parte del primer día y la última jornada a conocer Ávila. Es una ciudad pequeña, con apenas 57.000 habitantes, pero muy bien conservada y de gran interés histórico. Su seña de identidad son las murallas medievales, en excelente estado, que rodean el casco antiguo. Además, es la capital de provincia situada a mayor altitud en España, a unos 1.100 metros sobre el nivel del mar.

El centro se recorre fácilmente. Entre los principales puntos de interés destacan su catedral, la iglesia de San Vicente(románica), y varios palacetes históricos. El último día, caminamos buena parte del tramo visitable de la muralla y entramos en los edificios más significativos.


Salamanca

El segundo día lo dedicamos a Salamanca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Su prestigiosa universidad, una de las más antiguas de Europa, le da un carácter propio. El ambiente estudiantil, incluso en verano, le aporta vida y dinamismo.

Recorrimos el casco antiguo, visitamos sus dos catedrales (una románica y otra gótica), la Casa de las Conchas, y el Museo de Art Déco y Art Nouveau, ubicado en la Casa Lis. Comimos en las inmediaciones de la Plaza Mayor, considerada por muchos como la más bonita de España. Salamanca es una ciudad que merece una visita, especialmente por su riqueza arquitectónica y su cercanía a Madrid.


Segovia: acueducto, alcázar y catedral

El tercer día fue para Segovia, que ya conocíamos de otras visitas, pero en esta ocasión tuvimos más tiempo para pasear y observar con calma. Con algo más de 51.000 habitantes, también es una capital manejable para una visita en un día.

Sus tres monumentos más conocidos son el Acueducto romano, el Alcázar, y la Catedral, todos ubicados en el centro histórico. El acueducto impresiona desde cualquier ángulo, y el Alcázar, con su silueta de castillo de cuento, domina el horizonte.

Aunque en este viaje no fuimos, en anteriores visitas recorrimos también el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, situado a las afueras, que recomendamos visitar. En 2009 comimos cochinillo en Casa Cándido, uno de los lugares más tradicionales. Esta vez lo hicimos en el Hotel San Antonio el Real, con un menú más moderno pero muy recomendable.

Este recorrido de cuatro días por Castilla y León nos permitió conocer tres de sus capitales más representativas. Aunque breves, las visitas fueron intensas y bien organizadas. Ávila como base fue una buena elección, y la experiencia de alojarse en Paradores sumó valor al viaje.

En el futuro, nos gustaría seguir explorando el resto de la comunidad: León, Burgos, Zamora, Palencia, Soria y Valladolid, completando así una región que guarda algunos de los mayores tesoros patrimoniales de España.













 

 
 

VARSOVIA Y CRACOVIA