14 octubre 2024

VARSOVIA Y CRACOVIA

 




Lo más grande va sin reparo con lo más pequeño. Lo mediocre va solo.

Rabindranath Tagore





En julio de 2017, emprendimos un viaje por dos de las ciudades más emblemáticas de Polonia: Cracovia y Varsovia. Nuestro periplo comenzó en Cracovia, a donde volamos desde Alicante para pasar los primeros tres días conociendo su rica historia. Después de explorar esta ciudad medieval, nos dirigimos a la capital, Varsovia, para descubrir más sobre la vibrante cultura polaca, antes de regresar a Cracovia y, finalmente, a Alicante.


Cracovia, con su perdurable estilo medieval, fue nuestra primera parada. Aunque solo permanecimos tres días, la ciudad nos deslumbró con su encanto histórico y su atmósfera acogedora. Sus calles adoquinadas y monumentos nos permitieron contemplar tiempos pasados, marcados por la historia y el arte. Este fue solo el inicio para conocer un nuevo que continuaría en la capital.


Para trasladarnos a Varsovia, optamos por un vuelo económico con la aerolínea polaca LOT. A pesar de ser una compañía de bajo coste, el viaje fue cómodo y eficiente, lo que nos permitió aprovechar al máximo el tiempo para seguir explorando algo de Polonia.



Al llegar a Varsovia, nos dirigimos en Uber al monumento a Madame Curie, una de las figuras más destacadas de la ciencia polaca y mundial. Desde allí, comenzamos a recorrer la Ciudad Vieja (Stare Miasto), que, a pesar de haber sido completamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, fue meticulosamente reconstruida. Este esfuerzo de restauración le ha devuelto a la ciudad su esplendor de antaño.


Uno de los puntos más impresionantes fue la Plaza Mayor,  rodeada de hermosos edificios restaurados. Aquí, admiramos la Barbacana, una fortificación que, a diferencia de la de Cracovia, fue reconstruida tras la guerra. Caminar por la Ciudad Vieja aunque extenuante sirvió para apreciar edificios recuperados.


Después de un delicioso almuerzo en la zona, visitamos el Palacio Real, un majestuoso edificio que también fue arrasado durante la guerra, pero que ha sido completamente restaurado. Este palacio alberga una impresionante colección de arte e historia, y es un claro ejemplo de la antigua monarquía polaca.


Nos hospedamos en el Novotel Warszawa Centrum, ubicado a cierta distancia del centro histórico pero cerca de otro icono de la ciudad: el Palacio de la Cultura y la Ciencia. Este imponente edificio, un "regalo" de la antigua Unión Soviética a Polonia, es el más alto de Varsovia y alberga teatros, cines, museos y una terraza con vistas panorámicas de la ciudad. Aunque su estilo arquitectónico es controvertido, no se puede negar su importancia en el paisaje urbano.


Uno de los días más memorables lo dedicamos a visitar el Parque Łazienki Królewskie, un extenso jardín lleno de historia y belleza natural. Tras caminar más de media hora desde nuestro hotel, llegamos a este tranquilo oasis en medio de la ciudad, hogar de palacios, lagos y verdes paisajes. Aquí se encuentra también la famosa escultura de Chopin uno de los hijos más ilustres de Polonia. El parque es un lugar perfecto para desconectar del bullicio urbano y disfrutar de la serenidad.


En tan solo un par de días, logramos ver muchos de los lugares más destacados de Varsovia. Una de las mejores maneras de explorar la ciudad es a través de la Ruta Real (Trakt Królewski), un recorrido que conecta el Castillo Real con el Palacio de Wilanów, pasando por monumentos históricos, iglesias y edificios emblemáticos. Aunque no tuvimos tiempo de visitar el Palacio de Wilanów, altamente recomendado en las guías turísticas, la Ruta Real fue una excelente forma de conocer la rica historia y cultura de la ciudad.


Después de nuestra estancia en Varsovia, regresamos a Cracovia para tomar el vuelo de vuelta a Alicante, pero esta vez, con el corazón lleno de recuerdos imborrables de dos ciudades que, cada una a su manera, representan la esencia de la historia y la cultura polaca.



https://warsawtour.pl/es/varsovia-en-3-dias/






Durante nuestro viaje a Cracovia, admiré la riqueza histórica y cultural que esta ciudad ofrece en comparación con Varsovia. El centro histórico de Cracovia es simplemente impresionante, con sus iglesias, castillos, palacios y museos que conservan la esencia de épocas pasadas. Explorar el barrio judío y visitar la famosa fábrica de Schindler nos permitió adentrarnos en la historia de valentía durante la Segunda Guerra Mundial.Recorrer el casco antiguo de Cracovia fue una experiencia encantadora. La Plaza de Mercado, con la iglesia de Santa María y el Ayuntamiento majestuoso es el lugar más céntrico de la ciudad. Había numerosos carruajes tirados por caballos pero un paseo en estos eran de costo algo elevado.

 

El segundo día la excursión a Auschwitz-Birkenau nos sacudió emocionalmente al presenciar la crudeza de la historia. Contraté la excursión a través de Civitatis. Con la persona que guiaba la excursión exploramos los campos de exterminio nazis y pudimos apreciar una de las peores atrocidades de la historia.

 

A pesar del impacto emocional, visitar este lugar es esencial para comprender la crueldad humana y la importancia de recordar el pasado. Cracovia dejó una huella imborrable. Recomendaría este destino para aquellos que buscan conocer la historia de la persecución judía.  Posteriormente ya en Cracovia descubrimos lugares emblemáticos como la Catedral y el Palacio de Gobierno, que reflejan la rica herencia cultural de la región. El mercado local, con sus colores, aromas y sabores, permite apreciar la tradición culinaria y artesanal de la zona.  








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