El conflicto no es el enemigo; la falta de comunicación lo es."
Ayer, un amigo me envió un mensaje que supongo forma parte de una cadena de difusión sobre la compleja situación geopolítica en Oriente Medio. Como él mismo dice, es un “trabajazo”. Después de leerlo, decidí contribuir con mi granito de arena al compartirlo aquí, acompañado de un analisis de las conexiones mencionadas. El resultado es, sin duda, curioso. Espero esta representación humorística y elaborada del entramado geopolítico os haya hecho reflexionar. La complejidad de las relaciones internacionales puede ser abrumadora, pero a veces, desglosarla de esta manera puede ofrecer una perspectiva más clara.
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Versión integra mensaje
Desconozco quién ha dedicado tiempo a elaborar este análisis, pero combina humor con un profundo conocimiento de geopolítica. A continuación, presento la conversación que ilustra este entramado:
PARA QUE LO ENTIENDAS DE UNA VEZ:
—¿Rusos y ucranianos se pelean por la religión?
—No, tanto los rusos como los ucranianos son ortodoxos.
—Los ucranianos cuentan con el apoyo de EE. UU. y los rusos con el de China.
—Así es.
—Los chinos son ateos.
—Sí.
—¿Y EE. UU.?
—Hombre, los estadounidenses son protestantes, católicos, mormones... ¡maldita sea!
—¿Y Israel?
—¿Qué pasa con Israel?
—¿Qué son?
—Son judíos.
—¿Y los palestinos?
—Los palestinos son musulmanes sunnitas.
—¿Quién apoya a los palestinos?
—Irán.
—¿Los iraníes también son musulmanes?
—Sí, pero chiítas. Normalmente, los chiítas están peleados con los sunitas, pero si tienen que elegir entre ellos y los judíos, entonces sí que los apoyan.
—¿Y los albaneses?
—Los albaneses están a favor de los judíos.
—¿Pero son musulmanes?
—Sí, pero van con Estados Unidos, y Estados Unidos está con Israel.
—Visto. Entonces, los serbios de Bosnia están ciertamente en contra de Israel.
—¿Está de broma? Van con Israel.
—Bueno, y si los musulmanes de Albania están a favor de Israel, entonces los musulmanes de Bosnia también están a favor de Israel.
—Ni de broma. Van con los palestinos.
—Ok... Y los croatas de Bosnia, que están federados con los musulmanes, ¿también van con los palestinos?
—Claro que no. Los croatas de Bosnia están a favor de Israel.
—Y los serbios de Serbia seguramente estarán a favor de Palestina, que no reconoció Kosovo, y en contra de Israel, que sí lo hizo…
—Pues se equivoca. Los serbios de Serbia también están a favor de Israel.
—¿Y los ucranianos?
—Con Israel.
—Entonces, los serbios seguramente están a favor de Ucrania, si ambos van con Israel.
—¿Se está usted pitorreando de mí? Son prorrusos.
—¿Y los croatas?
—También con Israel.
—¿Entonces los croatas están a favor de Rusia?
—No, de Ucrania.
—¿Y los rusos apoyan a Israel?
—Nuevo error. Los rusos están a favor de los palestinos porque Irán los apoya y es aliado de Rusia.
—Bueno, entonces seguramente los musulmanes de Bosnia están con Rusia, porque los musulmanes iraníes están con Rusia, que está con Palestina, y Ucrania está con Israel. ¿Acierto?
—Ni por asomo. Los musulmanes de Bosnia están a favor de Ucrania y en contra de Rusia porque los serbios de Bosnia están a favor de Rusia.
—Ahora ya no tengo nada claro... ¿Y los turcos?
—¿Qué turcos?
—Los turcos son musulmanes, ¿están entonces con los palestinos?
—Bueno, en realidad no. Los palestinos expulsaron a los turcos de Palestina junto con los británicos, por lo que realmente no se llevan bien.
—¿Son los palestinos enemigos de los turcos?
—En realidad, los auténticos enemigos de los turcos son los kurdos.
—¿Qué diablos son los kurdos?
—Los kurdos son ateos.
—Entonces, los kurdos estarán con los chinos, que también son ateos.
—No, los kurdos están con los estadounidenses.
—¿Entonces los turcos están en contra de los estadounidenses si los estadounidenses están con los kurdos?
—Pase lo que pase, los turcos están en la OTAN y son aliados de Estados Unidos.
—¿Y qué pasa con esos armenios?
—¿Qué tienen que ver ahora los armenios?
—¿Qué religión tienen?
—Son ortodoxos.
—¿Están con los rusos?
—No, con los americanos.
—¿Pero los azerbaiyanos los expulsaron de Nagorno-Karabaj?
—Sí.
—¿Y los azerbaiyanos apoyan a los musulmanes de Palestina?
—De ningún modo. Van con los judíos.
—Entonces también están contra Irán porque Irán está a favor de Palestina.
—Nuevo error. Azerbaiyán es amiga de Irán.
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Conclusión
Para mi este relato proporciona una visión clara de cómo la religión, aunque fundamental, no es el único factor en la formación de alianzas internacionales. Mientras que los factores religiosos son críticos en la conformación de ciertas alianzas, especialmente en el contexto del conflicto israelí-palestino, los acuerdos internacionales a menudo están motivadas por intereses geopolíticos y estratégicos más amplios, como el control de recursos, la rivalidad entre grandes potencias y las preocupaciones de seguridad.
La influencia de la religión en las alianzas internacionales
Uno de los aspectos más evidentes es la importancia que juega la religión en los pactos internacionales, especialmente en regiones como el Oriente Medio y los Balcanes, donde la identidad religiosa a menudo define los alineamientos geopolíticos.
1 Estados Unidos y sus aliados pro-occidentales: El analisis destaca que Estados Unidos está alineado con Turquía, Albania, Armenia, y apoya a los kurdos, croatas de Bosnia e Israel. Aquí, la religión toma un rol menos importante en comparación con otros actores, ya que el principal factor que une a estos países y grupos es una orientación pro-occidental o pro-Estados Unidos. Sin embargo, la religión no es completamente irrelevante: la alianza entre Estados Unidos e Israel está profundamente influenciada por el apoyo histórico que diversas corrientes cristianas en Estados Unidos (especialmente el evangelismo) han dado a Israel, además de los intereses geopolíticos y militares.
2. El caso de Israel: Israel es un actor central en este conflicto, rodeado de un grupo de aliados pro-occidentales, como Croacia, los croatas de Bosnia y los serbios de Bosnia. Esto refleja la complicada situación geopolítica en la que se encuentra Israel, donde sus alianzas en el Medio Oriente se ven reforzadas por el apoyo de países distantes, como los estados balcánicos. Las conexiones de Israel con naciones que históricamente no han sido musulmanas subrayan la importancia de los factores étnicos y religiosos en la creación de alianzas.
3. Palestina y el mundo musulmán: Palestina, se comprueba como es apoyada por naciones como Irán y Azerbaiyán, está en gran parte alineada con países del mundo musulmán, particularmente con los predominantemente chiitas como Irán, pero también con los musulmanes sunitas de Bosnia y otros países árabes. Aquí, la religión es un factor decisivo en la conformación de alianzas: Palestina es vista como un símbolo del sufrimiento musulmán, lo que le asegura el apoyo de varios estados islámicos, independientemente de otras diferencias ideológicas o políticas.
La división entre sunitas y chiitas
Un aspecto interesante es la representación de las posturas entre musulmanes chiitas y sunitas. Esta división religiosa tiene un impacto profundo en la política de la región y en las alianzas internacionales. En el informe, se puede ver que Irán, un país predominantemente chiita, apoya a Palestina, pero también tiene una alineación con Azerbaiyán, un país que, aunque mayoritariamente chiita, tiene una política más laica y pro-occidental.
Por otro lado, los estados sunitas como Arabia Saudita, no aparecen directamente alineados con Palestina en el estudio, lo que refleja la complejidad de las relaciones en el mundo árabe. Aunque muchos países árabes sunitas simpatizan con la causa palestina, las tensiones sectarias y las rivalidades geopolíticas han llevado a una relación a veces distante entre los estados sunitas del Golfo y Palestina, especialmente con la creciente normalización de relaciones entre algunos países árabes e Israel.
Rusia y sus alianzas
El informe también muestra a Rusia como un actor que apoya tanto a Serbia como a Palestina, lo que es indicativo de su estrategia geopolítica de contrarrestar la influencia de Estados Unidos y sus aliados. Aunque Rusia es predominantemente ortodoxa, su apoyo a Palestina es más bien un movimiento estratégico para fortalecer su presencia en el Medio Oriente y mantener influencia en una región clave para la política energética y militar global. De manera similar, el apoyo a Serbia refleja tanto la afinidad cultural y religiosa (ambos son en su mayoría ortodoxos) como un deseo de mantener influencia en los Balcanes.
China y su papel
Finalmente, China aparece en el estudio como alineada con Rusia y Palestina. Este alineamiento no es motivado por factores religiosos, sino por intereses geopolíticos. China busca consolidar su influencia global en regiones donde puede contrarrestar la hegemonía occidental, y su apoyo a Palestina refleja una postura de largo plazo en favor de la soberanía de los estados y en contra de la intervención extranjera, además de su interés en consolidar su presencia en el Medio Oriente.