14 julio 2025

CARTAGENA Y LORCA DESDE EL CAMPELLO

 



    Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.

    Miguel de Cervantes




A poco más de una hora desde El Campello, las ciudades de Cartagena y Lorca ofrecen dos formas distintas —pero complementarias— de entender el patrimonio y la historia de la Región de Murcia. Aunque se podrían visitar en una sola jornada, optamos por un fin de semana completo, lo que nos permitió conocerlas con más calma y profundidad.


Cartagena: arqueología frente al mar (junio 2014)

Nuestra primera parada fue Cartagena, donde nos alojamos en el NH Campo de Cartagena. El hotel, algo alejado del centro, resultó cómodo y tranquilo.

La ciudad destaca por su pasado romano, gran parte del cual ha sido recuperado en las últimas décadas:

  • El Teatro Romano, descubierto en 1988, es el principal referente arqueológico de la ciudad. Se accede a través de un pequeño museo anexo, que permite contextualizar el hallazgo.

  • Visitamos también las termas romanas y los restos del foro, integrados en el recorrido urbano.

El centro histórico conserva edificios neoclásicos de finales del XIX y principios del XX, que se mezclan con zonas modernas. Paseamos por el puerto, muy agradable, y visitamos el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, pequeño pero muy interesante, especialmente por sus piezas rescatadas del fondo del mar.

Desde uno de los cerros cercanos, pudimos observar la plaza de toros Ortega Cano, hoy cerrada. Está construida sobre el antiguo anfiteatro romano, lo que añade una capa más a la historia urbana de Cartagena.




Lorca: ciudad de frontera y patrimonio (junio 2014)


La segunda jornada la dedicamos a Lorca, donde nos alojamos en el Parador Nacional, ubicado en lo alto del cerro que domina la ciudad. Las vistas desde allí permiten ver todo el casco urbano a vista de pájaro.

El día anterior lo habíamos pasado en el balneario de Archena, una buena forma de comenzar el fin de semana con tranquilidad.

  • Visitamos el Castillo de Lorca, muy próximo al parador. Desde sus murallas, la ciudad se extiende como un tapiz histórico.

  • Recorrimos también la Colegiata, la Iglesia de San Martín y otras construcciones de los siglos XVI al XVIII. En San Martín aún eran visibles las secuelas del terremoto de 2011, que también llegó a sentirse en Alicante.

Un detalle práctico: hay un gran aparcamiento a la entrada de la ciudad, con tarifas muy razonables. Junto a él, la oficina de turismo ofrecía una exposición sobre la Semana Santa de Lorca, una celebración declarada de Interés Turístico Internacional, muy singular por su carácter visual y la rivalidad entre cofradías.

Paseamos por el centro histórico, deteniéndonos frente al Teatro Guerra, el Palacete Huerto Ruano y el Palacio de Guevara, donde se conserva una botica tradicional donada por un farmacéutico local.

Para almorzar, elegimos el restaurante Albedrío, cerca del teatro. Tapas sencillas, 


Teatro romano


Regreso a Cartagena (enero 2022)


Volvimos a Cartagena en enero de 2022. La ciudad sigue evolucionando, con nuevas zonas rehabilitadas y una apuesta clara por su legado histórico. Pese al paso del tiempo, mantiene su conexión con el pasado romano y su identidad mediterránea, una mezcla que la hace única en esta parte del sureste peninsular.

Cartagena y Lorca ofrecen al viajero una combinación equilibrada de historia antigua, arquitectura y vida urbana tranquila, todo ello a poca distancia de casa. Una escapada breve, pero muy completa, que permite descubrir dos de los destinos más significativos del interior murciano, entre ruinas, plazas, museos y buena gastronomía.








 

11 julio 2025

SANTIAGO DE CHILE

 

Torre Costanera






 
"Descubrir una ocasión no es difícil; lo difícil es descubrirla el primero".

Benjamín Franklin






Santiago de Chile


Visité Santiago de Chile durante las Semanas Santas de 2016 y 2017, y en ambas ocasiones confirmé que esta ciudad, capital del país, es un destino fascinante, donde historia, modernidad y cultura conviven en armonía. Rodeada por la imponente cordillera de los Andes, Santiago ofrece un espectáculo visual único: montañas nevadas al fondo de un paisaje urbano vibrante.

Plaza de Armas de Santiago

 

El corazón histórico: Plaza de Armas y La Moneda


Durante mis dos viajes, dediqué parte importante de la estancia para recorrer el centro histórico, epicentro de la vida política y patrimonial de la ciudad. Uno de los puntos más representativos es la Plaza de Armas, rodeada por la Catedral Metropolitana, el Museo Histórico Nacional y otros edificios coloniales que relatan el pasado fundacional de Santiago.
Muy cerca se encuentra el Palacio de La Moneda, sede del Gobierno, cuya arquitectura sobria contrasta con el dinamismo del entorno. En mi primera visita exploré estos lugares en solitario; al año siguiente, regresé acompañado por Carmen, quien también pudo descubrir el encanto de esta zona central y sus calles llenas de vida.

Cerro Santa Lucía y el arte callejero de Bellavista
Uno de los lugares más populares de Santiago es el Cerro San Cristóbal, conocido por sus vistas panorámicas. Aunque no llegamos a subir en ninguna de las dos ocasiones, sí visitamos el Cerro Santa Lucía, un espacio verde más accesible desde el centro, lleno de senderos, fuentes y miradores que invitan a caminar con calma.
El segundo día recorrimos el Barrio Bellavista, probablemente el más bohemio y creativo de la ciudad. Las fachadas de sus casas están decoradas con murales coloridos y grafitis artísticos, que convierten cada calle en una galería al aire libre. Bellavista también destaca por su ambiente relajado, cafés y restaurantes. Hicimos una pausa para disfrutar de un buen café 
y observar el ir y venir de la gente, entre arte y cultura urbana.

Santiago moderno: Providencia y Las Condes
Santiago también sorprende por su lado más contemporáneo. Barrios como Providencia y Las Condes muestran una ciudad moderna, repleta de rascacielos, oficinas, hoteles de categoría y grandes centros comerciales. El más emblemático de todos es la Torre Costanera, el edificio más alto de América Latina, que se alza como símbolo del progreso económico y urbanístico del país.

Esta coexistencia entre lo moderno y lo tradicional le da a Santiago una identidad particular. Sin embargo, se echa en falta una presencia más visible de su historia cultural en algunos espacios públicos, especialmente fuera del centro.

En conjunto, Santiago de Chile ofrece al viajero un abanico de contrastes: desde las vistas majestuosas de la cordillera, hasta sus barrios modernos y centros históricos. Fue una experiencia urbana rica y variada, que nos permitió conocer otra cara de Sudamérica, más allá de lo esperado.
Uno de los principales atractivos de la ciudad es el Cerro San Cristóbal, que ofrece una de las mejores vistas panorámicas de Santiago. Aunque no llegamos a subir, visitamos el cercano parque Santa Lucía, un hermoso espacio verde más accesible desde el centro urbano.

El segundo día, caminamos por el Barrio Bellavista, famoso por su vida nocturna y artística. Sus calles están decoradas con vibrantes murales y cuenta con una gran oferta de bares y restaurantes. Nos detuvimos en uno de ellos para disfrutar de un café mientras observábamos la atmósfera creativa del lugar.

Por otro lado, los barrios modernos como Las Condes y Providencia muestran el lado más cosmopolita de Santiago, con rascacielos como el Costanera, el más alto de América Latina, y modernos centros comerciales. Esta mezcla de modernidad y algunos vestigios del pasado colonial le dan a Santiago una identidad única, aunque se extraña mayor presencia de su historia cultural en otros rincones de la ciudad.

08 julio 2025

CIUDAD DE MEXICO

 

Paseo de la Reforma


 

"Planifica tu futuro como si fueras a quedarte para siempre; saborea el presente como si fuera tu último suspiro."




Ciudad de México


Nuestro viaje a Ciudad de México fue un recorrido por una capital vibrante, desbordante de historia, modernidad y simbolismo. Desde el momento en que llegamos, la ciudad nos asombró con su caos ordenado, sus cielos vigilados por rascacielos y sus calles que respiran siglos de cultura viva.


Paseo de la Reforma y las Catrinas


Cada tarde, recorríamos el Paseo de la Reforma, una de las avenidas más emblemáticas del país. Flanqueada por árboles, fuentes y esculturas, esta gran arteria urbana nos conducía al alma de la ciudad. En medio del bullicio, el Ángel de la Independencia, majestuoso y brillante bajo el sol, se erguía como testigo del tiempo. Alrededor, las figuras de Catrina decoraban la avenida con sus vestidos elegantes y sus rostros esqueléticos. Esta personificación de la muerte, tan presente en la cultura mexicana, no asusta: celebra la vida. Cada escultura parecía una guardiana festiva del eterno ciclo entre la existencia y el recuerdo.




Teotihuacán 


El último día reservamos la mañana para una de las experiencias más impactantes del viaje: la visita al complejo arqueológico de Teotihuacán. Las pirámides, imponentes y silenciosas, se alzaban hacia el cielo como monumentos eternos. Subimos los peldaños de la Pirámide del Sol, y desde su cima, el horizonte parecía sin fin. Al otro extremo, la Pirámide de la Luna completaba el paisaje con su simetría ancestral. Por un instante, sentí que habíamos viajado en el tiempo, tocando con la mirada las huellas de una civilización milenaria.

Xochimilco

Por la tarde, cambiamos la historia antigua por la alegría de lo popular. Navegamos por los canales de Xochimilco en una colorida trajinera, adornada con flores y nombres pintados a mano. La música de mariachis flotaba en el aire mientras el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos dorados. El agua reflejaba luces y sombras, y las flores, agitadas por la brisa, parecían danzar con el crepúsculo. Fue un paseo lleno de encanto, de esos que se guardan para siempre en la memoria.

Museo Nacional de Antropología


Si hay un lugar que realmente nos conmovió fue el Museo Nacional de Antropología, al que dedicamos un día entero. Cada sala era una cápsula del tiempo, desde las gigantescas cabezas olmecas hasta los delicados artefactos mayas, pasando por los códices, urnas y esculturas aztecas. Fue un recorrido fascinante por la riqueza cultural del México prehispánico.


Almorzamos en uno de los restaurantes del museo, haciendo una pausa para digerir no solo la comida, sino también la sobrecogedora magnitud de lo que habíamos contemplado. El museo no solo exhibe piezas; cuenta historias que aún viven en el alma de este país.


Centro Histórico

En nuestros paseos por el centro, no podía faltar una parada en el Palacio de Bellas Artes, un edificio de mármol blanco que es símbolo de la cultura mexicana. Su arquitectura, imponente y elegante, alberga en su interior obras de artistas nacionales e internacionales, y representa la fusión entre arte, historia y modernidad.

Muy cerca, ascendimos a la Torre Latinoamericana, desde cuya terraza panorámica se despliega la inmensidad de la ciudad. Desde allí, Ciudad de México se revela en todo su esplendor: un océano de edificios, avenidas, plazas y vida, con el eco de su pasado resonando en cada esquina.

Ciudad de México nos recibió con sus contrastes, su energía y su historia. Es una metrópolis donde lo ancestral y lo contemporáneo conviven con naturalidad, donde cada calle tiene algo que contar, y cada plaza invita a detenerse y escuchar.









 
 
 

05 julio 2025

FIN DE SEMANA EN UBEDA Y BAEZA

 



"Cogito, ergo sum."

Descartes


UBEDA Y BAEZA


Día 1 – Llegada a Úbeda


Llegamos a Úbeda el 25 de julio por la tarde. El sol empezaba a bajar y las calles estaban tranquilas. Nos alojamos en el apartamento El Architectura, en pleno centro histórico. Desde allí se puede ver parte del conjunto renacentista de la ciudad. Después de dejar las maletas, salimos a caminar y compramos provisiones en un supermercado cercano.



Día 2 – Recorrido por Úbeda


Después del desayuno, empezamos la visita cultural. Nuestra primera parada fue el Palacio Vela de los Cobos, un edificio renacentista con fachada de piedra, escudos heráldicos y detalles de hierro forjado. El interior conserva elementos originales.


Más tarde, nos acercamos a la casa natal de Joaquín Sabina, señalizada como punto de interés. La fachada es sencilla, pero el lugar está bien conservado.


Úbeda


Día 2 – Por la tarde en Baeza


Por la tarde fuimos a Baeza, a unos 10 minutos en coche desde Úbeda. La ciudad es más pequeña y menos transitada. Visitamos la Universidad Antigua, con una fachada de piedra sobria y columnas. El edificio mantiene su aspecto original y es uno de los puntos principales del conjunto histórico.


También caminamos por el centro, donde se encuentran otros edificios renacentistas, como la Catedral y el Ayuntamiento. El ambiente en general es tranquilo y bien cuidado.



Información útil


Cómo llegar:

Úbeda y Baeza están en la provincia de Jaén (Andalucía). Se puede llegar por carretera desde Madrid (3h 30 min aprox.) o desde Granada (1h 30 min).


Alojamiento:

Recomendamos alojarse en el centro histórico para poder recorrer a pie los principales monumentos. El apartamento El Architectura fue una buena opción por ubicación y comodidad.


Visitas recomendadas:

Palacio Vela de los Cobos (Úbeda)

Casa natal de Joaquín Sabina (Úbeda)

Universidad Antigua (Baeza)

Catedral de Baeza

Paseo por los centros históricos



Mis videos


02 julio 2025

AMSTERDAM

 


Ayuntamiento 


"El viaje no solo amplía la mente, la forma."
Bruce Chatwin




Durante la Semana de Pascua de 2011, aprovechamos las vacaciones para hacer una escapada a Ámsterdam, capital de los Países Bajos. Volamos desde Alicante con la idea de conocer una de las ciudades más visitadas de Europa. Aunque es famosa por sus canales, bicicletas y ambiente relajado, he de reconocer que no fue de las ciudades que más me han marcado entre las que he visitado.

 

Museo Van Gogh: uno de los puntos fuertes

 

El viaje comenzó con una visita al Museo de Vincent Van Gogh, una de las principales atracciones culturales de la ciudad. Aunque no se podían hacer fotografías en el interior —excepto en el vestíbulo—, fue una experiencia enriquecedora poder ver de cerca tantas obras icónicas del artista.

Para quienes disfrutan del arte, este museo es sin duda una visita obligada en Ámsterdam.


Paseo por el Mercado de las Flores

Un par de días después paseamos por el conocido Mercado de las Flores, ubicado junto a uno de los canales. Como era de esperar, el lugar estaba lleno de tulipanes y bulbos típicos de los Países Bajos, en un entorno muy pintoresco. Es una de esas imágenes que identifican claramente a la ciudad y que vale la pena ver.

 

Palacio Real y Rijksmuseum (cerrado)

También pasamos por la Plaza Dam, donde se encuentra el Palacio Real, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Lo vimos desde el exterior, ya que no entramos.

Una de las visitas que no pudimos hacer fue al Rijksmuseum, ya que se encontraba en proceso de remodelación. Fue una lástima, ya que es uno de los museos más importantes de Europa.



Canal en Amsterdam

 

Impresiones personales de la ciudad

Ámsterdam es una ciudad con mucho encanto para quienes disfrutan caminando sin rumbo fijo. Sus canales, las casas antiguas con fachadas inclinadas, los puentes y las bicicletas que llenan cada calle forman una imagen muy característica.

Sin embargo, para mí no fue una ciudad especialmente memorable. El ambiente era agradable, pero no me dejó una impresión tan fuerte como otras capitales europeas. Quizás influyó el hecho de que durante nuestra visita, la Plaza Dam estaba ocupada por una feria, con una gran noria que restaba protagonismo al entorno. Tampoco visitamos el Museo Madame Tussauds, que no nos llamaba especialmente la atención.

 

Otros lugares visitados

 

Además de los puntos más conocidos, también exploramos otras zonas de la ciudad:

  • El Barrio de Jordaan, con sus tiendas pequeñas, cafeterías y calles tranquilas. Fue uno de los rincones que más me gustaron por su ambiente local y menos turístico.
  • El Vondelpark, el parque urbano más grande de Ámsterdam. No lo recorrimos por dentro, pero pasamos por sus alrededores. Es un lugar muy frecuentado por locales para pasear o hacer picnic.

 

Ámsterdam es una ciudad que ofrece una buena combinación de arte, historia, vida urbana y canales. Para quienes disfrutan de los museos y los paseos tranquilos, puede ser una excelente elección. En mi caso, aunque fue una experiencia interesante, no se encuentra entre mis destinos favoritos.

Aun así, es una ciudad que merece una visita, sobre todo para conocer su ambiente relajado, su cultura ciclista y su importante oferta cultural.

 






24 junio 2025

EMILIA ROMAGNA

 


La observación es el arte de descubrir lo extraordinario en lo cotidiano.






Emilia-Romagna: Mosaicos, motores y ciudades con alma


Fecha del viaje: Noviembre de 2018

Ciudades visitadas: Bolonia, Ferrara, Módena, Rávena


Emilia-Romagna es una región del norte de Italia famosa por su riqueza cultural, gastronómica y arquitectónica. Uno de sus mayores tesoros es Rávena, antigua capital del Imperio Bizantino en Occidente, con sus impresionantes mosaicos del siglo V y VI. Pero este viaje fue mucho más que eso: Bolonia, Ferrara y Módena también nos mostraron su alma a través del arte, la historia… y los motores.



Llegada a Bolonia

Nuestro viaje comenzó el 13 de noviembre de 2018, con un vuelo de Ryanair desde Alicante. Al llegar, alquilamos un coche y nos dirigimos al hotel Holiday Inn Express, en las afueras de Bolonia. Era una elección práctica: buen acceso por carretera, aparcamiento gratuito y un centro comercial cercano para resolver necesidades básicas.


 Ferrara

A menos de una hora en coche, Ferrara nos sorprendió con su encanto tranquilo. Paseamos por su casco histórico, donde la mezcla de arquitectura medieval y barroca nos cautivó.

  • Visitamos la Catedral, parcialmente en obras, pero impresionante por dentro.

  • El Castillo Estense, con su foso y sus torres, fue una de las visitas más destacadas. Nos detuvimos a tomar un café dentro, disfrutando del ambiente solemne de este monumento.

Ferrara es una ciudad que se recorre con calma, ideal para los que buscan belleza sin multitudes.



 Módena

Nuestra siguiente parada fue Módena, famosa por su relación con Ferrari.

  • El Museo Ferrari es una parada obligatoria, tanto por sus coches de colección como por su presentación moderna.

  • Recorrimos también el centro histórico y su catedral románica, una de las joyas de la ciudad.

  • Entramos en una iglesia desacralizada que albergaba una exposición navideña: una curiosa mezcla de lo religioso y lo moderno.

Anécdota: Me equivoqué de acceso al centro y terminé con una multa de 100€, recibida dos meses después.


 

Rávena

Si hay una ciudad que nos deslumbró, fue Rávena. Esta antigua capital bizantina es un museo al aire libre:

  • La Basílica de San Vital y el Mausoleo de Gala Placidia nos dejaron sin palabras. Los mosaicos bizantinos, vibrantes aún después de siglos, reflejan una espiritualidad profunda.

  • Visitamos también San Apolinar Nuevo, el Baptisterio Neoniano, la Basílica de San Francisco y la tumba de Dante.

    Rávena es posiblemente el mejor ejemplo de arte paleocristiano y bizantino en Europa occidental.

Este viaje a Emilia-Romagna nos demostró que la región es mucho más que su capital, Bolonia. Rávena fue la gran revelación, pero tanto Ferrara como Módena nos ofrecieron experiencias culturales únicas. Emilia-Romagna se consolidó, para nosotros, como una de las regiones más ricas en arte y autenticidad del norte de Italia.









 
 

16 junio 2025

QUITO

 


 




Palacio de Carondelet


El único hombre que puede cambiar de opinión, es aquel que solo tiene una.

Harun Al-Rasïd



Quito

Quito, la capital de Ecuador, es una ciudad que asombra por su rica historia, su arquitectura monumental y su impresionante ubicación en la cordillera andina. Situada a 2.850 metros sobre el nivel del mar, es una de las capitales más altas del mundo y alberga un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nuestra visita coincidió con los días festivos por la Batalla de Angamos, y llegamos desde Lima dispuestos a descubrir esta joya andina con calma y admiración.

Nos alojamos en un encantador hotel cerca de la Plaza de San Francisco, lo que nos permitió movernos a pie por todo el centro histórico. La cercanía a los principales puntos de interés fue clave para disfrutar la ciudad sin prisas ni necesidad de transporte.

 Día 1 – El corazón histórico de Quito

Ese primer día contratamos una guía local, una excelente decisión para sumergirnos en la historia y la cultura de la ciudad. Comenzamos en la Plaza de la Independencia, también conocida como Plaza Grande, el centro neurálgico de Quito. Allí se encuentran:

  • La Catedral Metropolitana

  • El Palacio de Carondelet, sede del gobierno

  • El Palacio Arzobispal

Nuestra guía nos explicó con detalle la historia de cada uno, dando vida a las piedras y balcones de este magnífico entorno.

Luego caminamos hasta la Iglesia de la Compañía de Jesús, cuya fama está más que justificada. Su interior, cubierto completamente de pan de oro, es un ejemplo sobresaliente del barroco latinoamericano. Es difícil no quedarse sin palabras al contemplar sus detalles minuciosos, la luz cálida reflejándose en las paredes y el aura mística que envuelve el lugar.

La jornada continuó en la cercana Plaza de San Francisco y su imponente convento, uno de los más antiguos de la ciudad. Rodeados de fachadas coloniales, adoquines y el bullicio pausado de la ciudad, sentimos que caminábamos dentro de un libro de historia.


 Día 2 – Torres, cultura y vistas

Este día lo dedicamos a explorar algunos de los monumentos más emblemáticos y modernos de Quito.

Nuestra primera parada fue la Basílica del Voto Nacional, una joya neogótica que domina el perfil de la ciudad. Subimos a sus torres, desde donde disfrutamos de una vista panorámica espectacular. Quito se desplegaba a nuestros pies, entre montañas, tejados rojizos y cielos abiertos.

Por la tarde, nos adentramos en el ámbito cultural con visitas al:

  • Museo Casa de la Cultura Ecuatoriana

  • Museo de la Ciudad

Ambos espacios nos ofrecieron una inmersión profunda en la historia de los pueblos originarios, sus tradiciones, y el mestizaje que ha dado forma a la identidad ecuatoriana.


 Día 3 – El Pichincha y la Mitad del Mundo

Nuestro tercer día fue toda una aventura natural y simbólica.

Por la mañana, subimos al Teleférico de Quito, que asciende hasta los 4.100 metros de altitud en las faldas del volcán Pichincha. La experiencia fue emocionante: el aire fresco, las vistas de la ciudad desde lo alto, y la inmensidad de los Andes formaron uno de los momentos más memorables del viaje.

Por la tarde, visitamos la Mitad del Mundo, el lugar donde se marca simbólicamente el paso de la línea ecuatorial. Allí, además de tomarnos la clásica foto con un pie en cada hemisferio, participamos en divertidos experimentos que explicaban los efectos únicos que ocurren en el ecuador del planeta. Entre ellos, el famoso cambio de dirección del agua según el hemisferio.

Quito nos gustó por muchas razones: su belleza arquitectónica, su herencia cultural, sus vistas imponentes, y sobre todo, por la forma en que combina lo antiguo y lo moderno con naturalidad. Es una ciudad que se vive a pie, a paso lento, permitiendo que cada calle, plaza e iglesia cuente su propia historia.

La experiencia de contemplar Quito desde el Pichincha, con las nubes bajo los pies y los Andes en el horizonte, será un recuerdo imborrable.

 


05 junio 2025

OCCITANIA Y PROVENZA.FRANCIA

 






Los viajes son como los atardeceres. Si esperas demasiado puedes no llegar a tiempo.



 

  • BEZIERS
  • NIMES
  • ARLES
  • ORANGE
  • AVIGNON
  • CARCASONA


Occitania y Provenza en coche (junio 2018)


En junio de 2018 emprendimos un viaje en coche desde El Campello hacia el sur de Francia para explorar algunas de las regiones más ricas en historia y patrimonio: Occitania y Provenza. Aprovechando el buen tiempo y la cercanía con la frontera, organizamos una ruta cultural que combinó ciudades romanas, medievales y paisajes mediterráneos.

Trayecto en coche

  • Ida: Parada intermedia en Tarragona.

  • Regreso: Noche en Perpiñán, que dejamos pendiente para visitar en más profundidad en otra ocasión.

Base del viaje: Nos alojamos en un hotel a las afueras de Nimes, ideal para movernos con facilidad por carretera, evitar el tráfico del centro y aparcar cómodamente.


Beziers

Béziers

  • Fue la primera parada del viaje.

  • Almorzamos en el centro y paseamos por el casco antiguo.

  • Subimos hasta la Catedral de Saint-Nazaire, con excelentes vistas desde lo alto.

  • El puente medieval nos ofreció una de las mejores panorámicas de la ciudad.

Nimes 

Nîmes

  • Nuestra base durante el viaje.

  • Visitamos:

    • Anfiteatro romano (Les Arènes): muy bien conservado y aún en uso para eventos.

    • Maison Carrée: uno de los templos romanos mejor conservados del mundo.

    • Esplanade Charles De Gaulle: amplia plaza con fuentes y zonas verdes.

    • Jardins de la Fontaine: pulmón verde de la ciudad, donde están el Templo de Diana y la Torre Magna, con vistas sobre Nîmes.

Ciudad muy agradable, monumental, con buen ambiente y mucha historia.

Página oficial: nimes-tourisme.com

Arlés

  • Ciudad marcada por el legado romano y la huella de Vincent van Gogh.

  • Visitamos:

    • Anfiteatro romano (Les Arènes)

    • Teatro Antiguo

    • Plaza de la República, con su obelisco y la Iglesia de San Trófimo

    • Fundación Vincent van Gogh: interesante visita con arte contemporáneo y referencias al artista.

Más info: losapuntesdelviajero.com – Arlés

Orange

  • Antes de llegar, hicimos una parada en el Pont du Gard, un magnífico acueducto romano comparable al de Segovia.

  • En Orange visitamos:

    • Teatro romano: uno de los mejor conservados del mundo.

    • Arco de Triunfo, situado en la entrada de la ciudad.

  • El casco antiguo conserva su encanto y es ideal para pasear.

Aviñón

  • Uno de los grandes hitos del viaje.

  • Lo más destacado:

    • Palacio de los Papas: gótico y monumental.

    • Puente de Saint-Bénézet (Puente de Aviñón).

  • Casco antiguo con mucho encanto, ideal para recorrer a pie.

  • Entorno provenzal muy atractivo, con campos de lavanda y viñedos.

Carcasona (Carcassonne)

  • La última parada antes de regresar.

  • Ciudad completamente amurallada, que recuerda a Ávila en su trazado defensivo.

  • Recorrimos:

    • Iglesias, castillo y varias casas-museo del interior de la ciudadela.

  • Almuerzo en el interior de la ciudad vieja.

  • Al terminar el día, seguimos hasta Perpiñán para pasar la noche.


Este viaje por carretera fue una excelente forma de explorar con libertad el sur de Francia. Las regiones de Provenza y Occitania ofrecen un equilibrio perfecto entre patrimonio, naturaleza y tranquilidad. Ciudades como Nîmes, Arlés, Orange y Aviñón nos permitieron conectar con la historia romana y medieval, mientras que lugares como Carcasona o Béziers nos sorprendieron con su encanto.

Viajar en nuestro coche nos dio la flexibilidad para adaptar el ritmo, descubrir rincones menos turísticos y disfrutar de cada etapa sin prisas.



 
 
  
 


CARTAGENA Y LORCA DESDE EL CAMPELLO