La observación es el arte de descubrir lo extraordinario en lo cotidiano.
Emilia-Romagna: Mosaicos, motores y ciudades con alma
Fecha del viaje: Noviembre de 2018
Ciudades visitadas: Bolonia, Ferrara, Módena, Rávena
Emilia-Romagna es una región del norte de Italia famosa por su riqueza cultural, gastronómica y arquitectónica. Uno de sus mayores tesoros es Rávena, antigua capital del Imperio Bizantino en Occidente, con sus impresionantes mosaicos del siglo V y VI. Pero este viaje fue mucho más que eso: Bolonia, Ferrara y Módena también nos mostraron su alma a través del arte, la historia… y los motores.
Llegada a Bolonia
Nuestro viaje comenzó el 13 de noviembre de 2018, con un vuelo de Ryanair desde Alicante. Al llegar, alquilamos un coche y nos dirigimos al hotel Holiday Inn Express, en las afueras de Bolonia. Era una elección práctica: buen acceso por carretera, aparcamiento gratuito y un centro comercial cercano para resolver necesidades básicas.
Ferrara
A menos de una hora en coche, Ferrara nos sorprendió con su encanto tranquilo. Paseamos por su casco histórico, donde la mezcla de arquitectura medieval y barroca nos cautivó.
Visitamos la Catedral, parcialmente en obras, pero impresionante por dentro.
El Castillo Estense, con su foso y sus torres, fue una de las visitas más destacadas. Nos detuvimos a tomar un café dentro, disfrutando del ambiente solemne de este monumento.
Ferrara es una ciudad que se recorre con calma, ideal para los que buscan belleza sin multitudes.
Módena
Nuestra siguiente parada fue Módena, famosa por su relación con Ferrari.
El Museo Ferrari es una parada obligatoria, tanto por sus coches de colección como por su presentación moderna.
Recorrimos también el centro histórico y su catedral románica, una de las joyas de la ciudad.
Entramos en una iglesia desacralizada que albergaba una exposición navideña: una curiosa mezcla de lo religioso y lo moderno.
Anécdota: Me equivoqué de acceso al centro y terminé con una multa de 100€, recibida dos meses después.
Rávena
Si hay una ciudad que nos deslumbró, fue Rávena. Esta antigua capital bizantina es un museo al aire libre:
La Basílica de San Vital y el Mausoleo de Gala Placidia nos dejaron sin palabras. Los mosaicos bizantinos, vibrantes aún después de siglos, reflejan una espiritualidad profunda.
Visitamos también San Apolinar Nuevo, el Baptisterio Neoniano, la Basílica de San Francisco y la tumba de Dante.
Rávena es posiblemente el mejor ejemplo de arte paleocristiano y bizantino en Europa occidental.
Este viaje a Emilia-Romagna nos demostró que la región es mucho más que su capital, Bolonia. Rávena fue la gran revelación, pero tanto Ferrara como Módena nos ofrecieron experiencias culturales únicas. Emilia-Romagna se consolidó, para nosotros, como una de las regiones más ricas en arte y autenticidad del norte de Italia.