No importa lo que pase. Viajar te da una historia que contar.
Decidimos aprovechar los vuelos directos y a buen precio desde Alicante hacia Turín para realizar esta escapada en pleno verano. Aunque sabíamos que en julio las temperaturas en Italia suelen ser elevadas, no esperábamos encontrarnos con una ola de calor tan intensa que también afectara al norte del país, especialmente a Turín, que se encuentra cerca de los Alpes. Aun así, disfrutamos de nuestra estancia y supimos adaptarnos a las circunstancias.
Nos alojamos en el Hotel Torino Porta Susa, muy cerca de la estación de tren Porta Susa, una de las principales de Turín. Este hotel se encuentra en un edificio que comparte espacio con viviendas y establecimientos comerciales, no es un edificio exclusivo. Nos asignaron una amplia buhardilla, equipada con cocina y frigorífico, aunque sin utensilios para utilizarlos. Fue suficiente para pasar las noches y descansar después de nuestros días de exploración. El precio del alojamiento nos pareció razonable en relación con la calidad del servicio ofrecido.
El hotel estaba ubicado a 1,5 kilómetros del centro comercial de la ciudad, lo cual hacía que las distancias a pie fueran un poco largas. A partir del segundo día, para movernos desde el hotel a los sitios que queríamos visitar, optamos por utilizar Uber, lo que resultó ser muy cómodo, aunque en algunas ocasiones tuvimos que esperar un poco más de lo habitual.
Museo Egizio |
Durante este viaje, mantuvimos nuestras costumbres gastronómicas habituales cuando estamos en Italia, disfrutando de deliciosas comidas en trattorias y pizzerías locales. Me encanta la pasta, así que fue un placer probar diferentes platos tradicionales en cada lugar. Además, como en cada visita a Italia, no podían faltar nuestras pausas diarias para tomar café. En Turín, esto tiene un significado especial, ya que es la ciudad donde se encuentra la famosa fábrica de Lavazza Aunque no tuvimos la oportunidad de visitarla, fue interesante saber que está.
Entre nuestros paseos por el centro de la ciudad, recorrimos los sitios más emblemáticos de Turín, como el Palacio Madama, la Plaza de San Carlos y la Puerta Palatina. Además de disfrutar de la arquitectura y la historia de la ciudad, también dedicamos tiempo a visitar dos de sus museos más importantes.
El primer museo que visitamos fue el Museo Egipcio, al día siguiente de nuestra llegada. Este museo tiene la fama de ser el segundo más importante del mundo, solo superado por el de El Cairo, y puedo confirmar que es una reputación merecida. Su colección es impresionante, y pasamos toda la mañana recorriendo sus instalaciones, inmersos en la historia y cultura del antiguo Egipto. Si uno visita Turín, este museo es una parada imprescindible.
El segundo museo que visitamos fue el Museo del Automóvil, situado a unos 5 kilómetros del centro de la ciudad. Para llegar hasta allí, utilizamos el metro, que en Turín cuenta con una única línea y no pasa precisamente por las zonas más turísticas. A pesar de esto, el transporte fue cómodo y eficiente para nuestro propósito.
Al comparar este museo con el que visitamos el año pasado en Málaga, debo decir que personalmente me gustó más el de Málaga. Aunque el de Turín es interesante, el de Málaga tiene una mayor variedad de modelos de automóviles de diferentes épocas y de todo el mundo. Aun así, el Museo del Automóvil de Turín es digno de una visita, sobre todo por su relación con la historia automovilística de la ciudad.
Cerca del Museo del Automóvil se encuentra el Centro Comercial Lingotto, que ocupa las antiguas instalaciones de la fábrica de coches Fiat. Decidimos pasar toda la mañana de nuestro último día explorando esta zona, que ofrece una interesante combinación de historia industrial y ocio moderno.
Páginas que consulté para hacer el viaje:
https://www.krisporelmundo.com/que-ver-en-turin/
https://www.italia.it/es/piamonte/turin/que-hacer/turin-en-2-dias
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