Es preferible ser viejo menos tiempo que serlo antes de la vejez. Cicerón.
ADMIRAR LA TOSCANA
Nuestros dos viajes a la Toscana, aunque separados por 16 años, nos permitieron explorar tanto los grandes encantos de la región como pequeños y atractivos pueblos. Cada ciudad dejó su estela, desde la monumentalidad de Florencia y la tranquilidad de Pisa, hasta el esplendor medieval de Siena y San Gimignano. En 2024, también localizamos nuevas joyas como Arezzo, lo que nos hizo recordar que, en la Toscana, siempre hay algo nuevo por descubrir. Las calles adoquinadas, la historia escondida en cada rincón y la inigualable gastronomía italiana hacen de la Toscana un lugar al que siempre vale la pena regresar.
Pisa (2008 y 2024)
En ambos viajes, Pisa fue el punto de partida y el lugar donde nos alojamos durante la primera visita en 2008. Nos hospedamos en el “Hotel Alessandro della Spina”, y desde allí exploramos la ciudad y sus alrededores. Durante nuestro primer día, visitamos la famosa Plaza de los Milagros, donde pudimos admirar la icónica Torre Inclinada, el Duomo, y el Baptisterio. Al final de la semana, regresamos a Pisa para explorar los lugares que no habíamos podido ver en nuestra primera jornada.
En el viaje de 2024, regresamos a Pisa el último día de nuestra estancia, ya que nuestro vuelo salía por la tarde. Nos alojamos en un B&B a las afueras de la ciudad, lo que nos permitió pasar el día recorriendo los mismos lugares que habíamos visitado en 2008, además de algunos rincones que no habíamos descubierto en nuestra primera visita. Pisa, con su tranquilidad y monumentalidad, sigue siendo una de las ciudades más cautivadoras de la Toscana.
Lucca (2008)
En nuestro primer viaje, dedicamos una jornada a visitar Lucca, una bella ciudad amurallada a media hora en coche desde Pisa. Aparcamos fuera de la muralla, ya que, como en muchas ciudades italianas, el tráfico en el centro está restringido. Recorrimos el casco antiguo, y lo que más nos llamó la atención fue la Plaza del Anfiteatro, cuya estructura sigue conservando la forma del antiguo anfiteatro romano. También visitamos la Torre Guinigi, coronada con árboles en su cima, lo que la hace única entre las torres medievales.
nuestra memoria como uno de los lugares más pintorescos de la Toscana.
Prato (2008)
Después de visitar Lucca en 2008, nos dirigimos a Prato, situada a unos 45 minutos en coche. Aunque no pudimos entrar en la Catedral de Santo Stefano al estar cerrada, paseamos por el centro histórico y apreciamos el Palacio Pretorio y el Castillo del Emperador, una imponente fortaleza que evoca la fuerza militar de la época medieval. Prato es una ciudad tranquila, pero con un gran patrimonio arquitectónico.
Como en el caso de Lucca, no volvimos a Prato en nuestro viaje de 2024.
Florencia (2008 y 2024)
Florencia, la joya de la Toscana, fue una parada esencial en ambos viajes. En 2008, hicimos una excursión desde Pisa, y aunque mi intento de aparcar en el centro me costó una multa por circular en zona restringida, logramos disfrutar de todo lo que la ciudad ofrece. Visitamos el Duomo, el Baptisterio, el Palazzo Vecchio y el Puente Vecchio, este último siendo el único puente que quedó intacto tras la Segunda Guerra Mundial. También nos maravillamos con la Basílica de Santa Croce y exploramos el resto del centro histórico.
Siena (2008 y 2024)
Siena fue una parada destacada en ambos viajes. En 2008, viajamos desde Pisa hasta Siena, aparcando cerca de la estación de trenes. Entramos al casco antiguo a través de una de las puertas medievales y paseamos por la Plaza del Campo, famosa por su forma de concha y su importancia histórica. También visitamos la Catedral de Siena, cuya mezcla de estilos románico y gótico la hace una de las más espectaculares de Italia. Tras el almuerzo, nos dirigimos a San Gimignano, otra joya medieval.
En 2024, regresamos a Siena el 19 de febrero. Esta vez, aparcamos cerca de la Basílica de Santo Domingo, donde se encuentra enterrada Santa Catalina de Siena. Pudimos visitar el interior y exterior de esta basílica, que se conserva en excelente estado, y luego paseamos por el centro de la ciudad. Pasamos la tarde en la Catedral de Siena, que nos dejó una vez más impresionados por su majestuosidad. Terminamos el día regresando a Florencia.
San Gimignano (2008)
En nuestro primer viaje, después de visitar Siena, nos dirigimos a San Gimignano, famosa por sus torres medievales que aún se alzan imponentes sobre la ciudad. Recorrer sus calles adoquinadas y admirar su bien conservada arquitectura fue una experiencia inolvidable. Nos detuvimos en la Plaza de la Cisterna, donde disfrutamos de un helado, un placer obligado en Italia, y terminamos el día regresando a Pisa.
No volvimos a San Gimignano en 2024, pero su imagen quedó grabada en nuestra memoria como uno de los pueblos más auténticos y mejor conservados de la Toscana.
Arezzo |
Arezzo (2024)
En nuestro segundo viaje, el 18 de febrero de 2024, hicimos una nueva incursión a Arezzo, una ciudad que no habíamos visitado en 2008. A una hora en coche desde Florencia, Arezzo nos sorprendió por su bien conservada estructura medieval, especialmente en la parte más elevada de la ciudad. Aparcamos cerca de los restos del anfiteatro romano, cuyo material fue reutilizado para la construcción de otras edificaciones a lo largo de los siglos. Paseamos por la Piazza Grande, famosa por haber sido escenario de la película *La vida es bella*, y visitamos la Catedral de Arezzo, un lugar de gran importancia histórica. Tras un delicioso almuerzo en el restaurante Convivio, regresamos a Florencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario