13 junio 2022

VIENA.AUSTRIA

 




Viena: Cinco viajes a la elegancia imperial



2006 – 2023


La capital de Austria, Viena, es para mí una de las ciudades más hermosas, serenas y evocadoras de Europa. Desde que la visité por primera vez en octubre de 2006, he regresado en cinco ocasiones, la mayoría de ellas durante la temporada navideña. Cada visita me ha ofrecido nuevas perspectivas, aunque la esencia de la ciudad —esa combinación única de historia imperial, modernidad tranquila y refinada cultura— permanece intacta.




Mi primer encuentro con Viena (2006)

Recuerdo bien aquel primer viaje. Era octubre, y los colores del otoño teñían los parques de tonos ocres y dorados. Me alojé cerca del Ringstrasse, y desde entonces, he convertido en ritual el paseo desde la Ópera Estatal hasta el Ayuntamiento (Rathaus). Caminar por esta avenida es como recorrer siglos de historia, con palacios, museos y cafés que flanquean cada paso.


Fue en ese viaje cuando visité por primera vez el Palacio de Hofburg, el corazón de la antigua monarquía austrohúngara, donde también se encuentra la célebre Escuela Española de Equitación. La opulencia de sus salones y la solemnidad de sus espacios me impresionaron profundamente.

Viena en Navidad: una postal viviente

Mis viajes más frecuentes han sido en invierno, especialmente en noviembre y diciembre, cuando la ciudad se viste de luces, música y aromas cálidos. Entre ellos, el de 2010 y el más reciente, en Navidades de 2023, fueron especialmente memorables.

Los mercados de Navidad de Viena son un espectáculo que cautiva todos los sentidos. Mis favoritos:

  • El de Rathausplatz, junto al Ayuntamiento, con su árbol iluminado y puestos de vino caliente (glühwein), galletas y decoración artesanal.

  • El de Schönbrunn, más sobrio pero con un ambiente señorial frente al palacio imperial.

Recuerdo especialmente una noche en el mercado del Ayuntamiento, bajo miles de luces, con el aroma de las castañas y las especias flotando en el aire. Aquella atmósfera cálida y festiva, compartida con mi familia en 2023, fue sencillamente inolvidable.



Palacio de Schönbrunn

Siempre imponente, este antiguo palacio de verano de los Habsburgo es una de las visitas imprescindibles. He tenido la fortuna de recorrerlo tanto en otoño, con sus jardines cubiertos de hojas, como en invierno, cuando los primeros copos de nieve cubrían sus avenidas.

Palacio de Hofburg

Fue uno de los primeros monumentos que conocí en Viena. Su mezcla de solemnidad imperial y actividad contemporánea (hoy acoge oficinas oficiales y museos) resume perfectamente la ciudad.




Escuela Española de Equitación

Asistir a una de sus exhibiciones ecuestres ha sido una de las experiencias más memorables. La armonía entre caballo y jinete, el ritmo elegante, la música… Todo forma parte de una coreografía perfecta Asistimos primero a un ensayo, pero fue en la exhibición de la tarde donde realmente sentimos la grandeza de este arte centenario.

 Catedral de San Esteban (Stephansdom)

Su arquitectura gótica y sus vidrieras me impresionaron desde la primera visita. Siempre que regreso, me gusta entrar, sentarme en silencio y observar cómo la luz atraviesa los vitrales, creando reflejos de colores que inundan el templo.




Iglesia de San Carlos (Karlskirche)

Ubicada en Karlsplatz, esta iglesia barroca destaca por su fachada monumental y su reflejo en el estanque que la precede. De noche, iluminada, ofrece una de las estampas más bonitas de Viena.

Viena se saborea: cafés, Sacher y melange

Una tradición que repito en cada viaje es visitar algún café vienés. Pedir un café melange y una porción de tarta Sacher es casi una obligación moral. Me encanta observar el ir y venir de los clientes, los camareros impecables, la decoración centenaria. El tiempo parece detenerse en estos lugares.

En mis viajes he compartido estos momentos con amigos, con familia, o en solitario… y siempre han sido especiales.

Transporte y alojamiento: claves para disfrutar Viena

  • Vuelos: He viajado tanto con escalas (París, Milán) como en vuelos directos, y sin duda, estos últimos hacen la experiencia más cómoda.

  • Desde el aeropuerto: El City Airport Train (CAT) es rápido y cómodo, pero si se viaja en grupo, un transfer privado puede resultar más económico y eficiente.

  • Hoteles: Siempre reservo en zonas bien conectadas, a menudo cerca del Ringstrasse. Portales como Booking y TripAdvisor me han ayudado a elegir bien. En invierno, prefiero alojamientos céntricos para poder moverme caminando, incluso con frío.

 Viena, siempre elegante

Viena es una ciudad que invita a volver. Lo ha sido para mí, cinco veces ya, y no descarto que haya una sexta. Su belleza arquitectónica, su ambiente cultural y su espíritu navideño la convierten en uno de esos destinos que siempre dejan huella.

Ya sea admirando la grandeza de Schönbrunn, dejándote llevar por las notas de un vals o saboreando un pastel en un café centenario, Viena siempre te recibe con elegancia y calma.

 
 

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