Vista de Palacio Belvedere |
VIENA
“ Donde la elegancia de sus palacios se encuentra con la calma de sus jardines.”
La capital austriaca, Viena, es sin duda una de mis ciudades favoritas y, para mí, la más hermosa y serena de Europa. Desde mi primera visita en octubre de 2006, he encontrado en sus calles un refugio, un lugar donde la historia y la modernidad coexisten en perfecta armonía. En cada una de mis visitas, he disfrutado de paseos por el Ringstrasse, comenzando desde las inmediaciones de la Ópera y siguiendo la avenida hasta llegar al majestuoso Ayuntamiento. Este recorrido siempre me resulta placentero, casi ritual, y lo repito con gusto en cada estancia. He tenido la fortuna de visitar Viena en cinco ocasiones, una de ellas por motivos profesionales.
Kartnertestrassen |
Sin embargo, la mayor parte de mis viajes han sido en la época navideña, cuando la ciudad se envuelve en luces y mercados que realzan aún más su encanto. Recuerdo mi primera visita; el aire fresco de octubre, los colores de otoño en los parques y la emoción de estar en una ciudad que había soñado conocer. Desde ese momento, cada visita se ha convertido en un capítulo especial de mi vida. Mi penúltima visita fue en noviembre de 2010. En aquella ocasión, recorrí las calles con una sensación de familiaridad y a la vez de asombro. Cada rincón de Viena parece contar una historia, desde el esplendor del Palacio de Schonbrunn hasta la majestuosidad del Palacio de Hofburg.
Ayuntamiento (Rathausplatz) |
Finalmente, en las Navidades de 2023, regresé a Viena acompañado de mi hermana, mi cuñado y, por supuesto, Carmen. La ciudad estaba en su máximo esplendor, decorada con luces brillantes y el aroma de castañas asadas llenando el aire. A medida que paseábamos, revivía momentos de mis viajes anteriores y compartía la belleza de la ciudad con mi familia. El transporte es fundamental para disfrutar de Viena, y lo más cómodo es trasladarse en avión. Desde España, hay múltiples vuelos directos desde muchas ciudades.
Iglesia San Carlos (Karlsplatz) |
En el pasado, habíamos optado por vuelos con escalas en París o Milán desde Alicante o Valencia, pero esta vez nos beneficiamos de la comodidad de un vuelo directo. El desplazamiento desde el aeropuerto al centro es sencillo y, dependiendo del número de personas, se pueden considerar distintas opciones. Siempre hemos utilizado el City Airport Train (CAT), que es rápido y eficiente. Sin embargo, si viajan más de dos personas con equipaje, un transfer privado o servicios como Uber (si están disponibles en la capital austriaca) pueden ser más cómodos y económicos.
Belveder |
Una de las experiencias que más he disfrutado en Viena son los mercados navideños. Si visitas la ciudad durante las fiestas, no puedes perderte los mercados de Navidad en el Ayuntamiento (Rathausplatz) y Schönbrunn. Pasear entre los coloridos puestos, degustando vino caliente y dulces tradicionales, es una experiencia inolvidable. En cada visita, me he encontrado rodeado de la calidez del ambiente festivo, el murmullo de la gente y la música que llenaba el aire. Los mercadillos son, sin duda, una parte integral del encanto navideño de Viena.
Schombrumn |
Recuerdo una noche en particular, cuando nos encontramos en el mercado de Rathausplatz. La plaza estaba iluminada con miles de luces brillantes, y el aroma de las especias y las castañas asadas flotaba en el aire. Mientras disfrutábamos de una taza de gluhwein (vino caliente especiado), observamos el ambiente tan delicioso que se organizó alrededor de un enorme árbol de Navidad, decorado con esferas brillantes y cintas de colores. Sin duda esto solo se aprecia en un lugar como Viena.
Opera |
Parlamento |
La grandeza de este palacio es abrumadora, y cada visita es una oportunidad para sumergirme en la historia de la familia imperial austriaca. Recorrer sus jardines, ya sea en otoño con sus hojas doradas o en invierno cuando comienzan a caer primero copos como nos ocurrió en nuestra última visita en diciembre de 2023 es un espectáculo único.
También tuve la oportunidad de visitar el Palacio de Hofburg, en el año 2006, donde se respira la historia de los últimos emperadores austro-húngaros. La opulencia de los salones, la rica decoración y los impresionantes artefactos me hicieron sentir como si estuviera en una película de época. Fue fascinante descubrir cómo vivieron aquellos que una vez gobernaron estas tierras.
Escuela de Equitación |
Un día, decidimos asistir a un espectáculo en la Escuela Española de Equitación. Nos dirigimos al Palacio de Hofburg, donde se encuentra la escuela, y quedamos maravillados por la habilidad y la gracia de los caballos. La elegancia de los movimientos y la precisión de los jinetes nos dejaron sin aliento. Asistimos a un ensayo general, y aunque fue impresionante, me contaron que las exhibiciones de la tarde son aún más extraordinarias. Sin dudarlo, decidimos volver y no nos decepcionamos. La exhibición fue un despliegue de arte y destreza, donde caballos y jinetes se movían en perfecta sincronía, cautivando a todos los presentes.
Catedral |
A medida que exploramos la ciudad, no podía faltar una parada en uno de los tradicionales cafés vieneses. Disfrutar de un café melange con un trozo de torta Sacher se ha convertido en una tradición en cada uno de mis viajes. Estos cafés son lugares donde el tiempo parece detenerse, donde se puede disfrutar de una conversación profunda o simplemente observar la vida pasar. En cada visita, me he sentido afortunado de compartir estos momentos con amigos y familiares, creando recuerdos que durarán para siempre.
Cafeteria de Viena |
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