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26 octubre 2024

EL VENETO

 






Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. 
Confucio


En noviembre de 2009, realizamos un viaje a la región del Véneto, una de las más emblemáticas del norte de Italia. Tras haber visitado Roma unos meses antes, en mayo, este nuevo destino nos ofrecía una experiencia completamente distinta. Si Roma es grandiosa y monumental, Venecia, la joya más reconocida del Véneto, nos recibió con su atmósfera única y canales serpenteantes.

El viaje comenzó con un vuelo de Alicante a Bolonia con Ryanair. Aunque Bolonia pertenece a Emilia-Romaña, decidimos alojarnos allí tanto al llegar como al final del viaje. Sus pórticos infinitos y ambiente otoñal hicieron que valiera la pena. Desde Bolonia, utilizamos el tren (billetes comprados por internet en Trenitalia) para desplazarnos por distintas ciudades del Véneto.

Venecia: historia flotante y arte vivo

Nuestra visita a Venecia comenzó con un día completo recorriendo sus calles desde la estación hasta la Plaza de San Marcos. El paseo fue un descubrimiento continuo: canales, puentes antiguos y fachadas desgastadas, todo formaba parte del encanto de la ciudad.

  • Almorzamos en el Hard Rock Café, donde también compramos camisetas como recuerdo.
  • Subimos al Campanile, la torre desde la cual tuvimos una vista panorámica espectacular de la ciudad.
  • Visitamos la Basílica de San Marcos, llena de mosaicos y detalles que la convierten en una de las iglesias más impactantes de Europa.

 El segundo día navegamos por el Gran Canal en vaporetto, disfrutando de las vistas de los palacios barrocos y góndolas. Cruzamos el Puente de Rialto y exploramos el mercadillo cercano. Al final del día, vimos cómo la marea subía lentamente en la Plaza de San Marcos, una escena que mostró lo viva y cambiante que es esta ciudad.

 Verona: plazas, ruinas y romanticismo

El siguiente día lo dedicamos a Verona. El trayecto en tren fue cómodo, y la estación está a una distancia razonable del centro.

  • Comenzamos en la Piazza delle Erbe, llena de cafés y mercados.
  • Visitamos la Arena de Verona, un anfiteatro romano aún en uso para conciertos y espectáculos.
  • Nos detuvimos en la Casa de Julieta, ante el balcón que evoca la famosa obra de Shakespeare.

 Para almorzar, encontramos una trattoria local con comida casera veronesa. Al finalizar la jornada, regresamos a nuestro hotel en Venecia, situado en una tranquila calle peatonal.

 Vicenza: el legado de Palladio

El tercer día del viaje nos llevó a Vicenza, una ciudad menos turística, pero de gran valor artístico.

  • Iniciamos en la Plaza del Ayuntamiento, rodeada de edificios diseñados por Andrea Palladio.
  • Visitamos el Teatro Olímpico, una obra maestra renacentista con un escenario que simula una ciudad clásica.
  • Terminamos en la Basílica Palladiana, con su logia de mármol blanco. Toda la ciudad parece un homenaje al equilibrio y la simetría del Renacimiento italiano.

 Vicenza fue una visita muy gratificante, especialmente para los interesados en arquitectura y arte clásico.

 Padua: cultura, ciencia y fe

 Aunque este día formó parte de otro viaje en agosto de 2019, lo incluimos aquí por su relevancia regional. En una escapada desde Lombardía, decidimos conocer Padua.

  • Comenzamos por la Basílica de San Antonio, con sus cúpulas visibles desde lejos y un ambiente solemne.
  • Recorrimos la Universidad de Padua, donde enseñaron figuras históricas como Galileo.
  • Visitamos el Palacio de la Razón (Palazzo della Ragione), con frescos que decoran sus paredes.

 Alojados en un B&B local, finalizamos la jornada con una buena impresión de esta ciudad que combina historia, arte y ciencia.

Este viaje por el Véneto nos permitió conocer varias de sus ciudades más emblemáticas. Venecia, con su belleza flotante; Verona, con su aire romántico; Vicenza, con su herencia arquitectónica; y Padua, con su peso cultural e intelectual, forman un conjunto de destinos variados y complementarios.

Cada una de estas ciudades dejó su huella, y aunque sus estilos difieren, todas comparten ese carácter profundamente italiano que hace de esta región un lugar ideal para el viajero que busca historia, arte y autenticidad.





















 
 

26 octubre 2023

LOMBARDIA SEÑORIAL












"Viajar es descubrir que todos están equivocados acerca de otros países"


 

 

Lombardía antes de la pandemia – Un viaje inolvidable


La última región italiana que visitamos antes de que el mundo cambiara radicalmente por la pandemia de COVID-19 fue Lombardía, en agosto de 2019. En ese momento, jamás habríamos imaginado que, pocos meses después, esos mismos paisajes tranquilos y ordenados se convertirían en el epicentro europeo de una crisis sanitaria sin precedentes.

Durante nueve días recorrimos varias ciudades del norte de Italia, combinando el patrimonio histórico con la vida cotidiana de pequeñas y grandes urbes. Fue un viaje variado y enriquecedor que ahora, con el paso del tiempo, adquiere aún más valor.

Bérgamo 

Llegamos el 6 de agosto en vuelo desde Alicante a Bérgamo. Aterrizamos al mediodía y recogimos el coche de alquiler que ya teníamos reservado. Para nuestra primera noche elegimos el B&B Bérgamo, bien ubicado y cómodo.

Por la tarde, tras una comida ligera y un descanso, comenzamos la visita a la ciudad. Desde la zona moderna caminamos hasta el funicular, que nos llevó a la parte alta, la Città Alta, el núcleo medieval. Poco antes de llegar al Ayuntamiento, nos sorprendió una tormenta que nos obligó a refugiarnos en un restaurante. La lluvia, sobre las piedras antiguas, sumó un encanto inesperado al lugar.

El día siguiente, ya sin lluvia, lo dedicamos a recorrer tranquilamente las calles empedradas, la catedral y los templos renacentistas. Terminamos con una comida antes de continuar rumbo a nuestro siguiente destino.


Brescia 

El 7 de agosto por la tarde llegamos a Brescia. Nos alojamos en el Centro Paolo VI, un antiguo edificio eclesiástico con encanto y tranquilidad, ideal para descansar.

Por la tarde, dimos un paseo por el centro histórico. Una nueva tormenta nos obligó a buscar refugio bajo los soportales de las plazas, pero al día siguiente el cielo amaneció despejado. Visitamos el teatro romano y los restos del foro, vestigios del esplendor de la ciudad en tiempos antiguos.

Antes de continuar camino hacia Padua, hicimos una breve parada en el Lago de Garda, concretamente en Sirmione, donde visitamos su castillo junto al lago. Un paréntesis perfecto entre dos ciudades.


Padua 




La tarde del 8 de agosto llegamos a Padua, ya fuera de Lombardía, pero parte del itinerario. Dedicamos la siguiente jornada a descubrir la ciudad:

  • Visitamos el Palacio de la Razón y la Universidad, uno de los centros educativos más antiguos de Europa.

  • Caminamos por el casco histórico, lleno de cafés, plazas y ambiente tranquilo.


En el blog hay una entrada dedicada exclusivamente a Padua, ya que fue una de las visitas más completas del viaje.


Mantua 

Nuestra siguiente parada fue Mantua, menos visitada que otras ciudades italianas pero llena de patrimonio. Nos alojamos en un B&B a las afueras, bien comunicado y tranquilo.

En el centro, comenzamos por la Catedral, situada en la plaza principal. Desde allí recorrimos iglesias y palacios, pero el punto culminante fue el Palacio del Té, una joya del Renacimiento italiano:

  • Destacamos la Sala de los Caballos, decorada con frescos espectaculares.

  • La visita fue relajada, sin aglomeraciones, y nos permitió apreciar con calma la riqueza artística de la ciudad.

    Cremona 

Cremona fue otra grata sorpresa. Su catedral, combinando estilos románico, gótico y renacentista, impresiona desde cualquier ángulo. Junto a ella, el Torrazzo, uno de los campanarios más altos de Europa.

Paseamos por el centro, con calles adoquinadas, bares con terrazas y un ambiente tranquilo. Aunque menos turística que otras ciudades, Cremona tiene un encanto auténtico, perfecto para quienes buscan conocer Italia sin prisas.





Oporto y el Centro de Portugal