
Gendarmenmarkt

A lo mejor no tienes la vida que soñaste, pero posiblemente tienes la vida que muchos sueñan.
Berlín
En el verano de 2009, veinte años después de la caída del Muro de Berlín, tuvimos la oportunidad de visitar esta fascinante ciudad. El muro, que dividió a Berlín durante 28 años, fue levantado en agosto de 1961 y cayó en noviembre de 1989. Con este contexto histórico en mente, partimos desde Alicante y nos alojamos en el Hotel Meliá Berlín, situado cerca del río Spree, que serpentea a través de la capital alemana.
Como muchas ciudades que sufrieron los estragos de la Segunda Guerra Mundial, Berlín ha tenido que reconstruir gran parte de su patrimonio. A pesar de ello, conserva un encanto único que merece ser explorado.
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Punto Charly |
El Berlín moderno
Uno de los puntos más destacados es la Potsdamer Platz, una zona vibrante con imponentes edificios contemporáneos, entre ellos el famoso Sony Center, un icono de la arquitectura moderna. Esta área refleja perfectamente el renacer de Berlín como ciudad cosmopolita, mezclando historia y vanguardia.
A poca distancia, visitamos el Monumento al Holocausto, ubicado cerca de la emblemática Puerta de Brandeburgo. Este memorial, conmovedor y sobrio, es una visita imprescindible para comprender la profundidad de la historia reciente de Alemania.
Museos y memoria histórica
Uno de los lugares que más me impresionó fue el Museo de Pérgamo (Pergamonmuseum), que alberga una extraordinaria colección de arte antiguo. Me fascinó especialmente la sección dedicada a las culturas persa y del Medio Oriente. Este museo es una joya cultural que permite viajar al pasado sin salir del presente.
En otro momento del viaje, visitamos Alexanderplatz, donde destaca el Reloj Mundial (Urania-Weltzeituhr), símbolo de la época comunista. Es uno de esos rincones donde el Berlín del Este aún deja sentir su huella.
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Puerta de Brandemburgo |
Paseos por la ciudad
Uno de nuestros itinerarios favoritos fue recorrer la avenida Unter den Linden, que conecta la Isla de los Museos con la Puerta de Brandeburgo, atravesando lugares tan emblemáticos como:
La Ópera Estatal
La Universidad Humboldt
El Museo de Historia
La Biblioteca Nacional
Disfrutábamos de las vistas hacia el Berliner Dom (Catedral de Berlín) en un extremo, mientras que en el otro nos esperaba la Puerta de Brandeburgo, presidiendo la Plaza de París.
Kufürstendamm y Tiergarten
Dedicamos una jornada a explorar la zona comercial de Kufürstendamm, una de las principales avenidas de Berlín. Tomamos el autobús desde nuestro hotel y recorrimos los grandes almacenes. Almorzamos en el Hard Rock Café, y después nos dirigimos al inmenso parque del Tiergarten, donde subimos a la Columna de la Victoria (Siegessäule). Desde lo alto, las vistas panorámicas del parque y de la ciudad fueron simplemente espectaculares.
Reichstag y el muro
Otro punto esencial fue el Reichstag, sede del Parlamento alemán. Pudimos entrar a su interior y visitar la cámara de los diputados. Su imponente cúpula acristalada y su carga simbólica lo convierten en un lugar esencial en cualquier visita a Berlín.
En los alrededores, cerca del río Spree, descubrimos memoriales dedicados a quienes murieron intentando cruzar el Muro. Ver fragmentos del muro aún en pie fue una experiencia impactante y necesaria.
VisitBerlin – Sitio oficial de turismo de Berlín
Consejos y recomendaciones
Transporte
En 2009, Berlín contaba con dos aeropuertos principales. Nosotros llegamos al Aeropuerto de Tegel, el más cercano al centro. Desde allí tomamos un autobús directo al hotel. Para el regreso, contratamos un traslado privado, lo que resultó una opción cómoda tras días intensos de visitas.
Alojamiento
El Meliá Berlín fue una excelente elección: moderno, bien situado y con un servicio impecable. También recomiendo cadenas como Eurostars y Accor, que suelen contar con personal que habla español, ideal para quienes no dominan el idioma alemán.
Gastronomía
Aunque no suelo centrar mis viajes en la gastronomía, me sorprendió gratamente la variedad culinaria de Berlín. Descubrimos una franquicia especializada en pescado donde disfrutamos de una comida muy agradable. La diversidad cultural de la ciudad se refleja en sus platos y en la facilidad para encontrar opciones buenas sin necesidad de grandes búsquedas.
Berlín es una ciudad que respira historia en cada esquina, pero que también mira con decisión al futuro. Desde sus monumentos emblemáticos hasta sus museos de categoría mundial, pasando por sus espacios verdes y su ambiente multicultural, ofrece una experiencia rica y completa.
Un viaje de tres o cuatro días permite descubrir lo esencial de esta ciudad, pero siempre quedan rincones por explorar. Berlín no se olvida fácilmente: es un lugar donde el pasado sigue presente y el futuro se construye con cada paso.