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25 noviembre 2023

MALLORCA

 





    
    


La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad

Albert Einstein



Aprovechando el puente de Todos los Santos de 2019, decidimos pasar tres días en Mallorca, una isla que no habíamos explorado con calma. El viaje tuvo lugar entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre, y nos permitió descubrir Palma, Alcudia, Pollensa, Sóller y Valldemossa en una escapada bien organizada.



Alojamiento y transporte


Nos alojamos en el Hotel Helios, por un precio total de 215 euros con desayuno incluido. La ubicación fue estratégica: muy cerca de Palma y con buena conexión por autopista, ideal para movernos con libertad.

El vuelo de ida y vuelta lo gestionamos con Air Europa. Gracias a los puntos acumulados por compras con tarjeta, solo pagué 32 euros por el billete. Una buena forma de ajustar el presupuesto.

Para movernos por la isla, alquilamos un Opel Mokka por 92 euros, recogido directamente en el aeropuerto. Tener coche fue fundamental para poder recorrer los distintos puntos de la isla a nuestro ritmo.


 Día 1 – Palma de Mallorca


Llegamos cerca del mediodía y nos dirigimos al hotel para instalarnos. Por la tarde, comenzamos con la exploración del centro de Palma, dejando el coche en un aparcamiento subterráneo junto a la catedral, con buen precio y ubicación.

Paseamos por el casco histórico, disfrutando del ambiente y de la arquitectura señorial de la ciudad. Ese día recorrimos las principales calles del centro y tomamos el primer contacto con la capital balear.



Día 2 – Alcudia y Pollensa


El segundo día lo dedicamos al norte de la isla:

  • Pollentia: Visitamos los restos de esta antigua ciudad romana cercana a Alcudia. Aunque quedan pocos elementos visibles, se pueden distinguir los cimientos del foroviviendas y el teatro romano.

  • Alcudia: El casco antiguo está muy bien conservado. Paseamos junto a sus murallas medievales y calles empedradas. Almorzamos en una pizzería local antes de continuar.

  • Pollensa: La tarde la dedicamos a este pueblo tranquilo, con su característico trazado urbano y buen ambiente. Terminamos la jornada con un café en una terraza, antes de volver al hotel.


    Soller


 Día 3 – Valldemossa y Sóller


El tercer día lo comenzamos en Valldemossa, donde visitamos la Cartuja, un antiguo monasterio que fue residencia real y que acogió a personajes ilustres como Chopin o Rubén Darío. El entorno natural y el silencio del lugar hacen que la visita merezca la pena.

Después, nos desplazamos a Sóller, donde comimos en un restaurante del centro. Por la tarde, dimos un paseo por el puerto y vimos el tranvía turístico, que sigue en funcionamiento con vagones de principios del siglo XX. Un elemento singular de esta localidad.



 Día 4 – Palma: historia y arquitectura


El último día lo reservamos de nuevo para Palma:

  • Visitamos el Palacio Real de la Almudaina, edificado en el siglo XIV.

  • La Catedral estaba cerrada, por lo que no pudimos ver el interior.

  • Paseamos por el casco antiguo, con sus palacios, casas nobles y la sede del Parlamento balear.

  • Cerramos la visita con el Castillo de Bellver, una fortaleza circular en buen estado de conservación que ofrece buenas vistas de la ciudad.


Fue un viaje cómodo y bien planificado. La elección de un alojamiento tranquilo, el alquiler del coche y la selección de lugares permitieron una escapada equilibrada entre cultura, historia y naturaleza. En tres días pudimos conocer varios de los rincones más interesantes de Mallorca sin prisas y con margen para disfrutar.














 
 

LA MANCHA. VIAJAR DESDE EL CAMPELLO