19 octubre 2024

LISBOA

 







Lisboa es luz y melancolía, un puente entre el pasado y el horizonte infinito.







1. Lisboa y el mar: una conexión personal

Para mí, Lisboa es una de las ciudades más bonitas de Europa y un lugar donde fácilmente me imagino viviendo. Ubicada a orillas del río Tajo y abrazada por el océano Atlántico, esta ciudad reúne una de las cualidades esenciales que siempre he buscado en los lugares donde me gusta estar: la cercanía al mar. Desde 1980, he vivido en ciudades costeras como Valencia, Lima y ahora Alicante, y el mar ha sido una constante en mi vida. Lisboa, con su aire marítimo y sus colinas que parecen mirar hacia el infinito azul, me ofrece esa conexión tan especial. Mi primer viaje a la capital portuguesa fue a finales de los años 80, y desde 2004 he vuelto al menos cuatro o cinco veces. Pasear por sus calles nunca me aburre; es una ciudad que siempre tiene algo nuevo que descubrir, una mezcla encantadora de tradición y modernidad que invita a perderse entre sus rincones.



2. Llegando a Lisboa: cómo moverse y dónde quedarse

En la mayoría de nuestros viajes, solemos ir a Lisboa en coche desde Badajoz, un trayecto cómodo y agradable que hemos repetido varias veces. El tren, sin embargo, no es una opción que recomendaría, ya que su servicio no destaca por la rapidez ni la comodidad. Por otro lado, el avión es una alternativa excelente, con buenas conexiones desde muchas ciudades, facilitando mucho la llegada. Casi siempre nos hemos hospedado cerca de la Plaza del Marqués de Pombal, una zona céntrica que ofrece una gran variedad de hoteles a precios asequibles. Desde allí, el acceso a las principales atracciones de la ciudad es rápido y sencillo, lo que la convierte en una ubicación perfecta para explorar Lisboa. Esta ciudad tiene una amplia oferta de lugares imprescindibles para los viajeros, desde joyas arquitectónicas hasta monumentos históricos que siguen asombrando a quienes los visitan.



3. Los imprescindibles de Lisboa: un paseo por la historia

Entre los sitios más destacados de la ciudad se encuentra el Monasterio de los Jerónimos, una obra maestra del estilo manuelino que data del siglo XVI. Muy cerca de allí, la Torre de Belém se alza majestuosamente a orillas del río Tajo, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes. Para llegar a estos monumentos, recomiendo el tranvía, una experiencia única que añade un toque nostálgico al recorrido por la ciudad. Los barrios históricos de Lisboa, como el Chiado, con sus elegantes tiendas y cafés, y el Barrio Alto, conocido por su animada vida nocturna, son también paradas obligatorias. Sin embargo, mi favorito sigue siendo Alfama, el barrio más antiguo de la ciudad, con sus callejuelas empedradas y casas tradicionales. No se puede dejar de visitar la Plaza del Comercio, que se abre espléndidamente hacia el río, o la Catedral de Lisboa, conocida como , una fascinante mezcla de estilos arquitectónicos que refleja la historia de la ciudad.



4. Más allá del casco antiguo: modernidad y gastronomía

Para aquellos que buscan un contraste con la historia, el Parque de las Naciones, construido para la Exposición Universal de 1998, ofrece una visión más contemporánea de Lisboa. Su arquitectura moderna es un contrapunto interesante a los edificios históricos del casco antiguo. Además, la cercanía de Sintra, con sus impresionantes palacios y jardines, lo convierte en una excelente excursión de un día desde la capital. Ningún viaje a Lisboa estaría completo sin disfrutar de su deliciosa gastronomía. Los famosos pasteles de nata de la Pastelería de Belém son imprescindibles, aunque es recomendable ir en horas de menor afluencia para evitar las largas colas. Los platos tradicionales como el bacalao dourado o la carne de cerdo con almejas son una verdadera delicia, y no hay que olvidarse de acompañarlos con un buen vino portugués, especialmente el famoso vino de Oporto. Para conocer Lisboa y sumergirse en todo lo que tiene para ofrecer, recomiendo una estancia mínima de tres días. Cada visita es una nueva aventura, y es fácil entender por qué sigue siendo uno de mis destinos favoritos.


 

14 octubre 2024

FIN DE SEMANA EN UBEDA Y BAEZA

 



"Cogito, ergo sum."

Descartes


UBEDA Y BAEZA


Día 1 – Llegada a Úbeda


Llegamos a Úbeda el 25 de julio por la tarde. El sol empezaba a bajar y las calles estaban tranquilas. Nos alojamos en el apartamento El Architectura, en pleno centro histórico. Desde allí se puede ver parte del conjunto renacentista de la ciudad. Después de dejar las maletas, salimos a caminar y compramos provisiones en un supermercado cercano.



Día 2 – Recorrido por Úbeda


Después del desayuno, empezamos la visita cultural. Nuestra primera parada fue el Palacio Vela de los Cobos, un edificio renacentista con fachada de piedra, escudos heráldicos y detalles de hierro forjado. El interior conserva elementos originales.


Más tarde, nos acercamos a la casa natal de Joaquín Sabina, señalizada como punto de interés. La fachada es sencilla, pero el lugar está bien conservado.


Úbeda


Día 2 – Por la tarde en Baeza


Por la tarde fuimos a Baeza, a unos 10 minutos en coche desde Úbeda. La ciudad es más pequeña y menos transitada. Visitamos la Universidad Antigua, con una fachada de piedra sobria y columnas. El edificio mantiene su aspecto original y es uno de los puntos principales del conjunto histórico.


También caminamos por el centro, donde se encuentran otros edificios renacentistas, como la Catedral y el Ayuntamiento. El ambiente en general es tranquilo y bien cuidado.



Información útil


Cómo llegar:

Úbeda y Baeza están en la provincia de Jaén (Andalucía). Se puede llegar por carretera desde Madrid (3h 30 min aprox.) o desde Granada (1h 30 min).


Alojamiento:

Recomendamos alojarse en el centro histórico para poder recorrer a pie los principales monumentos. El apartamento El Architectura fue una buena opción por ubicación y comodidad.


Visitas recomendadas:

Palacio Vela de los Cobos (Úbeda)

Casa natal de Joaquín Sabina (Úbeda)

Universidad Antigua (Baeza)

Catedral de Baeza

Paseo por los centros históricos



Mis videos


09 julio 2024

PORTUGAL NORTE

 





Todo el mundo parece tener una idea clara de cómo otras personas deben conducir sus vidas,pero ninguno sobre cómo hacerlo con la suya propia.
 

Paulo Cohelo




En agosto de 2022, emprendimos un viaje por el norte de Portugal, una región que hasta entonces no habíamos explorado. Entramos al país desde Salamanca, y a lo largo de varios días visitamos ciudades con carácter, paisajes variados y una notable riqueza histórica.



Primera parada: Braganza

Nuestra primera parada fue en Braganza, donde comenzamos visitando su castillo medieval, muy bien conservado. A su alrededor, el casco antiguo conserva un trazado tradicional con varios puntos de interés:

  • Iglesia de Santa María, del siglo XVI

  • Antigua Domus romana, que en su día fue un edificio municipal

  • Catedral renacentista, situada en la parte baja de la ciudad

Tras un paseo por el centro y un buen almuerzo, continuamos el viaje hacia Guimarães, ciudad donde nos alojaríamos y que usaríamos como base para recorrer otros destinos del norte.



Viana do Castelo: mar, historia y panorámicas


Viana do Castelo, situada junto al Atlántico, fue una de las ciudades más atractivas del viaje. Comenzamos el día en el puerto, donde vimos el barco-hospital Gil Eannes. Luego paseamos por el casco antiguo, con varias paradas destacadas:

  • Plaza de la República, con su Ayuntamiento y la Iglesia de la Misericordia (ambos del siglo XVI)

  • Catedral y las calles cercanas, llenas de ambiente local

Al mediodía, probamos una francesinha en un restaurante del centro.

Por la tarde, subimos en tren cremallera al Santuario de Santa Lucía, una basílica del siglo XX que recuerda a Notre Dame de París. Desde allí, disfrutamos de una vista completa de la ciudad, la costa y el puente de hierro diseñado por Eiffel.



Guimarães: cuna de Portugal


El tercer día lo dedicamos a Guimarães, ciudad conocida como el lugar de origen del país.

  • Visitamos el Palacio de los Duques de Braganza y el castillo medieval, que forman un conjunto histórico bien conservado.

  • Por la tarde, recorrimos el Museo Alberto Sampaio, con una interesante colección de arte religioso y un claustro que merece la visita.


Terminamos el día paseando por la Avenida de Brasil, con la Iglesia de San Gualter al fondo, uno de los edificios religiosos más llamativos de la ciudad.



Braga

El último día lo dedicamos a Braga, ciudad con fuerte presencia religiosa y arqueológica.

  • Comenzamos en la Catedral de Braga, uno de los templos más antiguos e importantes de Portugal.

  • Luego subimos al Santuario de Bom Jesús do Monte, conocido por su gran escalinata barroca, uno de los lugares más emblemáticos del norte portugués.

  • Por la tarde, visitamos el Museo Arqueológico D. Diogo de Sousa, con restos de termas y un pequeño teatro romano.

Este viaje al norte de Portugal fue una grata sorpresa: ciudades bien cuidadas, castillos, iglesias, calles con historia y vistas panorámicas. Terminamos con la sensación de haber descubierto una zona muy completa y variada, y con ganas de regresar para seguir explorando otros rincones de este país.

















22 junio 2024

MALAGA, ANTEQUERA, RONDA, Y SETENIL DE LAS BODEGAS











Ni la juventud sabe lo que puede, ni la vejez puede lo que sabe

José Saramago




En marzo de 2022 dedicamos cuatro días a recorrer la provincia de Málaga, con base en la capital. Aunque conocida sobre todo por sus playas, la región guarda mucho más: ciudades monumentales, pueblos integrados en el paisaje y una historia que se respira en cada rincón. También hicimos un pequeño desvío a la provincia de Cádiz para visitar Setenil de las Bodegas.


Días en Málaga capital


Nos alojamos tres noches en la ciudad de Málaga, donde comenzamos con un paseo por el centro histórico. La calle Larios marca el eje principal, con su ambiente animado y tiendas elegantes.

  • Visitamos el teatro romano, bien conservado y junto a la Alcazaba.

  • Entramos al Museo del Automóvil, con una colección sorprendente que recorre distintas épocas.

  • Nos detuvimos en la capilla del Cristo de Mena, una pequeña iglesia donde se conserva la imagen que la Legión Española porta en Semana Santa.


    Calle Larios de Málaga


Catedral y museos


El segundo día, el mal tiempo nos obligó a cancelar la visita al Caminito del Rey, así que adaptamos el plan:

  • Recorremos la catedral renacentista de Málaga, tanto su nave principal como su interior artístico.

  • Por la tarde, visitamos el Museo Picasso, y también el Museo Arqueológico Provincial, con restos de distintas civilizaciones que pasaron por la ciudad.


Plaza de toros de Antequera




Antequera

Salimos de Málaga y nos dirigimos a Antequera, donde hicimos dos visitas principales:

  • El Torcal: un paraje natural con formaciones rocosas que parecen esculpidas. La ruta de senderismo corta ofrece buenas vistas y un entorno singular.

  • Los Dólmenes de Antequera: estructuras megalíticas con más de 6.000 años de antigüedad. Impresiona ver su tamaño y alineación.

Al terminar la visita, comimos en el restaurante de la plaza de toros de Antequera, un edificio histórico del siglo XIX.


calle de Setenil de las Bodegas


Setenil de las Bodegas

Desde Antequera tomamos carretera hacia Setenil de las Bodegas (Cádiz), un pueblo donde las casas están integradas en la roca. Algunas construcciones quedan literalmente bajo enormes bloques de piedra.

Paseamos por sus calles empinadas y cubiertas de roca, con vistas desde los miradores del pueblo. Es un lugar muy particular, que se recorre bien en una visita de medio día.



Ronda

Nuestra última parada fue Ronda, una ciudad que sorprende por su geografía y arquitectura.

  • El Puente Nuevo, que cruza el Tajo, es el símbolo de la ciudad. Las vistas desde el Jardín de Cuenca son especialmente buenas.

  • Nos alojamos en el Hotel El Tajo & Spa, cómodo y bien situado para moverse a pie por el casco antiguo.

  • Visitamos la Plaza de Toros, una de las más antiguas de España, y la Iglesia de Santa María la Mayor, que reúne varios estilos arquitectónicos.

  • Terminamos el recorrido en el Palacio de Mondragón y los Baños Árabes, entre los mejor conservados de Andalucía.


Este viaje por la provincia de Málaga nos mostró una Andalucía diferente: más interior, más histórica, menos masificada. Desde ciudades como Málaga y Ronda hasta enclaves únicos como Setenil o El Torcal, el recorrido combinó cultura, paisaje y patrimonio.

Una escapada completa que nos dejó con ganas de seguir descubriendo otros rincones del sur..








14 mayo 2024

BIAR. ALICANTE



Castillo de Biar 

Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.

José Luis Borges

Redescubriendo Biar: una escapada cerca de casa (6 de abril de 2024)


El pasado 6 de abril decidimos dedicar la mañana a redescubrir Biar, un pueblo al que no volvíamos desde hacía muchos años. Situado en el interior de la provincia de Alicante, a unos 50 km de El Campello, Biar es un destino cercano, perfecto para una escapada corta.

Con unos 3.000 habitantes, Biar está enclavado en una zona montañosa, en plena Sierra de Mariola. El trayecto en coche es cómodo y en poco más de media hora ya estábamos caminando por sus calles.

Desde nuestra última visita en 2011, el pueblo no ha cambiado mucho. Al comparar nuestras impresiones con las fotos de entonces (que ahora forman parte del vídeo que hemos compartido), confirmamos que Biar sigue conservando ese aire tranquilo y acogedor de siempre.

Lo más destacado de la visita fue el castillo de Biar, que se alza sobre la colina y domina el paisaje del pueblo. Desde allí, se tienen buenas vistas del casco urbano y las sierras que lo rodean.

En el centro, la Plaza del Ayuntamiento sigue siendo el corazón del pueblo. Allí se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo renacentista que, aunque con una fachada algo deteriorada, mantiene su presencia majestuosa.

Desde la plaza, las calles ascienden hacia el castillo. Son calles empinadas y estrechas, con fachadas sencillas y bien cuidadas. A medida que se sube, el ambiente se vuelve más silencioso, y el paisaje más amplio.

A mitad del recorrido, hicimos una pausa en una de esas calles con pendiente. Nos sentamos en una de las mesas del bar El Carajo, colocadas en plena calle, al sol. Tomamos una cerveza fría y una buena ensaladilla rusa, perfecta para reponer fuerzas.

La combinación de buen tiempo, entorno tranquilo y comida sencilla hizo que fuera una mañana agradable, ideal para una escapada sin prisas.

Biar sigue siendo un destino cercano que vale la pena redescubrir. Conserva su carácter histórico y su ritmo pausado. Para quienes viven en la provincia de Alicante, es una opción recomendable para desconectar durante unas horas y disfrutar de la historia y el paisaje sin ir muy lejos.

03 marzo 2024

TARRAGONA EN UN DIA











Vivir en los corazones que dejamos tras nosotros, eso no es morir.

Thomas Campbell



En febrero de 2024, retomamos nuestras escapadas de dos noches, breves pero suficientes para descubrir lugares con historia sin alejarnos demasiado de El Campello. Esta vez, el destino fue Tarragona, una ciudad que conocíamos solo de paso y que teníamos pendiente para una visita en profundidad.

Alcanar

Nos alojamos en el Hotel Tancat de Codorniu, en Alcanar, el primer pueblo de la provincia de Tarragona, a solo una hora de la ciudad y a 15 minutos de Vinaroz. Fue una elección muy acertada: una cabaña independiente, con todas las comodidades y en un entorno que invitaba al descanso. Un lugar al que, sin duda, volveríamos.


Tarde en Vinaroz

Antes de la primera noche, aprovechamos para visitar Vinaroz, en la provincia de Castellón. Nos recibió con su paseo marítimo tranquilo y un clima invernal agradable.

  • Disfrutamos de pasteles en la Patisseria Cocoa.

  • Descubrimos una exposición sobre el Carnaval de Vinaroz, instalada en una antigua iglesia junto al mercado central.

Fue un buen inicio para esta escapada.



Tarragona: historia viva

Llegar a Tarragona no fue fácil. Una huelga de agricultores retrasó el acceso a la ciudad, pero valió la pena.

Nuestra primera parada fue el Balcón del Mediterráneo, con vistas espectaculares del mar y del anfiteatro romano, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.

Descendimos hasta el Anfiteatro, construido en el siglo II d.C., donde se celebraban luchas de gladiadores. Lo más curioso es que, con el paso del tiempo, sobre su arena se construyeron iglesias, conventos e incluso una prisión. Una muestra clara de cómo las civilizaciones reutilizan sus espacios.

Almuerzo y Catedral

Al terminar la visita, comimos en el restaurante Gure Etoki, situado en el centro histórico. Un acierto, tanto por el ambiente como por la comida.

Después visitamos la Catedral de Tarragona, cuya construcción se prolongó durante varios siglos. En ella conviven estilos románico, gótico y renacentista, reflejando las distintas etapas históricas de la ciudad.

Murallas y restos imperiales

Por la tarde recorrimos parte de la muralla romana, con un trazado conservado de unos 800 metros. Su estado es excelente y permite imaginar la antigua Tarraco como ciudad fortificada.

También visitamos los restos del palacio del emperador Augusto, que recuerdan la relevancia política de esta ciudad durante la época romana.

El teatro romano

Al final del día nos acercamos al lugar donde una vez se erigió el teatro romano. Hoy queda poco de su estructura, pero algunas fotografías de 1909 dan idea de su importancia. El lugar ha sido alterado por construcciones modernas, como almacenes, lo que hace que hoy solo queden fragmentos visibles.

Tarragona no solo conserva un impresionante legado romano. Es una ciudad bien organizada, con vida cultural, zonas peatonales y vistas al mar. Para mí, tiene argumentos suficientes para ser la capital de Cataluña, por historia y por peso urbano.

Visitar Tarragona es hacer un viaje en el tiempo. Cada rincón revela capas de historia que van desde Roma hasta la actualidad, en una ciudad que combina perfectamente su pasado monumental con su presente turístico y dinámico.



 

19 diciembre 2023

VIENA UNA VEZ MAS







Viena en invierno: mercados navideños y arquitectura imperial (Diciembre 2023)


Trece años después, volvimos a Viena. Para mí fue la quinta visita, y, como en cada ocasión, descubrí algún rincón nuevo. Esta vez, viajamos con mi hermana menor y su marido, con la idea de recorrer los mercadillos navideños, una de las tradiciones más características de esta ciudad en el mes de diciembre.

Alojamiento y transporte

Nos alojamos en el Hotel Exe Viena, bien comunicado, a unos 10 minutos en tranvía de la Plaza del Ayuntamiento. El tranvía número 44 pasa por delante y te deja junto al Parlamento.

Palacio de Schönbrunn

Volvimos a visitar el Palacio de Schönbrunn, cuya última visita fue en 2006. Esta vez recorrimos:

  • El interior del palacio, con su decoración imperial.

  • El Museo de Carruajes, situado dentro del complejo.

A la salida, almorzamos en la cafetería del recinto, con salchichas, puré y goulash. Comida sencilla, sabrosa y a buen precio. Justo enfrente del palacio se encuentra el mercado navideño de Schönbrunn, uno de los más bonitos por su entorno.

Catedral de San Esteban y alrededores

Otro día visitamos la Catedral de San Esteban. Por 6 € se puede acceder al interior y recorrer tranquilamente su nave gótica.

  • Frente a la catedral se encuentra otro de los mercadillos navideños más visitados.

  • Paseamos por calles cercanas como el Graben y Kärntner Strasse, con tiendas decoradas para la época.

  • Almorzamos en Vapiano Moulin Rouge, un restaurante de pasta y pizza preparado al momento.

Biblioteca Nacional y Cripta Imperial

Dedicamos una jornada a dos lugares destacados del centro:

  • La Biblioteca Nacional, de estilo barroco, una de las más hermosas de Europa.

  • La Cripta Imperial, bajo la iglesia de los Capuchinos, donde descansan los Habsburgo, incluidos el emperador Francisco José y la emperatriz Sissi. Los sarcófagos de metal son auténticas obras de arte.

En la zona visitamos también el mercado de Freyung, más pequeño pero acogedor, donde probamos el típico vino caliente.

Ayuntamiento y zona de los museos

El mercado frente al Rathaus (Ayuntamiento) es el más grande e importante de la ciudad. A su alrededor se encuentran:

  • El Parlamento

  • La Iglesia Votiva, de estilo neogótico

  • La Plaza Maria-Theresien, con otro mercado entre el Museo de Historia del Arte y el Museo de Ciencias Naturales

No llegamos a visitar el MuseumsQuartier, aunque lo dejamos pendiente para una próxima ocasión.

Belvedere, Karlplatz y Secesión

El último día lo dedicamos a la zona sur del centro:

  • Visitamos el Palacio de Belvedere, donde se encuentra una de las mejores colecciones de arte del país, incluyendo varias obras de Gustav Klimt.

  • Caminamos hasta Karlplatz, donde están la Iglesia de San Carlos Borromeo y otro mercadillo.

  • También nos detuvimos en el edificio de la Secesión, donde se expone el famoso friso de Klimt.

Almorzamos en Bier & Bierli, cerca de la ópera. La comida fue buena, con precios razonables.

Viena permanece inmutable. La seguridad, el orden, la limpieza y el ambiente cultural se mantienen intactos con el paso del tiempo. A pesar de haberla visitado en varias ocasiones, siempre hay algo nuevo por descubrir. Especialmente en diciembre, la ciudad combina su herencia imperial con el ambiente acogedor de los mercadillos de Navidad, convirtiéndose en uno de los mejores destinos europeos para esta época del año.

   

VARSOVIA Y CRACOVIA