08 noviembre 2024

MADRID

 


MADRID 





- ¿Que raros son tus cuñados?
- Sí, es que son de Madrid.
- Será eso.”

Almudena Grande 



Madrid, la vibrante capital de España, es sin duda una de las ciudades más cautivadoras de Europa. Aunque muchos la conozcan mejor que yo, siempre me ha dejado una impresión profunda. Solo Roma y París la superan en mi lista de favoritas, pero Madrid tiene un carácter y una belleza únicos que la hacen indispensable para cualquier viajero que explore España.
He tenido la suerte de vivir en Madrid durante un año y medio, en diferentes momentos de mi vida. La he recorrido tanto en solitario como en familia, y cada experiencia me ha ofrecido algo nuevo. Si visitas España, conocer su capital es una necesidad.




Cuando planifiques tu viaje, te recomendaría elegir un hotel bien ubicado. Evitaría hospedarme en la misma Puerta del Sol, el centro geográfico de Madrid y de toda España, que aunque es vibrante, puede resultar abrumador. Todo lo que esté a uno o dos kilómetros de esta plaza se considera céntrico. En mi caso, el distrito de Chamberí tiene un encanto especial. Quizá sea porque viví cerca de la Plaza de Quevedo casi un año, pero también hay otras áreas, como las cercanas al Palacio Real, la Plaza de Colón o la estación de Atocha, que ofrecen una excelente localización para explorar la ciudad.
Madrid es también un deleite para los amantes de la gastronomía. Aunque la cocina española es muy variada, uno de los platos más representativos de la capital es el cocido madrileño. Este guiso, que combina garbanzos, carne y verduras, es una comida tradicional que no debes dejar de probar. Sin embargo, al ser la capital de España y una ciudad cosmopolita, Madrid cuenta con una oferta gastronómica muy diversa. Encontrarás restaurantes de todas partes del mundo, desde cocina asiática hasta latinoamericana, así como platos típicos de cada región española.
Además de la comida, Madrid es un tesoro de cultura e historia. Una parada obligada es el Museo del Prado, uno de los más importantes del mundo. En sus alrededores se encuentran otros dos museos excepcionales: el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía, ambos con destacadas colecciones de arte moderno y contemporáneo. Si te interesa la historia, no puedes perderte el Museo Nacional de Arqueología y el Museo Naval, ambos ubicados cerca de la Biblioteca Nacional.




Algo que distingue a Madrid de otras grandes ciudades españolas o europeas es su catedral. Mientras que la mayoría de las catedrales en Europa siguen estilos arquitectónicos como el gótico, románico o renacentista, la Catedral de la Almudena es relativamente moderna. Fue construida en el siglo XX, por lo que tiene menos de 100 años, lo que la convierte en una excepción entre las grandes catedrales de Europa. Se encuentra junto al majestuoso Palacio Real, donde recientemente se ha abierto al público un edificio moderno que alberga las impresionantes Colecciones Reales, ofreciendo una experiencia visual fascinante.

Este agosto de 2023, descubrí una joya menos conocida: el Museo de América, ubicado cerca de Moncloa. Fue una sorpresa maravillosa. Su vasta colección de figuras, utensilios y artefactos, junto con pinturas que datan de la época de la llegada de los españoles al continente americano, lo convierten en una visita fascinante. Destacan especialmente el tesoro de Quillabamba, procedente de Colombia, y otras colecciones de Perú, México y Ecuador.
Por último, una de las experiencias más memorables fue visitar el estadio del Real Madrid, el Santiago Bernabéu. En 2012, pude recorrer su interior y admirar los trofeos y recuerdos de este legendario club de fútbol. Hoy en día, el estadio está siendo remodelado, por lo que se avecinan cambios emocionantes para este icónico lugar.

Para disfrutar plenamente de Madrid, es esencial caminar por sus calles y plazas. La Plaza Mayor, el Palacio Real y la zona de la Ópera son lugares que deben explorarse a pie, al igual que la Plaza de Colón, próxima a muchos de los museos mencionados.









05 noviembre 2024

PAISES DEL LOIRA.

 






 

 

 

INTRODUCCION


En el verano de 2024, decidimos ir a Anjou, la otra parte del Valle del Loira, que nos faltaba por conocer, aunque a nuestra llegada nos enteramos que pertenece a otra región: el País del Loira. Anjou es una histórica provincia francesa en el oeste, con un valioso legado medieval, castillos y tradiciones vinícolas. Hoy en día, Anjou se encuentra dentro del País del Loira, y aunque ya no tiene autonomía, su identidad sigue enriqueciendo la región, especialmente a través de su capital histórica, Angers, reconocida por su castillo y el famoso Tapiz del Apocalipsis.


A diferencia del País del Loira, el Valle del Loira donde habíamos estado en noviembre del año 2011,  es una región cultural y geográfica que se extiende a lo largo de la cuenca media del río Loira, incluyendo departamentos como Indre y Loira, Loir y Cher, y parte de Maine y Loira. Este valle es conocido por sus castillos renacentistas, como Chambord y Chenonceau, y su título de “Jardín de Francia”. Su importancia histórica y su belleza natural le han valido el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. En el Valle del Loira, el turismo se centra en su legado renacentista y su arquitectura, vinculada a la historia de la nobleza, lo que difiere de los atractivos marítimos y urbanos presentes en el País del Loira.

 


El País del Loira es una región administrativa francesa que incluye cinco departamentos: Loira Atlántico, Maine y Loira, Mayenne, Sarthe y Vendée. Este territorio extenso se caracteriza por una diversidad de paisajes que van desde la costa atlántica hasta zonas rurales y urbanas. Ciudades como Nantes aportan una faceta moderna a la región, complementando su importancia cultural, sus castillos históricos y su relevancia vinícola. El río Loira, que atraviesa buena parte de la región, conecta diferentes áreas y simboliza un vínculo común, integrando elementos culturales tradicionales asociados con el Valle del Loira.

 


Ambas áreas tienen el río Loira como eje y comparten una fuerte tradición vinícola. Sin embargo, el Valle del Loira se centra más en el patrimonio renacentista de sus castillos y jardines, mientras que el País del Loira ofrece una mayor variedad, con viñedos, castillos, extensas costas y ciudades vibrantes como Nantes.

 

Anjou, dentro del País del Loira, mantiene su identidad histórica. Angers, su capital, es famosa por el Castillo de Angers y el Tapiz del Apocalipsis. Saumur es otra ciudad destacada por su castillo, su tradición ecuestre y sus vinos espumosos. Cholet, con su industria textil, y Beaufort-en-Vallée, rodeada de viñedos, completan el atractivo turístico de Anjou.

 

El País del Loira, el Valle del Loira y Anjou ofrecen experiencias únicas. El País del Loira combina zonas modernas, rurales y costeras, mientras que el Valle del Loira mantiene un enfoque renacentista y cultural. Anjou, en el corazón del País del Loira, sobresale por su historia y su tradición vinícola, aportando una riqueza cultural a la región.

 

 

 

 

EL VIAJE

 

Salimos de Alicante el día 16 de agosto de 2024 para desplazarnos a Nantes en vuelo de Volotea. Alli recogí un coche de alquiler de Europcar, concretamente un Fiat 500 hibrido que cumplió mis expectativa. Tras una hora de recorrido llegamos a Angers donde pernoctaríamos en el Kyriad Hotel Beauconze hasta el día 22 que regresaríamos a Nantes para coger al día siguiente a primera hora el vuelo de regreso a Alicante.

 

El día de nuestra llegada después de comer cerca del hotel nos trasladamos a Angers para una primera toma de contacto. Localizamos un aparcamiento du Mail, cerca del Ayuntamiento de la ciudad muy bien situado y buen precio donde dejamos el coche. Esa tarde vimos la Catedral de San Mauricio y su interior que tiene 

 

Comenzando en el Ayuntamiento de Angers (Hôtel de Ville), un majestuoso edificio neoclásico, tomamos la Rue Saint-Aubin, una de las calles más emblemáticas de la ciudad. A medida que avanzamos, notamos una mezcla de edificios históricos y modernos que capturan el espíritu vibrante de Angers. Esta calle nos conduce hasta la Plaza del Ralliement, el corazón cultural de la ciudad, donde se encuentra el Gran Teatro. Este edificio de estilo italiano destaca con su elegante fachada de columnas y esculturas, recordando la rica vida artística de Angers. A su alrededor, encontramos tiendas, cafeterías y los grandes almacenes Galeries Lafayette, cuya arquitectura conserva detalles clásicos en armonía con el entorno.

Después de disfrutar de la plaza, nos dirigimos al imponente Castillo de Angers, rodeado de altos torreones cilíndricos y macizas murallas de piedra que se elevan con una presencia contundente. Este castillo medieval, construido en el siglo XIII, impresiona por su perímetro fortificado y sus diecisiete torreones, de casi treinta metros de altura cada uno, que crean una formidable línea defensiva. Cada torreón está coronado con un techo plano, desde donde antiguamente vigilaban la ciudad. Las murallas, de gruesos muros de pizarra y piedra caliza, exhiben franjas horizontales de colores, que dotan al castillo de un aspecto único y característico.

 

Finalizado nuestro recorrido este primer día regresamos al hotel. Cerca teníamos un supermercado Intermarché donde compramos elementos necesarios para cenar 


Castillo de Brissac


 

El día 17 de agosto nuestro viaje lo comenzamos con una visita al Castillo de Brissac, conocido como el castillo más alto de Francia. La imponencia de esta construcción renacentista nos dejó fascinados: siete pisos de altura y 204 habitaciones decoradas con detalles lujosos y un estilo inconfundible. Durante el recorrido, caminamos por sus elegantes salones, decorados con una exquisita mezcla de tapices antiguos, muebles dorados y retratos históricos, y disfrutamos de una vista encantadora desde sus ventanas al río y los viñedos que rodean el castillo.

 

Terminada la visita, tomamos rumbo a Saumur para una estupenda experiencia culinaria en el restaurante Masama.  La característica destacable era su cálido ambiente y una mezcla deliciosa de gastronomía colombiana y francesa, cortesía de sus propietarios, una colombiana y un francés. Los sabores, entre tradicionales y modernos, nos sorprendieron y nos dieron la energía perfecta para continuar nuestro recorrido por el centro de Saumur.

Con el tiempo justo antes de nuestra siguiente parada, aprovechamos para explorar un poco el centro de Saumur, con su encanto pintoresco. Las calles empedradas y los edificios de piedra caliza de tonos suaves nos transmitieron una sensación de paz, y observamos los detalles de la arquitectura tradicional de la zona, tan característicos del Valle del Loira.




Castillo de Montreuil-Bellay


 

Concluimos el día con nuestra esperada visita al Castillo de Montreuil-Bellay, una joya medieval que parece detener el tiempo. La fortaleza, rodeada de altos muros y un amplio foso, nos recibió con su estructura majestuosa que ha protegido estas tierras durante siglos. Desde el primer vistazo, sus imponentes torres nos transportaron a un pasado de caballeros y nobles, destacándose por sus formas robustas y su mezcla de piedra caliza y pizarra que reflejan siglos de historia.

 

Al caminar por el exterior, pudimos ver cómo el castillo domina la vista, con sus jardines cuidados al detalle, que ofrecen un contraste perfecto con la arquitectura austera y defensiva de sus murallas. Las torres están colocadas estratégicamente para vigilar cada rincón del perímetro, y en sus muros aún se percibe la esencia de una época en la que proteger el dominio era vital.



Castillo de Angers


 

Empezamos nuestro día en Angers con una visita al majestuoso Castillo de Angers, una fortaleza medieval imponente que guarda uno de los tesoros más notables de la región: el Tapiz del Apocalipsis. Al cruzar el puente que lleva al castillo, las enormes murallas de piedra y los diecisiete torreones de casi treinta metros de altura nos impresionaron, recordándonos la importancia histórica y defensiva de esta construcción. Dentro, nos dirigimos directamente al tapiz, que se extiende en una galería especial diseñada para mostrar su inmensa longitud y sus impactantes detalles.

 

El Tapiz del Apocalipsis es una obra de arte monumental, cuyos paneles detallan escenas bíblicas con un colorido asombroso y una complejidad visual que nos dejó sin palabras. Cada hilo y cada figura cuentan una historia, narrando con intensidad las visiones apocalípticas de San Juan, llenas de criaturas fantásticas, guerreros y escenas de la lucha entre el bien y el mal. La atmósfera en esta galería es casi mística, y pudimos tomarnos el tiempo para admirar los detalles de cada escena, transportándonos a una época donde los tapices eran la gran narrativa visual de la nobleza.

 

Terminada la visita, buscamos un lugar acogedor para comer y encontramos una encantadora trattoria en el centro histórico de Angers. Disfrutamos de un delicioso plato de pasta casera y una copa de vino local que, junto al ambiente familiar del restaurante, nos hicieron sentir como en casa. Fue el descanso perfecto antes de continuar con nuestra exploración cultural.

 

Por la tarde, nos dirigimos al Museo de Bellas Artes de Angers, un edificio elegante que alberga una amplia colección de arte, desde la pintura medieval hasta obras más modernas. Recorrimos salas llenas de cuadros, esculturas y arte decorativo que narran la evolución artística de la región y sus influencias europeas. Nos llamó la atención una serie de pinturas renacentistas que muestran escenas del día a día y retratos de personajes históricos, así como una sección dedicada al arte contemporáneo que aportaba una frescura interesante.

Para finalizar el día, dimos un paseo tranquilo por el centro de Angers, explorando las calles empedradas y observando la mezcla de arquitectura medieval y renacentista que da a la ciudad su encanto particular. Pasamos por la Plaza del Ralliement, donde se encuentra el Gran Teatro, rodeado de edificios elegantes y animadas cafeterías. Observamos también los grandes almacenes Galeries Lafayette, cuya presencia marca el pulso moderno en esta ciudad de historia profunda.

 

Nuestro día en Angers fue un recorrido perfecto por su patrimonio artístico y cultural, disfrutando cada detalle de esta ciudad que, con su mezcla de pasado y presente, tiene tanto por ofrecer.




Castillo de Azay-le-Rideau


 

El día 19 comenzó con la esperada visita al Castillo de Azay-le-Rideau, uno de los castillos más encantadores del Valle del Loira. Al llegar, el castillo nos sorprendió con su elegante arquitectura renacentista que se refleja en el agua, creando un efecto de espejismo que parecía sacado de un cuento. Construido en el siglo XVI, Azay-le-Rideau es conocido por su ligereza y belleza arquitectónica, con detalles que combinan influencias francesas e italianas en perfecta armonía. Los tejados puntiagudos, las ventanas enmarcadas por delicados moldes y las torres redondeadas son detalles característicos que atraen la mirada, mientras que los frondosos jardines que rodean el castillo completan la escena con un aire de serenidad.

 

El recorrido por el interior del castillo fue igualmente fascinante. Subimos por la escalera principal, una joya renacentista con escalones anchos y decoraciones detalladas, que nos llevó a varias salas lujosamente decoradas. Nos llamó la atención el salón principal, lleno de tapices y muebles antiguos que nos transportaron a la vida cotidiana de la nobleza de la época. También exploramos la biblioteca y los dormitorios, que aún conservan detalles originales y ofrecen una vista impresionante del paisaje exterior. Cada habitación contaba una historia, y al recorrerlas, era fácil imaginar las intrigas y festividades que habrían tenido lugar dentro de esos muros. Al salir, nos detuvimos un momento para apreciar la vista completa del castillo y sus reflejos en el río Indre, llevándonos un recuerdo mágico de Azay-le-Rideau.

 

A media mañana, nos dirigimos a Chinon para comer en este pequeño pueblo. Encontramos un encantador restaurante en la Plaza Mayor, desde donde podíamos observar la actividad diaria del pueblo, con locales y turistas llenando las calles y disfrutando del ambiente medieval. La comida fue excelente. Después de comer, emprendimos un recorrido por el casco antiguo de Chinon, una ciudad que parece detenida en el tiempo, con sus calles adoquinadas, casas medievales y fachadas de piedra que cuentan la historia de siglos pasados. Caminamos por estrechas callejuelas donde cada rincón parecía esconder un nuevo detalle arquitectónico con una vista inesperada de la Fortaleza de Chinon, visible en la colina que no pudimos ver en sun interior.

 

Durante nuestro paseo, disfrutamos observando la mezcla de arquitectura medieval y renacentista, con sus típicas casas de entramado de madera, ventanas de arco y tejados inclinados. 



Castillo de Ussé,



 

Por la tarde, nos dirigimos al imponente Castillo de Ussé, conocido como "el castillo de la Bella Durmiente", ya que se dice que inspiró el famoso cuento de Charles Perrault. Desde lejos, la silueta de Ussé se alza con un aire de fantasía, rodeado de jardines simétricos y torres puntiagudas que se elevan hacia el cielo. Al acercarnos, la vista de sus torres blancas y tejados de pizarra nos transportó a una época de cuentos de hadas. La fachada es una mezcla perfecta de estilos gótico y renacentista, y al recorrer sus jardines, sentimos que habíamos entrado en un mundo mágico.

El recorrido por el interior del castillo fue igualmente fascinante. Algunas de las salas recrean escenas de la Bella Durmiente, con maniquíes en trajes de época y mobiliario clásico que nos contaban la historia a medida que avanzábamos. Nos encantaron los salones llenos de tapices, pinturas y retratos que reflejan la vida de la nobleza. También subimos a una de las torres, donde pudimos observar las vistas del río y los jardines desde lo alto, imaginando cómo sería vivir en un castillo como este.

El día en Azay-le-Rideau, Chinon y Ussé fue una inmersión en la historia, la arquitectura y el encanto del Valle del Loira, llevándonos a descubrir castillos de ensueño y ciudades con una esencia que perdura a través de los siglos.



Castillo de Montgeoffroy


 

El día 20 iniciamos nuestra jornada con una visita al Castillo de Montgeoffroy, una joya del siglo XVIII situada en la campiña cercana a Angers. Esta residencia, con su estilo clásico y equilibrado, conserva el mobiliario y la decoración originales, lo que nos permitió vislumbrar la vida aristocrática de la época. El diseño simétrico del castillo, con sus alas laterales y su cuerpo central de ventanas amplias y elegantes, le otorga una apariencia de armonía que nos impresionó desde el primer momento. Durante el recorrido, exploramos salones y habitaciones exquisitamente decoradas. Destacaron especialmente la biblioteca, repleta de volúmenes antiguos, y el comedor, donde aún se preserva la vajilla de porcelana original. Los jardines circundantes, con setos bien cuidados y caminos bordeados de árboles, completaron esta experiencia visual de manera encantadora, transportándonos a una época de esplendor y sofisticación.

 

Al concluir nuestra visita, regresamos a Angers para disfrutar de un almuerzo en José Carpa, un restaurante reconocido por su cocina creativa y moderna que respeta la tradición francesa. Cada plato era una explosión de sabores, con ingredientes frescos y de temporada, convirtiendo la comida en un deleite perfecto para revitalizarnos antes de continuar explorando la ciudad.

 

Por la tarde, cruzamos el río hacia el encantador barrio de La Doutre, un lugar especial, descrito con frecuencia como un "pueblo en el centro de la ciudad" debido a su ambiente único. Al recorrer este barrio más allá del Maine, descubrimos rincones llenos de historia y belleza. Comenzamos admirando la vista desde el Pont de Verdun, un puente desde el cual se aprecian panorámicas del río y la ciudad. Continuamos hacia la Cale de la Savatte, un embarcadero pintoresco que se utiliza aún hoy, y avanzamos hasta la Place du Tertre Saint-Laurent y la Place de la Paix, dos plazas que conservan el espíritu tradicional de Angers.

 

Nuestro último día en Angers comenzó temprano con una visita al majestuoso Château de Serrant, un castillo renacentista que se encuentra a unos pocos kilómetros de la ciudad. Al llegar, fuimos recibidos por su imponente fachada de piedra oscura y pizarra, característica de la arquitectura del Loira. Este castillo destaca por su elegancia sobria y su armonía estructural, con torres de esquina redondeadas y grandes ventanales que lo iluminan y realzan su belleza. Durante el recorrido, nos sumergimos en sus fastuosos interiores, desde la biblioteca con más de 12,000 volúmenes antiguos hasta el salón principal, decorado con muebles de época, tapices y cuadros de gran valor. Cada habitación parecía contarnos una historia diferente, conservando intacta la opulencia de sus siglos pasados. Fue un paseo fascinante que nos permitió imaginar la vida aristocrática de antaño y descubrir los detalles de uno de los castillos mejor conservados de la región.

 

Después de esta visita enriquecedora, regresamos al a las inmediaciones del hote y comimos en un restaurante cercano a nuestro hotel, situado en el centro comercial Intermarché. La comida fue excelente, y nos sorprendió gratamente tanto la calidad como el precio económico. Disfrutamos de un menú sencillo, pero bien elaborado, lo que resultó ser una pausa perfecta en medio de nuestro día de exploración.


Château du Plessis-Bourré


 

Por la tarde, nos dirigimos al Château du Plessis-Bourré, otro castillo que, a diferencia de Serrant, parece salido directamente de un cuento de hadas. Rodeado por un amplio foso y con una estructura perfectamente simétrica, Plessis-Bourré mantiene intacto su encanto medieval. Su fachada, con torres altas y un diseño geométrico pulcro, es un ejemplo exquisito de la transición entre la arquitectura medieval y renacentista. En el interior, las salas están decoradas con frescos y detalles pintorescos, mientras que el salón principal y las estancias privadas nos dieron una idea de la vida en la nobleza de los siglos XV y XVI.



Castillo de los Duques de Bretaña




 

El día 22 llegamos a Nantes, listos para explorar esta vibrante ciudad histórica. Dejamos el coche de alquiler estacionado cerca de un centro comercial en la Isla de Nantes y, desde allí, tomamos un Uber que nos llevó hasta las inmediaciones de la Catedral de Nantes. La catedral, majestuosa y solemne, nos impresionó con su arquitectura gótica y sus altos contrafuertes, aunque solo pudimos verla desde el exterior debido a los daños sufridos en el incendio de hace unos años. Las torres y los detalles de la fachada, con sus intrincadas esculturas y relieves, reflejan su rica historia, y aunque no pudimos entrar, su vista nos transmitió la fortaleza y belleza que sigue representando.

Desde la catedral, descendimos caminando hacia el Castillo de los Duques de Bretaña, un lugar que encierra siglos de historia. Al recorrer su interior, paseamos por los pasillos de piedra y admiramos sus murallas y patios, donde se respira la grandeza de los tiempos en que Nantes fue el centro de la región bretona. Desde los muros, las vistas de la ciudad y los jardines internos del castillo nos ofrecieron un respiro verde en pleno centro urbano. Exploramos varias de sus salas que muestran la evolución histórica de Nantes, desde su pasado como puerto medieval hasta su rol en el comercio marítimo.

 

Al mediodía, almorzamos en un restaurante cercano. Fue el momento perfecto para degustar la gastronomía local y recargar energías antes de continuar nuestro día.

Luego, decidimos regresar caminando hasta la Isla de Nantes. Durante el paseo, observamos la ciudad a un ritmo más tranquilo, disfrutando del ambiente de sus calles y de algunos rincones modernos que se mezclan con la tradición histórica. Ya en el centro comercial donde habíamos dejado el coche, aprovechamos para explorar las galerías comerciales y hacer algunas compras de última hora, un buen final para nuestra visita urbana.


Finalmente, nos dirigimos al hotel B&B del aeropuerto, donde pasaríamos nuestra última noche. Tras entregar el coche de alquiler, nos preparamos para el viaje de regreso. Al día siguiente, el 23, tuvimos que levantarnos a las 4:30 de la madrugada para estar listos a tiempo, ya que nuestro vuelo hacia Alicante salía temprano. Afortunadamente, la elección del hotel resultó ideal, pues pudimos llegar caminando hasta la terminal, haciendo el trayecto rápido y sin complicaciones.

 

 

 

26 octubre 2024

EL VENETO

 







Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. 
Confucio



INTRODUCCIÓN

En noviembre de 2009, emprendimos un viaje hacia la región del Véneto, famosa por su joya más resplandeciente: Venecia. Desde el primer instante, la ciudad nos envolvió en su atmósfera única, con sus canales serpenteantes y su historia flotando en el aire. Recorrer la Plaza de San Marcos al atardecer, mientras la luz dorada del sol se reflejaba en las tranquilas aguas, fue una experiencia que se grabó en nuestra memoria. Veníamos de haber explorado Roma unos meses antes, en mayo de ese mismo año, pero Venecia, con su encanto enigmático, nos ofrecía un mundo completamente distinto.

El viaje comenzó en Alicante, desde donde volamos a Bolonia con Ryanair. Aunque Bolonia pertenece a Emilia-Romaña, decidimos hospedarnos allí tanto a la llegada como al regreso, aprovechando la oportunidad para perdernos en su casco histórico, con sus pórticos interminables y su cálida atmósfera otoñal. Para explorar el Véneto, optamos por el tren como medio de transporte. Con los billetes comprados por internet en Trenitalia, nos movimos cómodamente entre ciudades. Al día siguiente de nuestra llegada, tomamos un tren hacia Venecia, para descubrir sus secretos, sus palacios antiguos y la magia que parecía emanar en cada rincón.







Plaza de San Marcos 






VENECIA


Nuestro viaje a Venecia comenzó con un día entero dedicado a recorrer sus laberínticas y pintorescas calles, desde la estación de tren hasta la icónica Plaza de San Marcos. Cada rincón parecía un cuadro: los canales serpenteantes, los puentes antiguos y las fachadas de colores desgastados por el tiempo. Nos dejamos llevar por la esencia de la ciudad, deteniéndonos a almorzar en el Hard Rock Café, un pequeño respiro en medio de tanta historia, donde también aprovechamos para comprar camisetas para toda la familia, un toque moderno en un entorno atemporal.
Subimos al Campanile, la torre que se alza sobre la plaza, y desde allí, Venecia se desplegó bajo nuestros pies como un mosaico de tejados rojos, canales relucientes y cúpulas doradas. La vista panorámica fue de esas que te dejan sin aliento. Después, visitamos la majestuosa Basílica de San Marcos, un espacio lleno de misticismo, con sus mosaicos brillando bajo la luz tenue del día. Fue una experiencia que marcó el tono de nuestro viaje, envolviéndonos en la historia y el arte veneciano.
El segundo día fue igualmente estupendo. Dedicamos la mañana a navegar por el Gran Canal, una experiencia imprescindible para cualquier visitante. Lo hicimos a bordo de un “vaporetto”, el autobús acuático que se desliza lentamente entre los palacios que se alinean a ambos lados del canal. Disfrutamos del sol en nuestros rostros mientras capturábamos con nuestras cámaras las fachadas barrocas, los balcones cargados de flores y el ir y venir de góndolas y embarcaciones locales.
Uno de los momentos más destacado fue cruzar el famoso Puente de Rialto, con sus arcos de piedra y su bullicio incesante. Nos tomamos un tiempo para explorar el mercadillo cercano, lleno de vida, colores y el aroma de especias y frutas frescas. La tarde avanzaba y, al final del día, vimos cómo la marea comenzaba a subir lentamente. El agua, como un susurro, se filtraba a través del alcantarillado en la Plaza de San Marcos. Aunque no llegó a inundar por completo la plaza, fue una muestra de la naturaleza cambiante y viva de esta ciudad flotante.

 

VIDEO DEL GRAN CANAL








VERONA


El día siguiente lo dedicamos a descubrir la encantadora ciudad de Verona. Tras un cómodo trayecto en tren desde Venecia, llegamos a la estación de Verona, situada a una distancia razonable del centro histórico, lo que nos permitió comenzar nuestra exploración a pie. La ciudad, llena de historia y romanticismo, nos recibió con una brisa suave y un cielo despejado.
Comenzamos nuestro recorrido por las plazas más emblemáticas, como la Piazza delle Erbe, un espacio vibrante rodeado de edificios históricos cuyas fachadas parecían pintadas por el tiempo. La plaza estaba llena de vida, con cafés al aire libre y mercados que ofrecían desde frutas frescas hasta artesanías locales. 
Nuestro siguiente destino fue la majestuosa Arena de Verona, un impresionante anfiteatro romano que aún conserva el eco de los tiempos antiguos. Su estructura, imponente y solemne, nos dejó maravillados. En esta ocasión, el lugar estaba preparado para acoger un concierto, lo que añadía una curiosa mezcla de lo antiguo y lo contemporáneo, como si Verona quisiera recordarnos su capacidad de adaptarse a cada época sin perder su esencia.
Después de la Arena, nos dirigimos a uno de los lugares más icónicos de la ciudad: la Casa de Julieta. Allí, ante el famoso balcón que evoca la leyenda de Romeo y Julieta, nos detuvimos un momento. Aunque es solo un símbolo literario, el balcón sigue siendo un imán para los corazones románticos. Las paredes cercanas, llenas de mensajes de amor escritos por visitantes de todo el mundo, daban testimonio del legado eterno de la obra de Shakespeare.
Para el almuerzo, encontramos una acogedora trattoria local, donde degustamos la deliciosa gastronomía veronesa. El sabor de los platos caseros, fue el cierre perfecto para nuestro día en esta ciudad tan especial.
Al caer la tarde, tomamos el tren de regreso a Venecia. De vuelta en nuestro hotel, ubicado en una tranquila calle peatonal.


Video de Verona







VICENZA

 

Vicenza nos recibió con una serenidad que contrastaba con el bullicio de Venecia y Verona, pero no por ello menos impresionante. En cada esquina, la genialidad del arquitecto Andrea Palladio se hacía evidente, como si sus obras fueran un homenaje eterno al equilibrio y la perfección renacentista. La tercera jornada de nuestro viaje nos brindó la oportunidad de explorar a fondo la capital de esta región, menos conocida pero rica en tesoros arquitectónicos.
Comenzamos nuestra visita en la Plaza del Ayuntamiento, un espacio que parecía diseñado para maravillar a quien lo contempla. Los edificios que la rodean, con líneas claras y proporciones perfectas, llevan la firma inconfundible de Palladio. Era imposible no detenerse y admirar la belleza serena y matemática de sus fachadas, donde la arquitectura se convierte en poesía.
Sin embargo, el verdadero punto culminante fue el Teatro Olímpico. Este teatro renacentista, otra de las grandes joyas de Palladio, nos dejó sin palabras. Al cruzar sus puertas, fuimos transportados a otro tiempo: el esplendor de su escenario y la ilusión óptica de las calles que se extienden hacia el horizonte nos hicieron sentir como si estuviéramos en una obra clásica, en pleno corazón del Renacimiento. La combinación de mármol, columnas y detalles minuciosos reflejaba no solo la habilidad técnica de Palladio, sino su capacidad para evocar una grandeza atemporal.
Vicenza es famosa por su arquitectura renacentista, y no podíamos dejar de ver dos de sus mayores tesoros. La Basílica Palladiana, situada en la plaza del Ayuntamiento con su majestuosa logia de mármol blanco, se alza como un monumento a la simetría y el orden, un templo diseñado por Palladio que es considerado una de las obras maestras más importantes del mundo. 
Con cada paso en Vicenza, nos sentíamos más conectados con la historia, el arte y la visión de Palladio, un arquitecto que transformó para siempre la manera en que entendemos el espacio y la belleza.



Video de Vicenza









PADUA


El 8 de agosto de 2019, durante nuestro periplo por la Lombardía, decidimos hacer una escapada a Padua, una joya del Véneto impregnada de historia y cultura. Aunque este viaje era parte de nuestro recorrido por otra región de Italia, Padua nos atrajo irresistiblemente, con su rica herencia que conecta el Renacimiento con el presente.
El 9 de agosto, comenzamos el día con una visita a uno de los monumentos más emblemáticos: la Basílica de San Antonio. Desde la distancia, sus cúpulas se alzaban majestuosamente, perfilándose contra el cielo como guardianas de siglos de fe y devoción. Al acercarnos, pudimos apreciar la magnitud de su estructura, que impresiona no solo por su tamaño, sino por la atmósfera solemne que la rodea. Las cúpulas, con su arquitectura inconfundible, parecían susurrar historias de tiempos pasados.
Después de recorrer la basílica, nos dirigimos a la Universidad de Padua, una de las más antiguas y prestigiosas de Europa. Al atravesar sus históricos pasillos, era imposible no sentir la influencia de las mentes brillantes que alguna vez caminaron por allí. Galileo, Vesalio y tantos otros dejaron su huella en este recinto, un lugar donde el conocimiento floreció durante el Renacimiento y más allá. Estar allí, en un sitio que ha sido testigo de descubrimientos y debates que moldearon el mundo moderno, fue una experiencia inspiradora.
Nuestra siguiente parada fue el Palacio de la Razón, o Palazzo della Ragione, otro de los edificios emblemáticos de la ciudad. Al entrar, nos sorprendió el estado de conservación de su interior, con sus paredes ricamente decoradas con pinturas que narran escenas y temáticas de diversa índole. Cada fresco parecía contar una historia, y caminamos lentamente, admirando la minuciosidad de los detalles y el vibrante colorido que aún permanece a pesar del paso de los siglos.
Después de un día lleno de historia y cultura, regresamos por la tarde a nuestro acogedor hotel B&B, donde nos alojábamos. Padua nos dejó un estupendo recuerdo, una ciudad donde cada rincón está impregnado de historia, arte y conocimiento.


Video de Padua




















25 octubre 2024

BOCAIRENTE









Saber y saberlo demostrar, es saber dos veces.


Baltasar Gracián

En el corazón montañoso de la provincia de Valencia, el casco antiguo de Bocairent se despliega como una joya detenida en el tiempo. Declarado conjunto histórico-artístico, este rincón es una parada obligada para cualquier viajero que, desde la carretera, haya sentido el impulso de detenerse ante la vista majestuosa del pueblo encaramado sobre la roca.

Sus calles, de trazo laberíntico y esencia morisca, serpentean entre subidas empinadas y bajadas vertiginosas, escoltadas por escaleras de piedra, plazuelas escondidas y callejones que parecen susurrar secretos de otras épocas. Pasear por Bocairent es dejarse llevar por el pulso antiguo de sus muros, con los sentidos alerta y calzado cómodo, porque cada rincón guarda una promesa de belleza inesperada. Las fuentes y las macetas rebosantes de flores añaden color y frescura al recorrido, y nos guían hacia las pequeñas ermitas que salpican el casco antiguo: Sant Joan, Mare de Déu dels Desemparats y Mare de Déu d’Agost.

En la cima del pueblo se erige, solemne, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, custodiando el museo parroquial que guarda la memoria de generaciones. Más abajo, en la placeta de Sant Vicent, el Museo de Oficios y Costumbres abre sus puertas, mostrando con orgullo un telar antiguo que aún funciona, como si el tiempo no hubiese pasado.

Bocairent es un tesoro escondido, apenas a una hora de El Campello, que invita a quien lo visita a perderse en su laberinto de piedra y descubrir, con cada paso, las huellas de una historia que sigue viva. Hace unos días estuvimos allí, y este fue el recuerdo que nos llevamos: un paseo por las entrañas de un pasado que, en Bocairent, es presente eterno.





























22 octubre 2024

MIS RINCONES FAVORITOS

 




"Viajar es descubrir lugares que se quedan en el corazón, donde cada rincón cuenta una historia única."



Explorar el mundo ha sido siempre una de mis mayores pasiones. Cada viaje es una oportunidad para sumergirme en nuevas culturas, caminar por calles llenas de historia y, sobre todo, descubrir esos rincones especiales que, de alguna manera, me hacen sentir parte de algo más grande. A lo largo de mis viajes, he encontrado lugares que han dejado una huella profunda en mí: desde ciudades antiguas cargadas de misterio, hasta paisajes naturales que parecen sacados de un sueño. Cada uno de estos rincones tiene algo que lo hace inolvidable, ya sea su belleza arquitectónica, su atmósfera única o simplemente la serenidad que se respira al estar allí. Estos lugares favoritos no solo son destinos, sino pequeñas joyas que he ido coleccionando en mi memoria, y que me inspiran a seguir viajando y descubriendo nuevas maravillas.




CRIPTAS REALES DE LOS AUSBURGOS. VIENA






Las Criptas Reales de los Habsburgo en Viena, conocidas también como la Cripta Imperial o Kapuzinergruft, son un lugar fascinante que refleja siglos de historia del Imperio Austrohúngaro. Bajo la imponente Iglesia de los Capuchinos, en pleno corazón de Viena, reposan los restos de más de 140 miembros de la dinastía Habsburgo, una de las más influyentes en la historia de Europa. Conocer este lugar en el que no habíamos estado anteriormente en ninguna de las otras tres visitas anteriores a Viena nos dejó maravillados.

Fundada en 1618 por la emperatriz Ana del Tirol, la cripta fue ampliándose con el tiempo para acoger a emperadores, emperatrices y otros miembros de la familia. Entre las tumbas más notables se encuentra la de María Teresa, la única mujer en gobernar los vastos territorios de los Habsburgo, quien yace junto a su esposo, Francisco I. Otra tumba que destaca es la del emperador Francisco José I, quien reinó durante casi 70 años, y la de su esposa, la emblemática emperatriz Sissi, famosa por su trágica vida y belleza inigualable.

Al caminar por sus galerías, uno no puede evitar sentir el peso de la historia. Los sarcófagos, decorados con detalladas figuras barrocas y neoclásicas, simbolizan no solo el poder y la grandeza de la monarquía, sino también la fragilidad humana. Cada tumba cuenta una historia, muchas de ellas marcadas por la tragedia y la pérdida. La vida de Sissi, por ejemplo, sigue conmoviendo a quienes conocen su triste destino.

Las Criptas Reales no solo son un lugar de descanso, sino un testimonio silencioso de la grandeza y el ocaso de un imperio que dejó una huella imborrable en la historia europea. En el silencio solemne de sus pasillos, resuena la memoria de los Habsburgo, una dinastía que, aunque poderosa, también fue profundamente humana.






LIBRERIA EL ATENEO. BUENOS AIRES





La Librería El Ateneo Grand Splendid en Buenos Aires es uno de los lugares más mágicos de la ciudad. Ubicada en un antiguo teatro neoclásico inaugurado en 1919, este espacio combina historia, arte y literatura de manera única.

Lo primero que impacta al entrar es la majestuosidad del lugar: el antiguo escenario, ahora un café acogedor, invita a los visitantes a disfrutar de un libro en un ambiente cargado de historia. Los palcos, donde antes se disfrutaban óperas y espectáculos, ahora están llenos de estanterías que albergan una inmensa variedad de libros, desde clásicos argentinos hasta las últimas novedades editoriales.

El techo abovedado, decorado con un espléndido mural que aún conserva su grandeza original, y las lámparas que cuelgan sobre el salón evocan la elegancia de otra época. Cada detalle arquitectónico cuidadosamente preservado añade un aire de nostalgia y reverencia.

Explorar los pasillos de El Ateneo Grand Splendid es como adentrarse en un laberinto lleno de nuevos mundos por descubrir. Esta librería no es solo un lugar para comprar libros, sino una experiencia sensorial que mezcla el amor por la lectura con el peso de la historia. Sentado en el café o explorando los palcos, uno siente que este lugar es más que una simple librería: es un tributo a la imaginación, la cultura y el arte que alguna vez compartieron el mismo escenario.



CATEDRAL DE SIENA



La Catedral de Siena, o Duomo di Siena, es una de las joyas más impresionantes de la arquitectura gótica italiana, y cada visita parece revelar algo nuevo. Al acercarse, la fachada de mármol blanco y negro —los colores simbólicos de Siena— cautiva al instante, con sus intrincados detalles, esculturas y mosaicos dorados que brillan al sol.

Al entrar, la majestuosidad del exterior se queda corta ante la riqueza del interior. Las columnas a rayas en blanco y negro crean un efecto visual deslumbrante, y los ojos son inmediatamente atraídos hacia el impresionante cielo estrellado pintado en el techo de la cúpula. El suelo de mármol, una verdadera obra maestra en sí mismo, cuenta historias bíblicas a través de mosaicos que parecen cobrar vida.

Uno de los momentos más sobrecogedores es encontrarse con la Biblioteca Piccolomini, un espacio adornado con frescos vibrantes que relatan la vida del papa Pío II. Su colorido y su luz hacen que el lugar parezca sacado de un sueño.

El ambiente dentro del Duomo es solemne, casi místico. La luz que se filtra a través de las coloridas vidrieras baña el espacio en tonos cálidos y suaves, creando un aura de serenidad. Visitar la Catedral de Siena es una experiencia envolvente, donde el arte, la fe y la historia convergen de manera magistral, y cada rincón parece guardar un secreto esperando ser descubierto.




POMPEYA





Pompeya, la antigua ciudad romana congelada en el tiempo por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., es uno de los sitios arqueológicos más fascinantes del mundo. Pasear por sus calles es un viaje al pasado, donde el esplendor y la vida cotidiana de la Roma clásica se revelan de manera sorprendente.

Los restos de casas, templos y tiendas, conservados bajo capas de ceniza volcánica, muestran detalles increíbles: desde los mosaicos que adornan los suelos de las villas más ricas, hasta las pinturas murales que aún conservan sus vibrantes colores. Los frescos de la Villa de los Misterios y los restos del anfiteatro ofrecen una visión del arte y la cultura de una ciudad vibrante en su apogeo.

Lo más sobrecogedor es la sensación de estar caminando por una ciudad en pausa, donde todo quedó detenido en un instante. Los moldes de los cuerpos de los habitantes de Pompeya, sorprendidos por la erupción, añaden una dimensión humana y trágica a la experiencia, recordándonos que, más allá de las ruinas, esta fue una ciudad llena de vida.

Cada rincón de Pompeya ofrece una historia: desde el bullicio del Foro hasta la intimidad de las casas privadas. Es un lugar donde la historia se siente palpable, donde el tiempo parece haber detenido su marcha para permitirnos atisbar cómo vivían —y morían— los antiguos romanos. Visitar Pompeya es un viaje inolvidable al corazón de una civilización perdida.



MUSEO D'ORSAY. PARIS 



El Museo d'Orsay, ubicado en una antigua estación de tren a orillas del Sena en París, es uno de los museos más fascinantes del mundo, especialmente para los amantes del arte impresionista y postimpresionista. Inaugurado en 1986, el edificio en sí es una obra de arte, con su imponente reloj y estructura de hierro que conserva el espíritu de la estación original, la Gare d'Orsay, construida para la Exposición Universal de 1900.

Al entrar, lo primero que impresiona es la luminosidad del gran salón central, donde las obras maestras están dispuestas bajo el techo abovedado, creando un ambiente casi teatral. La colección del museo alberga algunas de las pinturas más icónicas del siglo XIX, con nombres como MonetRenoirVan GoghDegas y Cézanne entre los destacados.

Los colores y trazos vibrantes de los impresionistas capturan la vida cotidiana y los paisajes de una época que revolucionó el arte. Además de la pintura, el museo también exhibe esculturas, mobiliario y fotografía, brindando una visión integral de las artes decorativas de finales del siglo XIX y principios del XX.

Uno de los mayores atractivos del Museo d'Orsay es la espectacular vista de París desde su icónico reloj, un rincón perfecto para disfrutar de la ciudad. Visitar este museo es más que contemplar arte, es sumergirse en una atmósfera donde la historia, la arquitectura y la creatividad convergen en perfecta armonía. Un lugar imprescindible para cualquier amante de la belleza.




MACHU PICCHU. PERU



Machu Picchu, la emblemática ciudadela inca enclavada en lo alto de los Andes peruanos, es un lugar de asombrosa belleza y misticismo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta maravilla arqueológica, construida en el siglo XV, ha fascinado a viajeros de todo el mundo.

Al llegar, la primera vista de las terrazas verdes que se extienden por la ladera y las imponentes montañas que la rodean es simplemente sobrecogedora. La mezcla entre arquitectura y naturaleza parece casi sobrenatural, como si la ciudad hubiera surgido de la propia montaña. Los bloques de piedra perfectamente encajados, sin el uso de mortero, hablan de una ingeniería avanzada y una profunda conexión con la tierra.

Cada rincón de Machu Picchu tiene su propio misterio: desde el Templo del Sol, donde los incas rendían culto a sus dioses, hasta la Piedra Intihuatana, un reloj solar que aún sigue intrigando a los estudiosos. El ambiente es de reverencia, como si el lugar guardara un eco antiguo que resuena en el viento que pasa entre las ruinas.

El recorrido por sus senderos y escalinatas es también un viaje espiritual, un paso atrás en el tiempo que permite imaginar cómo fue la vida en esta ciudad sagrada. Ya sea bajo la luz dorada del amanecer o envuelto en la niebla matutina, Machu Picchu no solo impresiona por su majestuosidad, sino también por la paz y el sentido de asombro que despierta en cada visitante.





CHIADO DE LISBOA. PORTUGAL




El Chiado, en el corazón de Lisboa, es uno de esos lugares que te envuelven con su encanto desde el primer momento. Este barrio histórico combina lo mejor de la tradición y la modernidad, y eso es lo que más me atrae de él. Caminar por sus calles adoquinadas, rodeado de edificios elegantes de estilo Pombalino, te transporta a otra época, mientras que las tiendas, cafés y librerías que lo llenan de vida revelan una energía contemporánea.

Uno de mis rincones favoritos es la Librería Bertrand, la más antigua del mundo, donde se respira historia en cada rincón. Me encanta sentarme en uno de los muchos cafés clásicos, como el A Brasileira, famoso por haber sido el refugio de escritores y artistas, entre ellos el poeta Fernando Pessoa, cuya estatua preside la entrada y donde he fotografiado a Carmen y Ana. Allí, con un café en la mano, se puede disfrutar de la atmósfera única del lugar, un punto de encuentro entre el pasado literario de Lisboa y su vibrante presente.

El Chiado también es un lugar lleno de arte, con sus teatros y galerías, como el Teatro Nacional de São Carlos, que siempre me llama la atención por su elegancia y historia. Además, desde el Miradouro de Santa Catarina se obtiene una de las mejores vistas del río Tajo, lo que convierte cada paseo en una experiencia visual inolvidable.

Es esa mezcla de cultura, belleza y nostalgia lo que me hace volver al Chiado cada vez que vamos a Lisboa.



CIUDAD DE LAS CIENCIAS. VALENCIA




La Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia es un impresionante complejo arquitectónico que fusiona ciencia, naturaleza y arte en un entorno futurista. Diseñada por el arquitecto Santiago Calatrava y el ingeniero Félix Candela, este conjunto de edificios icónicos se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad.

El complejo está compuesto por varios edificios emblemáticos. L'Hemisfèric, con su estructura en forma de ojo, alberga un cine IMAX, un planetario y una sala de proyecciones láser, ofreciendo una experiencia audiovisual inmersiva. Junto a él se encuentra el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, un espacio interactivo dedicado a la divulgación científica donde los visitantes pueden aprender sobre tecnología y ciencia de manera práctica y divertida.

Otro de los edificios destacados es el Oceanogràfic, el mayor acuario de Europa, que recrea diferentes ecosistemas marinos y alberga una impresionante variedad de especies acuáticas, incluyendo tiburones, delfines y pingüinos. Este espacio invita a descubrir la biodiversidad de los océanos y la importancia de su conservación.

El Palau de les Arts Reina Sofía es un majestuoso teatro de ópera y artes escénicas, que se erige como un centro de referencia cultural en la ciudad, ofreciendo espectáculos de ópera, teatro y danza de clase mundial.

El conjunto lo completan el Umbracle, un paseo ajardinado con esculturas y arte contemporáneo, y el Ágora, un espacio versátil para eventos y exposiciones. Este complejo es una joya arquitectónica y un centro de aprendizaje, cultura y entretenimiento para todas las edades.



FOROS ROMANOS. ROMA


El Foro Romano, que visitamos por primera vez en 2007 y era gratis la entrada, en el corazón de Roma, es uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo y un verdadero testimonio del poder y la grandeza de la Antigua Roma. Este vasto espacio fue el centro político, comercial y religioso del Imperio Romano durante más de mil años, y caminar por sus ruinas es como retroceder en el tiempo.

El Foro alberga algunos de los monumentos más emblemáticos de la historia romana. Entre ellos, destaca el Templo de Saturno, una de las estructuras más antiguas, cuya imponente fachada aún se mantiene en pie. También es notable la Basílica de Majencio y Constantino, un enorme edificio que fue uno de los principales centros judiciales y administrativos de la Roma antigua.

El Arco de Septimio Severo, un arco triunfal dedicado al emperador por sus victorias militares, sigue siendo un punto de referencia, y cerca de allí se encuentra la Vía Sacra, la calle principal que atravesaba el Foro y por donde desfilaban las procesiones triunfales.

Otro de los lugares fascinantes es la Casa de las Vestales, hogar de las sacerdotisas encargadas de mantener el fuego sagrado de Roma. Esta área es un recordatorio del importante papel de la religión en la vida cotidiana romana.

Cada rincón del Foro Romano cuenta una historia, y las columnas, templos y arcos que aún permanecen de pie son un reflejo de la inmensa influencia de Roma en la civilización occidental. Visitar el Foro es sumergirse en el corazón de la historia antigua y caminar por los mismos caminos que recorrieron emperadores y ciudadanos hace miles de años.



RAVENA CENTRO DEL ARTE BIZANTINO. ITALIA




Rávena, ubicada en la región de Emilia Romagna, se alza como una joya de la historia y el arte, reconocida mundialmente por su herencia cultural única. Esta ciudad, que durante siglos fue un punto neurálgico de poder y arte, destaca principalmente por sus deslumbrantes mosaicos, que han otorgado a Rávena el título de “la ciudad de los mosaicos”. En su patrimonio se encuentran ocho monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que son testigos de su grandeza durante la antigüedad tardía y la Edad Media.


Entre estas maravillas arquitectónicas se encuentran la Basílica de San Vital, un ejemplo majestuoso del arte bizantino, con su famoso ábside decorado con mosaicos vibrantes; el Mausoleo de Gala Placidia, cuyas paredes y bóvedas están cubiertas de mosaicos que representan escenas celestiales; el Mausoleo de Teodorico, símbolo del poder ostrogodo; y la Basílica de San Apolinar en Classe, situada en un entorno campestre, cuyo interior presenta una impresionante combinación de arte paleocristiano y mosaicos bizantinos.


Además de su riqueza artística, Rávena desempeñó un papel crucial en la historia política del mundo antiguo. Fue capital del Imperio Romano de Occidente desde el año 402 d.C. y, tras la caída de este en 476 d.C., se convirtió en un importante centro del poder ostrogodo y bizantino. Su ubicación estratégica, rodeada de agua, la hizo casi impenetrable y favoreció el desarrollo de obras de ingeniería como la Fosa Augusta, un canal construido por César Augusto que conectaba Rávena con el mar Adriático y su puerto en Classe.


La ciudad también está estrechamente vinculada a Dante Alighieri, el gran poeta italiano, cuyos restos descansan en un mausoleo neoclásico dedicado a su memoria. Rávena lo acogió durante sus últimos años, y su influencia se siente en las calles, los museos y las actividades culturales que rinden homenaje al autor de La Divina Comedia. Este vínculo con la literatura también la convierte en un lugar de inspiración para escritores como Oscar Wilde, Lord Byron y Herman Hesse, quienes encontraron en Rávena una fuente de inspiración para sus obras.


Rávena no solo es un refugio de arte e historia, sino también un testimonio vivo del esplendor de épocas pasadas. Es una ciudad donde la espiritualidad de los mosaicos, la grandeza arquitectónica y el peso de la historia se combinan para ofrecer una experiencia única, enriquecida por su ambiente poético y su influencia en la cultura mundial.






TEATRO ROMANO DE TAORMINA. SICILIA





El Teatro de Taormina, en Sicilia, es una joya arqueológica única, tanto por su excelente conservación como por su ubicación espectacular. Construido por los griegos en el siglo III a.C. y ampliado por los romanos, este teatro servía para representaciones dramáticas y espectáculos de gladiadores. Pero lo que lo hace verdaderamente inolvidable es el paisaje que lo rodea.

Sentarse en sus gradas es una experiencia sensorial que te transporta a otro tiempo. El escenario, rodeado de antiguas columnas, enmarca un fondo impresionante: el brillante mar Jónico que se extiende hasta el horizonte, con el Monte Etna elevándose majestuosamente a lo lejos. El aire marino acaricia tu piel, trayendo consigo la frescura y el aroma salado del mar, mientras el calor del sol se refleja en las piedras antiguas.

Con cada respiración, sientes el pasado vivo, como si los ecos de las tragedias y comedias antiguas todavía resonaran en este espacio cargado de historia. El sonido del viento, la inmensidad del cielo, y el resplandor del agua bajo la luz cambiante del día te envuelven, creando una atmósfera casi sagrada.

Además del de Taormina, Sicilia alberga otros importantes teatros grecorromanos, como el Teatro de Siracusa, el Teatro de Segesta, y el Teatro Romano de Catania, cada uno con su propia historia y belleza, pero todos conectados por el legado de la Antigua Grecia y Roma.


EL DESIERTO DE LA HUACACHINA. PERU




El Desierto de Huacachina, en Perú, es un paisaje que deja sin aliento. Al llegar, te sorprende un vasto mar de arena dorada que se extiende hasta donde alcanza la vista, como si fuera un océano inmóvil bajo el sol ardiente. Entre las inmensas dunas se esconde un pequeño oasis verde, rodeado de palmeras y un lago de aguas tranquilas, un contraste surrealista en medio de tanta aridez.

El momento más emocionante del viaje llega con un recorrido en buggy por las dunas. Subir a estos vehículos todoterreno es como prepararse para una montaña rusa natural. A toda velocidad, el buggy atraviesa las dunas, subiendo y bajando por pendientes empinadas que te dejan con el corazón en la boca. El viento golpea tu rostro, y a cada salto y descenso, sientes una mezcla de adrenalina y asombro. En lo alto de una duna, la vista es impresionante: el desierto parece infinito, con suaves curvas de arena iluminadas por la luz del sol.

Al detenerte, el silencio absoluto te envuelve, roto solo por el suave silbido del viento. Luego, para los mas jóvenes lanzarse en sandboard por las laderas de las dunas es la guinda del pastel, un final perfecto para una aventura inolvidable en este mar de arena que parece sacado de otro mundo.




MUSEO EGIPCIO DE TURÍN. ITALIA 





El Museo Egipcio de Turín, conocido como Museo Egizio, es uno de los más importantes del mundo dedicado exclusivamente a la civilización egipcia, superado solo por el de El Cairo. Fundado en 1824, alberga una de las colecciones más completas y valiosas fuera de Egipto, con más de 30,000 piezas que abarcan más de 5,000 años de historia. Su visita nos dejó perplejos por la riqueza arqueológica que atesora, que lo hace uno de mis rincones favoritos.

Desde el momento en que entras, te sumerges en la fascinante historia de una de las civilizaciones más enigmáticas de la humanidad. El museo ofrece una amplia variedad de objetos, desde sarcófagos bellamente decorados y esculturas monumentales, hasta delicados papiros y joyas. Una de las piezas más emblemáticas es la estatua del faraón Ramsés II, cuya presencia imponente cautiva a todos los visitantes.

El recorrido está organizado de manera cronológica, lo que permite una inmersión gradual en el mundo egipcio, desde el periodo predinástico hasta la época grecorromana. La colección de momias y sus ajuares funerarios es particularmente impactante, ya que ofrece una ventana directa a las creencias egipcias sobre la vida después de la muerte.

El Papiro de Turín, uno de los documentos más importantes para el estudio de la mitología y genealogía de los faraones, es otra joya destacada del museo.

Explorar el Museo Egipcio de Turín es un viaje en el tiempo que te permite apreciar la grandeza y el misterio del antiguo Egipto. Es un lugar imprescindible para los amantes de la historia y la arqueología, donde cada objeto cuenta una historia de un pasado fascinante.




MALL NATIONAL WASHINGTON. ESTADOS UNIDOS 




El National Mall, en Washington D.C., es una vasta explanada verde que se extiende por casi tres kilómetros, bordeada por algunos de los monumentos y museos más icónicos de Estados Unidos. Es el corazón histórico, cultural y político del país, donde se celebran grandes eventos nacionales y se honra la memoria de sus líderes y momentos cruciales.

En un extremo se encuentra el imponente Capitolio, sede del Congreso, y en el otro, el solemne Lincoln Memorial, dedicado a Abraham Lincoln. Entre ellos, se eleva el majestuoso Monumento a Washington, un obelisco de mármol que rinde homenaje al primer presidente del país. Alrededor del Mall, museos de la Smithsonian Institution como el Museo Nacional de Historia Americana y el Museo Nacional del Aire y del Espacio ofrecen exposiciones gratuitas que abarcan arte, historia, ciencia y cultura.

Dentro del Mall, uno de los sitios más conmovedores es el Monumento a los Veteranos de Vietnam, un memorial compuesto por un largo muro de granito negro con los nombres de más de 58,000 soldados que murieron o desaparecieron en la Guerra de Vietnam. Diseñado por Maya Lin, el monumento invita a la reflexión con su sobria y emotiva simplicidad, ofreciendo un espacio íntimo de recogimiento. A su lado, el Monumento a los Veteranos de la Guerra de Corea y el Monumento a los Veteranos de la Segunda Guerra Mundial completan este tributo a quienes sirvieron en los principales conflictos bélicos del país.

Con su combinación de monumentos, museos y espacios abiertos, el National Mall es un símbolo del espíritu democrático estadounidense y un destino imperdible para quienes visitan la capital.

Para los curiosos que han llegado hasta el final













SUR DE PERU