14 mayo 2024

BIAR. ALICANTE



Castillo de Biar 

Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.

José Luis Borges

Redescubriendo Biar: una escapada cerca de casa (6 de abril de 2024)


El pasado 6 de abril decidimos dedicar la mañana a redescubrir Biar, un pueblo al que no volvíamos desde hacía muchos años. Situado en el interior de la provincia de Alicante, a unos 50 km de El Campello, Biar es un destino cercano, perfecto para una escapada corta.

Con unos 3.000 habitantes, Biar está enclavado en una zona montañosa, en plena Sierra de Mariola. El trayecto en coche es cómodo y en poco más de media hora ya estábamos caminando por sus calles.

Desde nuestra última visita en 2011, el pueblo no ha cambiado mucho. Al comparar nuestras impresiones con las fotos de entonces (que ahora forman parte del vídeo que hemos compartido), confirmamos que Biar sigue conservando ese aire tranquilo y acogedor de siempre.

Lo más destacado de la visita fue el castillo de Biar, que se alza sobre la colina y domina el paisaje del pueblo. Desde allí, se tienen buenas vistas del casco urbano y las sierras que lo rodean.

En el centro, la Plaza del Ayuntamiento sigue siendo el corazón del pueblo. Allí se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo renacentista que, aunque con una fachada algo deteriorada, mantiene su presencia majestuosa.

Desde la plaza, las calles ascienden hacia el castillo. Son calles empinadas y estrechas, con fachadas sencillas y bien cuidadas. A medida que se sube, el ambiente se vuelve más silencioso, y el paisaje más amplio.

A mitad del recorrido, hicimos una pausa en una de esas calles con pendiente. Nos sentamos en una de las mesas del bar El Carajo, colocadas en plena calle, al sol. Tomamos una cerveza fría y una buena ensaladilla rusa, perfecta para reponer fuerzas.

La combinación de buen tiempo, entorno tranquilo y comida sencilla hizo que fuera una mañana agradable, ideal para una escapada sin prisas.

Biar sigue siendo un destino cercano que vale la pena redescubrir. Conserva su carácter histórico y su ritmo pausado. Para quienes viven en la provincia de Alicante, es una opción recomendable para desconectar durante unas horas y disfrutar de la historia y el paisaje sin ir muy lejos.

03 marzo 2024

TARRAGONA EN UN DIA











Vivir en los corazones que dejamos tras nosotros, eso no es morir.

Thomas Campbell



En febrero de 2024, retomamos nuestras escapadas de dos noches, breves pero suficientes para descubrir lugares con historia sin alejarnos demasiado de El Campello. Esta vez, el destino fue Tarragona, una ciudad que conocíamos solo de paso y que teníamos pendiente para una visita en profundidad.

Alcanar

Nos alojamos en el Hotel Tancat de Codorniu, en Alcanar, el primer pueblo de la provincia de Tarragona, a solo una hora de la ciudad y a 15 minutos de Vinaroz. Fue una elección muy acertada: una cabaña independiente, con todas las comodidades y en un entorno que invitaba al descanso. Un lugar al que, sin duda, volveríamos.


Tarde en Vinaroz

Antes de la primera noche, aprovechamos para visitar Vinaroz, en la provincia de Castellón. Nos recibió con su paseo marítimo tranquilo y un clima invernal agradable.

  • Disfrutamos de pasteles en la Patisseria Cocoa.

  • Descubrimos una exposición sobre el Carnaval de Vinaroz, instalada en una antigua iglesia junto al mercado central.

Fue un buen inicio para esta escapada.



Tarragona: historia viva

Llegar a Tarragona no fue fácil. Una huelga de agricultores retrasó el acceso a la ciudad, pero valió la pena.

Nuestra primera parada fue el Balcón del Mediterráneo, con vistas espectaculares del mar y del anfiteatro romano, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.

Descendimos hasta el Anfiteatro, construido en el siglo II d.C., donde se celebraban luchas de gladiadores. Lo más curioso es que, con el paso del tiempo, sobre su arena se construyeron iglesias, conventos e incluso una prisión. Una muestra clara de cómo las civilizaciones reutilizan sus espacios.

Almuerzo y Catedral

Al terminar la visita, comimos en el restaurante Gure Etoki, situado en el centro histórico. Un acierto, tanto por el ambiente como por la comida.

Después visitamos la Catedral de Tarragona, cuya construcción se prolongó durante varios siglos. En ella conviven estilos románico, gótico y renacentista, reflejando las distintas etapas históricas de la ciudad.

Murallas y restos imperiales

Por la tarde recorrimos parte de la muralla romana, con un trazado conservado de unos 800 metros. Su estado es excelente y permite imaginar la antigua Tarraco como ciudad fortificada.

También visitamos los restos del palacio del emperador Augusto, que recuerdan la relevancia política de esta ciudad durante la época romana.

El teatro romano

Al final del día nos acercamos al lugar donde una vez se erigió el teatro romano. Hoy queda poco de su estructura, pero algunas fotografías de 1909 dan idea de su importancia. El lugar ha sido alterado por construcciones modernas, como almacenes, lo que hace que hoy solo queden fragmentos visibles.

Tarragona no solo conserva un impresionante legado romano. Es una ciudad bien organizada, con vida cultural, zonas peatonales y vistas al mar. Para mí, tiene argumentos suficientes para ser la capital de Cataluña, por historia y por peso urbano.

Visitar Tarragona es hacer un viaje en el tiempo. Cada rincón revela capas de historia que van desde Roma hasta la actualidad, en una ciudad que combina perfectamente su pasado monumental con su presente turístico y dinámico.



 

19 diciembre 2023

VIENA UNA VEZ MAS







Viena en invierno: mercados navideños y arquitectura imperial (Diciembre 2023)


Trece años después, volvimos a Viena. Para mí fue la quinta visita, y, como en cada ocasión, descubrí algún rincón nuevo. Esta vez, viajamos con mi hermana menor y su marido, con la idea de recorrer los mercadillos navideños, una de las tradiciones más características de esta ciudad en el mes de diciembre.

Alojamiento y transporte

Nos alojamos en el Hotel Exe Viena, bien comunicado, a unos 10 minutos en tranvía de la Plaza del Ayuntamiento. El tranvía número 44 pasa por delante y te deja junto al Parlamento.

Palacio de Schönbrunn

Volvimos a visitar el Palacio de Schönbrunn, cuya última visita fue en 2006. Esta vez recorrimos:

  • El interior del palacio, con su decoración imperial.

  • El Museo de Carruajes, situado dentro del complejo.

A la salida, almorzamos en la cafetería del recinto, con salchichas, puré y goulash. Comida sencilla, sabrosa y a buen precio. Justo enfrente del palacio se encuentra el mercado navideño de Schönbrunn, uno de los más bonitos por su entorno.

Catedral de San Esteban y alrededores

Otro día visitamos la Catedral de San Esteban. Por 6 € se puede acceder al interior y recorrer tranquilamente su nave gótica.

  • Frente a la catedral se encuentra otro de los mercadillos navideños más visitados.

  • Paseamos por calles cercanas como el Graben y Kärntner Strasse, con tiendas decoradas para la época.

  • Almorzamos en Vapiano Moulin Rouge, un restaurante de pasta y pizza preparado al momento.

Biblioteca Nacional y Cripta Imperial

Dedicamos una jornada a dos lugares destacados del centro:

  • La Biblioteca Nacional, de estilo barroco, una de las más hermosas de Europa.

  • La Cripta Imperial, bajo la iglesia de los Capuchinos, donde descansan los Habsburgo, incluidos el emperador Francisco José y la emperatriz Sissi. Los sarcófagos de metal son auténticas obras de arte.

En la zona visitamos también el mercado de Freyung, más pequeño pero acogedor, donde probamos el típico vino caliente.

Ayuntamiento y zona de los museos

El mercado frente al Rathaus (Ayuntamiento) es el más grande e importante de la ciudad. A su alrededor se encuentran:

  • El Parlamento

  • La Iglesia Votiva, de estilo neogótico

  • La Plaza Maria-Theresien, con otro mercado entre el Museo de Historia del Arte y el Museo de Ciencias Naturales

No llegamos a visitar el MuseumsQuartier, aunque lo dejamos pendiente para una próxima ocasión.

Belvedere, Karlplatz y Secesión

El último día lo dedicamos a la zona sur del centro:

  • Visitamos el Palacio de Belvedere, donde se encuentra una de las mejores colecciones de arte del país, incluyendo varias obras de Gustav Klimt.

  • Caminamos hasta Karlplatz, donde están la Iglesia de San Carlos Borromeo y otro mercadillo.

  • También nos detuvimos en el edificio de la Secesión, donde se expone el famoso friso de Klimt.

Almorzamos en Bier & Bierli, cerca de la ópera. La comida fue buena, con precios razonables.

Viena permanece inmutable. La seguridad, el orden, la limpieza y el ambiente cultural se mantienen intactos con el paso del tiempo. A pesar de haberla visitado en varias ocasiones, siempre hay algo nuevo por descubrir. Especialmente en diciembre, la ciudad combina su herencia imperial con el ambiente acogedor de los mercadillos de Navidad, convirtiéndose en uno de los mejores destinos europeos para esta época del año.

   

25 noviembre 2023

MALLORCA

 





    
    


La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad

Albert Einstein



Aprovechando el puente de Todos los Santos de 2019, decidimos pasar tres días en Mallorca, una isla que no habíamos explorado con calma. El viaje tuvo lugar entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre, y nos permitió descubrir Palma, Alcudia, Pollensa, Sóller y Valldemossa en una escapada bien organizada.



Alojamiento y transporte


Nos alojamos en el Hotel Helios, por un precio total de 215 euros con desayuno incluido. La ubicación fue estratégica: muy cerca de Palma y con buena conexión por autopista, ideal para movernos con libertad.

El vuelo de ida y vuelta lo gestionamos con Air Europa. Gracias a los puntos acumulados por compras con tarjeta, solo pagué 32 euros por el billete. Una buena forma de ajustar el presupuesto.

Para movernos por la isla, alquilamos un Opel Mokka por 92 euros, recogido directamente en el aeropuerto. Tener coche fue fundamental para poder recorrer los distintos puntos de la isla a nuestro ritmo.


 Día 1 – Palma de Mallorca


Llegamos cerca del mediodía y nos dirigimos al hotel para instalarnos. Por la tarde, comenzamos con la exploración del centro de Palma, dejando el coche en un aparcamiento subterráneo junto a la catedral, con buen precio y ubicación.

Paseamos por el casco histórico, disfrutando del ambiente y de la arquitectura señorial de la ciudad. Ese día recorrimos las principales calles del centro y tomamos el primer contacto con la capital balear.



Día 2 – Alcudia y Pollensa


El segundo día lo dedicamos al norte de la isla:

  • Pollentia: Visitamos los restos de esta antigua ciudad romana cercana a Alcudia. Aunque quedan pocos elementos visibles, se pueden distinguir los cimientos del foroviviendas y el teatro romano.

  • Alcudia: El casco antiguo está muy bien conservado. Paseamos junto a sus murallas medievales y calles empedradas. Almorzamos en una pizzería local antes de continuar.

  • Pollensa: La tarde la dedicamos a este pueblo tranquilo, con su característico trazado urbano y buen ambiente. Terminamos la jornada con un café en una terraza, antes de volver al hotel.


    Soller


 Día 3 – Valldemossa y Sóller


El tercer día lo comenzamos en Valldemossa, donde visitamos la Cartuja, un antiguo monasterio que fue residencia real y que acogió a personajes ilustres como Chopin o Rubén Darío. El entorno natural y el silencio del lugar hacen que la visita merezca la pena.

Después, nos desplazamos a Sóller, donde comimos en un restaurante del centro. Por la tarde, dimos un paseo por el puerto y vimos el tranvía turístico, que sigue en funcionamiento con vagones de principios del siglo XX. Un elemento singular de esta localidad.



 Día 4 – Palma: historia y arquitectura


El último día lo reservamos de nuevo para Palma:

  • Visitamos el Palacio Real de la Almudaina, edificado en el siglo XIV.

  • La Catedral estaba cerrada, por lo que no pudimos ver el interior.

  • Paseamos por el casco antiguo, con sus palacios, casas nobles y la sede del Parlamento balear.

  • Cerramos la visita con el Castillo de Bellver, una fortaleza circular en buen estado de conservación que ofrece buenas vistas de la ciudad.


Fue un viaje cómodo y bien planificado. La elección de un alojamiento tranquilo, el alquiler del coche y la selección de lugares permitieron una escapada equilibrada entre cultura, historia y naturaleza. En tres días pudimos conocer varios de los rincones más interesantes de Mallorca sin prisas y con margen para disfrutar.














 
 

18 noviembre 2023

ALBARRACIN, TERUEL, MORELLA Y PEÑISCOLA. EN DOS FINES SEMANAS





                                          Crear, es vivir dos veces.

 

Albert Camus


 

Teruel y Albarracín – Fin de semana en la provincia de Aragón (11-12 julio 2020)


A poco más de dos horas y media desde El Campello, Teruel y Albarracín ofrecen un plan de fin de semana perfecto para quienes buscan historia, arquitectura y tranquilidad. La provincia de Teruel, limítrofe con la Comunidad Valenciana, permite organizar una escapada breve y completa.

Alojamiento y recorrido

Nos alojamos en el Hotel CLA Boutique, a las afueras de Teruel, pero lo bastante cerca como para ir caminando al centro. La ciudad, con unos 35.000 habitantes, es cómoda de recorrer.

En esta ocasión no visitamos el Mausoleo de los Amantes, ya visto en viajes anteriores. Sí entramos en la Catedral de Teruel y paseamos por el centro histórico, que puede recorrerse en una mañana. En una visita anterior, tomamos café en el Parador Nacional, un lugar agradable si se quiere hacer una pausa.

Nota: En julio se celebran las Fiestas del Ángel, pero en 2020 fueron canceladas por la pandemia.

video de Teruel



 Albarracín

El segundo día lo dedicamos a Albarracín, considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Tiene apenas 1.000 habitantes y está situado a 1.182 metros de altitud, rodeado por un paisaje montañoso.

  • Recorremos su casco histórico, muy bien conservado.

  • Subimos hasta sus murallas y paseamos por la plaza del Ayuntamiento, parcialmente porticada.

  • Entramos en una iglesia situada en las afueras y tomamos varias fotos del conjunto urbano.

La visita a Albarracín puede completarse tranquilamente en una mañana. Muy recomendable si se visita Teruel, incluso como destino único.


Morella y Peñíscola – Escapada a la provincia de Castellón


Otra opción de fin de semana desde la Comunidad Valenciana es combinar la visita a Peñíscola y Morella, dos poblaciones con un importante legado medieval. El recorrido permite descubrir dos enclaves históricos muy diferentes pero complementarios.


Peñíscola

Hemos estado en Peñíscola en varias ocasiones. Lo más representativo es el Castillo del Papa Luna, donde residió el antipapa Benedicto XIII. Para acceder hay que recorrer un entramado de calles empedradas, hoy llenas de tiendas de recuerdos.

  • La visita al castillo se hace en poco más de media hora.

  • Desde lo alto, hay vistas excelentes del puerto y de la playa.

  • Para comer, hay muchos locales a buen precio cerca del mar.

  • Dejamos el coche aparcado en la zona de playa, ya que en el casco antiguo es complicado.

 Morella

Desde Peñíscola, Morella se encuentra a algo más de 70 km, una hora de trayecto por carretera. Nosotros fuimos directamente desde Valencia, pero la combinación conjunta es más eficiente si se parte desde la costa.

Morella está situada en la comarca del Maestrazgo, en la montaña:

  • Cuenta con un castillo en lo alto del casco antiguo, visible desde toda la zona.

  • La calle principal está porticada, lo que facilita el paseo incluso con mal tiempo.

  • Destacan la Basílica de Santa María la Mayor y varias puertas de acceso al recinto amurallado, una de ellas parecida a las Torres de Serranos de Valencia.

Aunque hay buenas opciones para dormir y comer, se puede visitar en un solo día si se parte temprano y se vuelve el mismo día.

Tanto el viaje a Teruel y Albarracín como el de Peñíscola y Morella son escapadas ideales de fin de semana desde El Campello. Todos estos lugares conservan su patrimonio histórico y ofrecen al viajero un entorno cuidado, tranquilo y de fácil recorrido. Una forma accesible de conocer más rincones del interior peninsular.

 
 
 

14 noviembre 2023

VALENCIA

 



Ciudad de las Ciencias




Valencia: veinte años en una ciudad que lo tiene todo



Valencia, capital de la Comunidad Valenciana, es la tercera ciudad más grande de España. La conozco muy bien, ya que viví allí entre 1980 y el año 2000, una etapa larga y muy significativa de mi vida. Durante esos años, tuve la oportunidad de explorarla a fondo, observar su evolución y disfrutar de lo que ofrece, tanto en lo histórico como en lo moderno.


Historia, arte y arquitectura


Aunque de la época romana apenas quedan restos, la influencia musulmana y, sobre todo, los legados de la Edad Media y la Edad Moderna están muy presentes:

  • Catedral de Valencia: edificio gótico que conserva el Santo Cáliz, objeto de peregrinación y gran valor simbólico.

  • Lonja de la Seda: declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los mejores ejemplos de gótico civil europeo.

  • Palacio del Marqués de Dos Aguas: su fachada barroca es uno de los elementos más singulares de toda la ciudad.

Estos tres puntos forman parte de cualquier visita esencial al centro histórico de Valencia.


Catedral de Valencia


Ciudad moderna: arquitectura y futuro


Valencia no se ha quedado anclada en su pasado. Buena muestra de ello es la Ciudad de las Artes y las Ciencias, diseñada por Santiago Calatrava. Este complejo arquitectónico, con sus formas curvas y sus superficies blancas sobre canales de agua, se ha convertido en el símbolo de la ciudad contemporánea.


Es un lugar que une ciencia, cultura y ocio, con espacios como:

  • El Museo de las Ciencias

  • El Hemisfèric

  • El Oceanogràfic, uno de los acuarios más grandes de Europa


 Las Fallas: fiesta, arte y tradición


Cada año, en marzo, la ciudad celebra Las Fallas, una de las fiestas más conocidas de España y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Es una fiesta que combina:

  • Arte efímero (monumentos falleros)

  • Espectáculos pirotécnicos diarios (mascletàs)

  • Música, desfiles y ambiente festivo durante casi tres semanas


La noche del 19 de marzo tiene lugar la “Cremà”, en la que se queman los monumentos en una celebración única que atrae a miles de visitantes.



La Albufera: naturaleza a las puertas de la ciudad


A solo 15 km del centro urbano, se encuentra la Albufera, una laguna de agua dulce rodeada de campos de arroz. Este parque natural es un espacio ideal para desconectar, dar paseos en barca y contemplar atardeceres espectaculares.


También es el lugar de origen de uno de los platos más conocidos de la gastronomía española: la paella valenciana.

Una ciudad para vivir


Valencia combina muchas ventajas:

  • Un clima mediterráneo suave durante casi todo el año

  • Buena calidad de vida en barrios diversos

  • Una oferta cultural y gastronómica variada

  • Playas urbanas accesibles (Malvarrosa, Las Arenas)

Para quienes la han vivido desde dentro, como en mi caso, es una ciudad que deja huella. Y para quienes la visitan, es un destino que siempre invita a volver.

Plaza del Ayuntamiento







01 noviembre 2023

POMPEYA EN 8 HORAS

  

Pompeya 

 

No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.

Gabriel García Márquez

Nápoles y Pompeya – Historia, caos y belleza frente al Vesubio 

Plaza del Plebiscito 

 

Durante una estancia de cinco días en Nápoles, pudimos conocer de cerca una de las ciudades más intensas de Italia. La capital de la región de Campania es un lugar de contrastes: mezcla de belleza y decadencia, de caos urbano y de patrimonio histórico excepcional. Es, en muchos sentidos, una ciudad con personalidad propia.

Primeras impresiones de Nápoles

Desde el primer momento, Nápoles se muestra viva, desordenada y ruidosa. El entorno de la estación central, donde nos alojamos, refleja un cierto deterioro urbano, con presencia notable de inmigración y zonas poco cuidadas. No obstante, al adentrarse en áreas como la del Duomo, el ambiente cambia: iglesias históricas, calles estrechas con siglos de vida y espacios que invitan a descubrir con calma.

  • Visitamos la Catedral de Nápoles, donde se guarda la reliquia de San Genaro.

  • Recorrimos el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad.

  • Probamos la pizza napolitana, imprescindible en cualquier visita a la ciudad.

  • Entramos en la Iglesia de Jesús el Nuevo, de estilo renacentista, uno de los templos más singulares de la ciudad.

Pompeya: una ciudad congelada en el tiempo

Sin duda, el momento más destacado del viaje fue la visita a Pompeya, el yacimiento arqueológico más impresionante de la región. Pasamos ocho horas recorriéndolo, desde las 10:00 hasta las 18:00. La conservación del lugar, sepultado por el Vesubio en el año 79 d.C., permite imaginar cómo era la vida cotidiana en el mundo romano.

  • Caminamos por calles pavimentadas con piedras originales.

  • Visitamos templos, casas, termas y el antiguo foro.

  • Paramos a comer en un restaurante cercano al centro del yacimiento.

 

Museo Arqueológico Nacional

Tras visitar Pompeya, nos dirigimos al Museo Nacional de Arqueología de Nápoles, donde se conservan piezas originales del yacimiento y de Herculano. Este museo es uno de los más relevantes de Europa en cuanto a arte romano y ofrece:

  • Esculturas, mosaicos y objetos cotidianos rescatados de las ciudades destruidas por el volcán.

  • Piezas que no se encuentran en ningún otro museo del mundo.

Es una visita altamente recomendable si se quiere completar la experiencia de Pompeya.

 

Recorridos por Nápoles

El resto del viaje lo repartimos entre distintos puntos de interés de la ciudad:

  • Galería Umberto I y Plaza del Plebiscito, donde hicimos una pausa para tomar café.

  • Calle Toledo, ideal para pasear y observar la vida local.

  • Palacio Real de Nápoles, visita breve pero interesante.

  • Castillo del Uovo, al que llegamos caminando por la costa, y desde donde disfrutamos de un atardecer espectacular.

Castillo del Uovo

Un día también intentamos visitar el Palacio de Caserta, pero lo encontramos cerrado, así que optamos por una visita al Claustro de Santa Clara, espacio reconstruido tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. 

El golfo de Nápoles y el Vesubio

Uno de los paisajes más agradables del viaje fue el golfo de Nápoles, con el Vesubio siempre presente como telón de fondo. La presencia del mar aporta serenidad frente al bullicio de la ciudad. Es una imagen característica que acompaña muchas caminatas, especialmente al atardecer.

Gastronomía y otros detalles

La comida en Nápoles es uno de sus puntos fuertes. Probamos platos típicos como la pizza margarita, pasta al horno, y dulces tradicionales. Los precios son razonables si se evita la zona más turística.

En cuanto a la Campania Card, tuvimos algunos problemas con los códigos QR, lo que limitó el uso del transporte público en algunos momentos. Un detalle a tener en cuenta.

Nápoles no es una ciudad para todos los gustos, pero ofrece una experiencia real y auténtica. Aunque su centro histórico es sucio y caótico, también está lleno de historia y de energía. Pompeya es, sin duda, el gran atractivo, y el Museo Arqueológico completa esa visión del pasado romano.

Tres días bastan para conocer lo esencial, pero el viaje puede alargarse si se desea explorar más rincones de Campania. A pesar de los pequeños inconvenientes, fue una visita intensa e inolvidable.






 

26 octubre 2023

LOMBARDIA SEÑORIAL












"Viajar es descubrir que todos están equivocados acerca de otros países"


 

 

Lombardía antes de la pandemia – Un viaje inolvidable


La última región italiana que visitamos antes de que el mundo cambiara radicalmente por la pandemia de COVID-19 fue Lombardía, en agosto de 2019. En ese momento, jamás habríamos imaginado que, pocos meses después, esos mismos paisajes tranquilos y ordenados se convertirían en el epicentro europeo de una crisis sanitaria sin precedentes.

Durante nueve días recorrimos varias ciudades del norte de Italia, combinando el patrimonio histórico con la vida cotidiana de pequeñas y grandes urbes. Fue un viaje variado y enriquecedor que ahora, con el paso del tiempo, adquiere aún más valor.

Bérgamo 

Llegamos el 6 de agosto en vuelo desde Alicante a Bérgamo. Aterrizamos al mediodía y recogimos el coche de alquiler que ya teníamos reservado. Para nuestra primera noche elegimos el B&B Bérgamo, bien ubicado y cómodo.

Por la tarde, tras una comida ligera y un descanso, comenzamos la visita a la ciudad. Desde la zona moderna caminamos hasta el funicular, que nos llevó a la parte alta, la Città Alta, el núcleo medieval. Poco antes de llegar al Ayuntamiento, nos sorprendió una tormenta que nos obligó a refugiarnos en un restaurante. La lluvia, sobre las piedras antiguas, sumó un encanto inesperado al lugar.

El día siguiente, ya sin lluvia, lo dedicamos a recorrer tranquilamente las calles empedradas, la catedral y los templos renacentistas. Terminamos con una comida antes de continuar rumbo a nuestro siguiente destino.


Brescia 

El 7 de agosto por la tarde llegamos a Brescia. Nos alojamos en el Centro Paolo VI, un antiguo edificio eclesiástico con encanto y tranquilidad, ideal para descansar.

Por la tarde, dimos un paseo por el centro histórico. Una nueva tormenta nos obligó a buscar refugio bajo los soportales de las plazas, pero al día siguiente el cielo amaneció despejado. Visitamos el teatro romano y los restos del foro, vestigios del esplendor de la ciudad en tiempos antiguos.

Antes de continuar camino hacia Padua, hicimos una breve parada en el Lago de Garda, concretamente en Sirmione, donde visitamos su castillo junto al lago. Un paréntesis perfecto entre dos ciudades.


Padua 




La tarde del 8 de agosto llegamos a Padua, ya fuera de Lombardía, pero parte del itinerario. Dedicamos la siguiente jornada a descubrir la ciudad:

  • Visitamos el Palacio de la Razón y la Universidad, uno de los centros educativos más antiguos de Europa.

  • Caminamos por el casco histórico, lleno de cafés, plazas y ambiente tranquilo.


En el blog hay una entrada dedicada exclusivamente a Padua, ya que fue una de las visitas más completas del viaje.


Mantua 

Nuestra siguiente parada fue Mantua, menos visitada que otras ciudades italianas pero llena de patrimonio. Nos alojamos en un B&B a las afueras, bien comunicado y tranquilo.

En el centro, comenzamos por la Catedral, situada en la plaza principal. Desde allí recorrimos iglesias y palacios, pero el punto culminante fue el Palacio del Té, una joya del Renacimiento italiano:

  • Destacamos la Sala de los Caballos, decorada con frescos espectaculares.

  • La visita fue relajada, sin aglomeraciones, y nos permitió apreciar con calma la riqueza artística de la ciudad.

    Cremona 

Cremona fue otra grata sorpresa. Su catedral, combinando estilos románico, gótico y renacentista, impresiona desde cualquier ángulo. Junto a ella, el Torrazzo, uno de los campanarios más altos de Europa.

Paseamos por el centro, con calles adoquinadas, bares con terrazas y un ambiente tranquilo. Aunque menos turística que otras ciudades, Cremona tiene un encanto auténtico, perfecto para quienes buscan conocer Italia sin prisas.





EMILIA ROMAGNA